Final

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Era alrededor de las 8 de la noche cuando Yunjin se encontraba sumida en un estado emocional tumultuoso. La carta de Chaewon había sacudido los cimientos de su mundo ya inestable, y la rabia, el dolor y el remordimiento la habían abrumado. Sentía que estaba perdiendo el control de su propia mente, que las emociones la estaban arrastrando a un abismo oscuro del que no podía escapar.

En un intento por ahogar sus pensamientos y emociones, decidió buscar refugio en el alcohol. Se dirigió a un bar cercano y pidió una bebida tras otra, sin preocuparse por las consecuencias. El alcohol parecía ser la única forma de aliviar todas esas emociones.

Con cada trago sentía cómo sus inhibiciones se desvanecían y su mente se nublaba. No pensaba en las consecuencias de sus acciones, solo buscaba una vía de escape de la realidad que la atormentaba. El tiempo perdía su significado mientras se perdía en una espiral descendente de autodestrucción.

En medio de su borrachera no supo cómo, pero tomó una decisión impulsiva. Recordó la mención de Chaewon sobre una pintura en su estudio, cubierta por una sábana. Era como si ese fragmento de la carta la llamara atrayéndola hacia algo que no podía comprender del todo.

Sin pensarlo dos veces salió del bar y se dirigió al aeropuerto. Borracha y desorientada, compró un boleto para regresar a casa. La necesidad de ver la pintura se convirtió en una obsesión en su mente confusa, como si encontrar respuestas a sus preguntas internas dependiera de descubrir el secreto detrás de aquella sábana.

El vuelo transcurrió en medio de un torbellino de pensamientos y emociones. La culpa y el remordimiento luchaban contra su rabia y desesperación. Cuando finalmente llegó a casa, la oscuridad de la noche se cernía sobre ella como un reflejo de su propia tormenta interna.

Se encontraba frente a la puerta de su departamento, temblando y con la mente embotada por el alcohol. Con manos temblorosas, sacó las llaves y abrió la puerta. El lugar parecía estar envuelto en sombras, como si el universo mismo reflejara el caos que reinaba en su interior.

Sus pasos tambaleantes la llevaron al estudio de la pelinegra. Y allí, en medio de la oscuridad, vio la sábana que cubría la pintura. El corazón latía con fuerza en su pecho, y una mezcla de ansiedad y expectativa la invadió. Con manos temblorosas, agarró la sábana y la retiró lentamente, revelando la pintura oculta.

Sus ojos se posaron en la imagen ante ella, y un torrente de emociones la inundó de inmediato. Era como si la pintura capturara la esencia de su amada en su forma más pura y vulnerable. Los trazos parecían reflejar la intensidad de los sentimientos de Chaewon, su alma expuesta en cada pincelada.

La menor se encontró sin palabras, incapaz de expresar la complejidad de sus pensamientos y emociones. La pintura parecía hablar directamente a su corazón, recordándole el amor que había compartido con ella y la profundidad de sus errores. Las lágrimas brotaron de sus ojos, y se deslizaron por sus mejillas mientras la realidad de su pérdida la golpeaba con fuerza.

En medio de su embriaguez emocional se dejó caer de rodillas frente a la pintura, sintiendo el peso de sus acciones y decisiones. Sus sollozos resonaron en el silencio del estudio, una mezcla de desesperación y arrepentimiento. Aunque sus palabras no podían cambiar el pasado, sus lágrimas eran un intento de purgar la culpa que la atormentaba.

En un rincón oscuro de su mente, la noción de que estaba perdiendo el control de sí misma se hacía más presente. La línea entre la realidad y la angustia interna se difuminaba y sentía cómo la locura la acechaba desde las sombras. Sin embargo, era una verdad que aún no estaba dispuesta a enfrentar por completo.

En ese momento, frente a la pintura, Yunjin se encontraba en un punto de quiebre.

En medio de todo eso un golpe en la puerta sacudió el departamento. Su corazón latió con sorpresa y confusión ante la repentina interrupción. Se levantó con dificultad, sintiendo sus piernas temblar bajo el peso de sus emociones y la influencia del alcohol.

Unbreakable | PurinzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora