Unbreakable | Purinz

Dos

Cuando comencé a sentirme mareada y confundida, supe que algo andaba mal. Traté de ignorarlo, traté de seguir concentrándome en lo que el profesor estaba diciendo, pero fue en vano ya que la habitación empezó a dar vueltas y la voz del profesor se desvaneció hasta convertirse en un zumbido lejano, me aferré a mi escritorio tratando de mantenerme en pie, pero todo mi cuerpo estaba temblando y sudoroso.

Intenté respirar profundamente, pero no ayudó, entonces me di cuenta de que estaba perdiendo el conocimiento, mi vista se volvió borrosa y empecé a sentirme más y más débil. Todo lo que podía hacer era dejar que el mareo me consumiera, sentí como si estuviera flotando en el aire, sin control sobre mi cuerpo. Mis ojos se cerraron, y perdí la noción del tiempo.

Cuando volví en sí, sentí un dolor punzante en mi cabeza y un dolor agudo en mi brazo, me di cuenta de que estaba acostada en una cama en el hospital y una enfermera estaba colocando una aguja en mi brazo. Sentí una gran debilidad y confusión, me costó trabajo recordar lo que había sucedido.

A medida que me recuperaba la enfermera me explicó que me había desmayado en clase y que alguien había llamado a una ambulancia. Me habían llevado al hospital y dentro de poco me harían unas pruebas para comprobar si mi salud estaba bien.

No podía dejar de sentirme asustada y confundida. ¿Qué había pasado? ¿Por qué me había desmayado de repente? Me sentía más vulnerable que nunca, como si mi cuerpo me hubiera fallado. Estaba aterrorizada de que esto pudiera volver a suceder y de como Yunjin fuera a reaccionar.

Después de unos minutos el doctor entró a la habitación.

—Hola, soy el Dr. Lee. ¿Cómo te sientes?

—Estoy un poco mareada todavía.

—¿Has tenido problemas de salud de este tipo en el pasado?—pregunto el doctor, mientras apuntaba en su libreta.

—No, nunca antes.

Eso era cierto, Chaewon casi nunca enfermaba.

—De acuerdo, lo primero que vamos a hacer es tomar tu presión arterial y tu temperatura. Después de eso, te haré algunas preguntas más para tratar de averiguar por qué te desmayaste.—Expreso el doctor con una sonrisa tranquilizadora.

—Está bien.

El doctor tomó la presión arterial de Chaewon y midió su temperatura. Después de unos minutos le hizo algunas preguntas más.

—¿Has estado comiendo bien últimamente?

—Sí, siempre como bien.

—¿Has estado durmiendo lo suficiente?

—Sí, normalmente duermo 8 horas al día.—Contesto Chaewon.

—Todo parece estar bien. Quiero hacerte algunas pruebas para estar seguros.

El doctor sacó una muestra de sangre y le hizo otras pruebas, después de unos minutos volvió con los resultados.

—Todo parece estar bien, no encontré nada fuera de lo común en tus pruebas. Sin embargo, es posible que necesitemos hacer más pruebas si esto vuelve a suceder, llegue a la conclusión de que puede que estés estresada últimamente y necesitas relajarte.

—¿Qué puedo hacer para evitar que esto suceda de nuevo?

—Trata de descansar lo suficiente, bebe suficiente agua y come bien. Si esto vuelve a suceder asegúrate de venir de inmediato al hospital.

—De acuerdo, lo haré.

Después de que el doctor la revisara Chaewon se sintió aliviada al saber que no había nada malo en su cuerpo, sin embargo no pudo evitar sentirse preocupada por si volvía a desmayarse en el futuro.

[...]

Salí del hospital y directamente me fui a casa, aunque aún me sentía un poco débil.

Al llegar, Yunjin estaba sentada en el sofá con los brazos cruzados. Su rostro estaba fruncido en una mueca de enojo.

—¿Dónde estuviste todo el día?—parecía querer asesinarme con la mirada.

—Fui al hospital.—afirmé, sabia que ella se molestaría por no avisarle.

—¿Y por qué no me llamaste para decirme que estabas bien?

—Lo siento, estaba un poco mareada y no quería preocuparte.

—No entiendo por qué siempre tienes que hacer las cosas a tu manera. Deberías haberme llamado para que pudiera estar allí contigo.

—Lo siento, no lo volveré a hacer.

—Claro que no lo harás, no puedo creer lo tonta que eres a veces. ¿Qué te pasó para que te desmayaras en clase?

—No lo sé con certeza, el médico cree que puede ser estrés o fatiga.

—¿Estrés? ¿Fatiga? ¿De qué estás hablando? Siempre estás tan relajada y no tienes nada de qué preocuparte.

—Bueno, últimamente he estado estresada con los exámenes y trabajos de la universidad.

—No sé qué voy a hacer contigo, Chaewon. Parece que nunca puedes cuidarte a ti misma.—Suspiro Yunjin.

—Lo siento, trataré de hacerlo mejor.

La mayor se fue de la habitación, con la cabeza gacha y los hombros encorvados. Yunjin la siguió y la miró fijamente.

—Sabes que esto no debería haber pasado, ¿verdad? Podría haberse evitado si hubieras sido más cuidadosa.—su tono ahora era dulce.

El tono de voz de Yunjin había cambiado, parecía una persona diferente, esto provocó que Chaewon tuviera la necesidad de disculparse.

—Lo sé, lo siento mucho. No volverá a pasar.

—Te amo, no puedo soportar la idea de perderte.—susurro en mi oído mientras me abrazaba.

—Lo sé, Yunjin. Yo también te amo.

Me sentía tan bien en sus brazos.

Yunjin se separo de ella y le acarició el cabello.

—No te preocupes, todo estará bien. Yo te cuidaré.

Chaewon asintió, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho. Sabía que su novia no era perfecta, pero estaba dispuesta a soportar cualquier cosa por el inmenso amor que le tenía.