capítulo tres

3.7K 430 2
                                    

Votación.

Bajamos las escaleras y pude ver como estaban todos los hijos Cullen esperando, bajé y Carlisle me sostenía de la mano, en ningún momento me soltó, solo entonces vi y sentí como Bella aparecía en las escaleras, vi como Edward estaba a unos pasos de ella apoyado en la pared junto a la escalera.

—Hola —dijo ella, sus ojos estaban fijos en Alice y Rosalie, pero cuando buscó a Carlisle me encontró a mí, pude ver como su mirada pasaba de serenidad a sorpresa, entonces cuando notó el silencio incómodo que había en la habitación habló—. Todos saben por qué estoy aquí, y creo que lo mejor es llevar esto a una votación.

—No sabes lo que dices —dijo Edward algo sufrido.

—Cállate —respondió rápido Bella, aunque no de forma agresiva ni despectiva. Ella jugaba con sus dedos mientras esperaba la respuesta de los presentes— ¿Alice? —la llamó.

—Yo ya te considero una hermana —dijo Alice al avanzar y abrazar a Bella, vi una suave sonrisa en su rostro, pero detrás de ella me fijé en la cara de sufrimiento de Edward, hablaron Jasper, Rosalie, Emmett y la mirada terminó en Carlisle, él me soltó y avanzó hacia Bella, yo por mi parte retrocedí y Rosalie tomó mi mano con cuidado, me sentí apoyada en ese instante.

—¿Por qué están haciéndome esto? —Preguntó Edward.

—Elegiste no vivir sin ella, no perderé a mi hijo —dijo Carlisle al ver a Edward, Bella asintió y parecía tener una sonrisa triunfante en su rostro, algo que no había visto antes en la hija del jefe de policía.

Bella me observó unos instantes y parece que quería hablar conmigo, pero sus gestos e intenciones no solo yo los noté, también Edward, Carlisle y Emmett, quienes se interpusieron entre nosotras.

—No es momento —dijo Carlisle, Edward me observó mientras sujetaba a Bella de la cintura, preparado para alejarla lo más rápido de mí. Sin embargo, no parecía estar tan asustado como creí.

—¿Te puedo llamar? —me preguntó Bella, asentí, por alguna razón desde que ella había ingresado a la habitación había estado aguantando la respiración, temía que si abría la boca para hablar una bocanada de aire ingresaría y sentiría aquella sed que tanto decían que podía tener, por ello quizás están tan alerta de mi presencia—. Bien, nos vemos —dijo Bella al irse junto a Edward, cuando el auto se alejó lo suficiente solté el aire de mis pulmones, inhalé y sentí la esencia que Bella había dejado, era dulce y algo semejante a la frutilla, ¿quizás dulce con acidez? Algo semejante era su aroma.

—Es muy tarde, vamos —dijo Carlisle cuando tomó mi mano y subimos las escaleras. No tenía sueño, y recuerdo que antes en el prado me dijo que ahora no dormimos, entonces, ¿tarde para qué? La puerta de su habitación se abre y veo a los bebes dormir, él me entregó una imagen de dos camas de bebés, mientras la veía Carlisle se movía a una gran velocidad y despejaba cierta área de la habitación, me entrega a los bebes cuando tiene que mover el sofá y otras cosas. Al final de una forma rápida y eficaz logra construir aquellas camas.

—No sabía que se te daba bien construir —él se giró y rió leve, fue una risa que salía de su pecho y sonaba algo ronca, era hermosa. Cuando hubo terminado de arreglar las camas dejamos a los bebés ahí, no había notado lo extraño que eran, parece como si hubieran nacido para crecer rápido, más de lo que un humano lo hace.

—Les dará hambre en la mañana, ahí los alimentaremos, pero deberás salir un poco —dijo Carlisle cuando me abrazó de la cintura y apoyó su cabeza en mi hombro, no pude evitar corresponder su abrazo y depositar un leve beso en su mejilla.

¿Alguna vez me imagine así con él?

No, nunca creí que sucedería algo así, de hecho, era muy hostil y él fácilmente pudo odiarme, pero aquí estamos, ninguno puede vivir sin el otro.

Pasaron unos días, después se convirtieron en meses y de forma increíble ya era junio, los bebés que apenas deberían tener tres meses eran como niños de tres años.

August era un chico algo travieso y lleno de energía, le encantaba jugar con Jasper, Emmett y Edward, mientras que Matt era un chico más calmado y pasaba más tiempo con Rosalie y Carlisle. Diría que todo va bien, pero hace un mes atrás ha habido una loca pelirroja rodeando Forks y buscando a Bella para vengarse de un amor que murió a manos de los Cullen.

Todo digno de telenovela.

Emmett tuvo un accidente en su persecución y cayó del otro lado del tratado, sin pensar corrí y fue la primera vez que ellos me vieron. Estaban transformados, pero siempre he visto sus ojos, aquellos que me miraron con horror y otros llenos de odio. Sin embargo, de una forma increíble todo se resolvió, bueno, en realidad fueron las famosas "habilidades" que posee esta familia, de haberlo sabido, más que un vidente y un chico que lee mentes estaban cerca de mí.

Hubiese evitado pensar cosas o hacer cosas, pero ya el daño esta echo.

—Mamá ¿podemos salir a jugar? —Matt se acerca a preguntarme, sonrío al verlo y tomo su mano.

—Voy con ustedes, necesito aire fresco —dije, ellos sonrieron. Caminamos, corrimos, ellos saltaron y al final no me di cuenta a donde iban, siempre curiosos se acercaron a la frontera del tratado, el cual sería un río—. August, no te acerques demasiado.

—Sí, lo sé —dijo el chico al meter las manos al agua y jugar ahí.

—¿August? —August se levantó al oír una voz masculina y retrocedió rápido a mí, yo me adelanté y me puse entre ellos y el hombre. Este dio unos pasos hacia delante y vi a Jacob, aguanté la respiración unos instantes, su olor era algo asqueroso, nunca sentí algo así antes, era como el cuero cabelludo de un perro mojado—. Mamá quería llamarte así, juraba que eras hombre antes de nacer o eso oí de aquella anécdota que papá cuenta siempre.  

𝐏𝐈𝐄𝐋 𝐅𝐑𝐈́𝐀 - ᴘᴀʀᴛᴇ ɪɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora