Catorce

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En los siguientes días la pelinegra no salió de su casa, no fue a la universidad, ni siquiera tomó su teléfono, solo se había dedicado a beber.

Kazuha entró a la casa con preocupación en su rostro, temiendo lo peor al ver a Chaewon en ese estado. Observó a su amiga, que yacía en el suelo, con los ojos vidriosos y un rastro de lágrimas en su rostro. El olor a alcohol era muy fuerte, sumándose al ambiente opresivo que se había apoderado de la habitación.

Con delicadeza, la menor se acercó a ella y se sentó en el suelo. Su voz estaba llena de angustia y cariño cuando le preguntó—Chaewon, ¿qué te ha pasado? ¿Por qué estás haciendo esto?

Aún en su estado alterado, soltó un gemido de dolor y frustración, incapaz de encontrar las palabras adecuadas para expresar su tormento interior.

Kazuha envolvió a la mayor con ternura, tratando de brindarle consuelo en medio de la desolación.

—Entiendo que estés pasando por un momento difícil, pero no puedes dejar que esto te destruya. No estás sola, estoy aquí para apoyarte—susurró la menor, su voz estaba llena de compasión.

Con los ojos llenos de lágrimas, se aferró a la castaña, sintiendo el amor y la amistad que emanaban de su abrazo.

—Me siento tan perdida, tan rota— susurró con voz entrecortada.—Me duele tanto su ausencia, no sé cómo seguir adelante.

La más alta acarició suavemente su cabello y habló con dulzura.

—Lo entiendo, Chaewon. El dolor que sientes es abrumador, pero debes encontrar la fuerza dentro de ti para sanar. No puedes permitir que una persona que te lastimó siga teniendo poder sobre ti.

—Soy una tonta—comenzo a reír borracha.

Kazuha observo a la mayor preocupación mientras ella reía entre sollozos. Sabía que la situación era delicada y que el alcohol solo estaba empeorando las cosas. Con calma, suavemente tomó sus manos.

—Sé que ahora mismo te sientes perdida y confundida, pero el alcohol no es la solución—dijo Kazuha con voz serena, tratando de transmitirle su preocupación.

Chaewon se detuvo por un momento y la miró a los ojos. Su expresión reflejaba una mezcla de tristeza y enojo.—¿Qué sabes tú de mis emociones? ¿Acaso puedes entender lo que siento?—preguntó con voz temblorosa.

Kazuha apretó suavemente las manos de Chaewon, manteniendo la calma ante su reacción.

—No puedo entender exactamente lo que estás pasando, pero eso no significa que no me preocupe por ti— respondió con sinceridad.—Estoy aquí para escucharte y apoyarte en todo lo que necesites.

Chaewon suspiró y se dejó caer en el sofá, aún con una risa forzada en su rostro.—Siento que todo está fuera de control, Me duele tanto la traición de Yunjin. Me pregunto si alguna vez conocí realmente a esa persona a la que tanto amaba.

La menor se sentó a su lado, buscando las palabras adecuadas para consolar a su amiga.—El dolor que estás experimentando es comprensible, pero recuerda que no es tu culpa lo que ha sucedido. No puedes cargar con la responsabilidad de las decisiones de otra persona—dijo con suavidad.

—Quiero que sepas que mereces mucho más que alguien que te lastima de esta manera—susurró Kazuha con voz firme pero reconfortante.—Eres una persona increíble, llena de talento y belleza, y mereces ser amada de verdad.

Chaewon sollozó aún más, sintiendo el apoyo y la sinceridad en sus palabras—¿Por qué es tan difícil dejar ir a alguien que amas?—preguntó en un tono ahogado por el llanto.

Unbreakable | PurinzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora