capítulo diecisiete

1.6K 183 7
                                    

Irina.

El tiempo pasaba y los gemelos creían cada mes, ahora aparentaban tener diez años, pero más asombroso era cómo crecía Nessie, en cuatro meses ya había alcanzado la edad y altura de los gemelos, Carlisle, Alice y Edward investigaban en libros e Internet, sitios donde hubiese alguna fábula o algo que hable respecto a los hijos semivampiros, pero no hay nada. Algunos rumores quizás dicen que están en Brasil, pero otros en Rusia, hay de todo y posiblemente poco tiempo.

—Mamá, mamá —me llamaba August, entró corriendo a la sala en la que estaba y se acercó a mí, detrás venía Matt.

—¿Qué sucede? —pregunté.

—Una mujer rubia nos vio, pero huyó de inmediato —fruncí el entrecejo, entonces Bella ingreso a la habitación junto a Leah, Nessie y Jacob.

—Irina vino, pero se fue enseguida —comentó, Carlisle con el teléfono de la casa se acercó a la sala en la que estábamos y marcó a los Denali, Tanya contento y le contó a Carlisle que ella convenció a Irina de ir a reconciliarse por lo sucedido en la boda de Bella. Me senté en el sofá de la sala y junto a mí se sentaron los gemelos.

—Tal vez se arrepintió —dijo Edward al ver a Carlisle, este se sentó en el sofá junto a August.

—Quizás ver a los lobos la dejó en shock —comentó Carlisle—, bueno, es familia, ya volverá.

Edward comenzó a tocar una pieza musical en el piano de la sala, Nessie se sentó a su lado y lo siguió, Rose llego a la sala junto a Emmett y se sumó Jasper quien se sentó en una silla junto al sofá con un libro en manos, enseguida Alice estaba ingresando a la sala cuando se le cae y rompe en mil pesados el florero que llevaba en mano.

—¿Qué sucede? —preguntó Jasper al llegar a su lado.

—Los Volturis, vienen por nosotros —dijo Alice— Aro, Caius, Marcus, la guardia e Irina.

—¿Qué? —pregunté al levantarme.

—¿Por qué? —preguntó Carlisle cuando se levantó y me tomó la mano.

—¿Qué vio Irina en el bosque? —preguntó Edward a Bella.

—Los chicos pillaban copos de nieve —dijo Jacob, Leah frunció el entrecejo y los observó.

—Ahora entiendo, Irina cree que los chicos son niños inmortales.

—¿Qué es eso? —pregunté, me crucé de brazos cuando Carlisle rápidamente fue a la biblioteca, trajo un gran libro y lo dejó en la mesa de centro de la sala, ahí lo abrió en una página y el dibujo de un niño con varios cadáveres a su alrededor llenaba la página.

—Son niños que han transformado, eternos e inocentes, pero destructivos. Arrasaban aldeas completas con un simple berrinche —dijo Carlisle, August se acercó al dibujo y miré a Leah, ella asintió.

—August, Matt, vamos por helado —dijo, ellos tomaron su mano y se fueron de la sala, de igual manera Jacob se llevó a Nessie.

—Pero no es posible, Lienee nació de mí, no fue transformada. Ella crece —dijo Bella al ver a Carlisle.

—Pero Irene y los volturis no lo saben— dijo Carlisle.

—No es solo eso, es la oportunidad que quería Aro para conseguir los dones de Alice y Edward —dijo Jasper.

—¿Irene vio a los chicos? —le pregunté a Bella, ella frunció el entrecejo intentando recordar la escena.

—Creo que no, porque ellos se adentraron a los árboles diciendo que era mejor recoger copos de nieve desde la cima de un árbol, en cambio Lienee sí saltó frente a Irene —dijo Bella, asentí.

—Vale, es bueno podemos sacar a los gemelos de aquí.

—¿Y sólo los protegerás a ellos? —preguntó Bella.

—Cálmate y escucha. Si los gemelos están lejos hay más posibilidades de que podamos arreglar esto hablando ¿Cómo explicaras a vampiros ya veteranos sobre que hay una nueva raza de híbridos? —me miró Bella y frunció el entrecejo.

—Es más fácil persuadirlos con uno que con tres —dijo Carlisle.

—Sí.

—¿Y si no funciona? —pregunta Bella al verme.

—Bueno, dudo que tenga algo que le interese a los volturis, así que mi consuelo sería que quemarán mis restos —dije, sentí la rigidez de Carlisle, pero es la realidad, por lo que oí de los volturis es mejor creer que hay dos caminos, perdón o muerte, pero no sobrevivir, no se podría.

—Necesitamos testigos —dijo Edward al ver a Carlisle—, decirles a varios sobre Lienee y que sean de testigos ante Aro.

—Será complicado —dijo Carlisle.

—Tienes amigos por todo el mundo, tenemos amigos, podemos pedirle que testifiquen, es nuestro único plan —dijo Edward.

—Bien, creo que podremos intentarlo —dijo Carlisle—, es mejor no pelear, y que Aro sepa que solo queremos hablar.

—Los lobos ayudarán —dijo Jacob al aparecer por la puerta—, somos el as bajo la manga.

—Lo más seguro es que ya los vean venir —dije—, Bella dijo que Iría te vio a ti y a Leah, cómo no mencionar a los lobos gigantes.

—Es posible —dijo Carlisle—, pero igual es necesaria su ayuda.

Fui con los gemelos y les comenté respecto a que lo ideal sería que fuera a casa de Billy, allí podría pasar las navidades con la tribu, quienes hacían rituales en memoria de los espíritus. Pese a que evité comentarles lo que oyeron de los niños inmortales, fueron con gusto a la Push, mi consuelo fue que ahí al menos tendrían a Billy en caso de que me suceda algo.

—Nada malo sucederá —dijo Carlisle al acariciar mi espalda, lo miré y sonreí leve.

—Al final, nos libramos de una para caer en otra —digo, él me sostiene el rostro con sus manos y me permite admirarlo mejor.

—Será la última vez que vivamos algo así, después de esto te prometo ir a esas largas vacaciones que quieres —reí leve y él beso mis labios—, mañana iremos a Londres, hablaré con un antiguo amigo, y además me encantará presentártelo —dijo suavemente, asentí—. Anneliese, todo estará bien.

—Yo lo único que sé, es que ya te lo juré —me miró—, juntos hasta la muerte. 

𝐏𝐈𝐄𝐋 𝐅𝐑𝐈́𝐀 - ᴘᴀʀᴛᴇ ɪɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora