Chaewon regresó a casa después de pasar un agradable día con su hermana y Zuha. La tranquilidad de la tarde parecía haberse esfumado en el momento en que Yunjin regresó también. La tensión se palpaba en el ambiente mientras ambas se encontraban en la sala de estar, sus miradas cargadas de emociones encontradas.
—¿A dónde fuiste hoy?-rompio el silencio la pelicorta.
La más alta sintiéndose repentinamente atacada, frunció el ceño.—¿Por qué tienes que interrogarme cada vez que salgo? No te debo ninguna explicación.
La respuesta de Yunjin enfureció a Chaewon, quien sintió que su solicitud había sido razonable.
—No estoy interrogándote, solo quiero saber a dónde fuiste. Desapareciste todo el día.
Soltó un suspiro frustrado.—No entiendes nada, Chaewon. Siempre estás controlándome y cuestionándome. ¿No puedes simplemente confiar en mí?
Las palabras de Yunjin dolieron profundamente.
—No se trata de falta de confianza, se trata de comunicación y respeto mutuo en una relación.
La discusión se intensificó, las palabras se volvieron más cortantes y las emociones se desbordaron. Ambas se lanzaron acusaciones y reproches, sacando a relucir viejas heridas y resentimientos que habían permanecido ocultos.
Mientras la mayor se encontraba en medio de la intensa discusión, de repente sintió un fuerte mareo que la hizo tambalearse ligeramente. Su visión se nubló por un instante, y una oleada de debilidad se apoderó de su cuerpo. Trató de mantenerse en pie, apoyándose en el respaldo del sofá para no caer.
Yunjin, al notar el estado de su novia, inicialmente pareció preocupada, pero esa preocupación rápidamente se transformó en ira. Sin ocultar su enfado, la acusó bruscamente—¿Estás embarazada? ¿Me has estado engañando?
Las palabras resonaron en la sala, llenas de acusaciones y desprecio. Chaewon quedó atónita por la reacción de su pareja, incapaz de procesar la agresividad que emanaba de ella.—¡No! No sé de dónde sacas eso. No estoy embarazada y nunca te he engañado.
La respuesta pareció enojar aún más a Yunjin, quien se volvió aún más agresiva y violenta en sus palabras. Comenzó a lanzar insultos y apodos despectivos hacia Chaewon, atacando su integridad y su valor como persona. De nuevo... se sintió desprotegida, vulnerable y profundamente herida.
Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras intentaba mantenerse firme frente a la avalancha de palabras hirientes. A medida que continuaba con su arrebato de ira, Chaewon se sentía cada vez más pequeña, como si su identidad se estuviera desmoronando frente a sus ojos.
El miedo y la confusión se apoderaron de ella mientras su mente intentaba procesar lo que estaba sucediendo. No podía entender cómo la persona que amaba podía ser tan cruel y despiadada en ese momento. Se cuestionó a sí misma, se culpó y se preguntó si merecía ser tratada de esa manera.
—Eres una cualquiera, una maldita puta. No eres más que eso, una cosa insignificante para mí.—Cada palabra fue como una puñalada en el corazón de Chaewon, que se hundió aún más en su dolor y vulnerabilidad.
Los apodos despectivos y las palabras ofensivas la dejaron completamente destrozada. Cada uno de esos términos hirientes se clavó en su autoestima, socavando su confianza y haciéndola dudar de su propio valor como persona.
Después de la desgarradora discusión con la más baja se sintió abrumada por una avalancha de emociones. Las palabras hirientes y las acusaciones de su pareja se clavaron en lo más profundo de su ser, dejándola sintiéndose herida, traicionada y sin esperanzas. Con lágrimas en los ojos se retiró en silencio a su habitación deseando encontrar un refugio donde pudiera procesar todo lo que acababa de suceder. Sin embargo, desconocía que su hermana había llegado en ese preciso momento, y había escuchado cada palabra que Yunjin había lanzado contra ella.
Paralizada por la angustia y el impacto de las palabras que había escuchado, se quedó en silencio frente a la puerta del departamento. Su corazón se rompía al ver el daño que esa tipa había infligido a su hermana mayor. Sabía que era un momento delicado para intervenir, pero no podía soportar la idea de dejar a Chaewon sola en ese estado de desesperación.
Reuniendo todo su coraje, golpeó suavemente la puerta y entró en la habitación. Al ver a su hermana en ese estado vulnerable corrió hacia ella y la abrazó con fuerza. la mayor se aferró a ella permitiéndose finalmente soltar todas las lágrimas y el dolor que había estado conteniendo.
El silencio invadió la habitación mientras Eunchae, manteniendo cierta distancia emocional, se acercó a la mayor. La mirada seria de su hermana menor la hizo sentir incómoda y vulnerable. Finalmente Eunchae rompió el silencio con una pregunta directa que resonó en el aire cargado de tensión.
—¿Por qué permites que te trate de esa manera? No entiendo cómo puedes dejar que te humille y te lastime de esa forma.
Con lágrimas aún resbalando por sus mejillas, se aferró a su orgullo, tratando de ocultar la profunda herida que sentía en su corazón. Miró a la más alta con los ojos enrojecidos y una expresión mezcla de dolor y frustración.
—No entiendes, no sabes cómo es estar enamorada de alguien y sentir que todo está desmoronándose a tu alrededor. A veces, es más difícil dejarlo que quedarse y soportar el dolor.
Eunchae mantuvo su mirada firme, sin ceder ante sus palabras. Sabía que había más detrás de todo eso, algo que Chaewon no quería revelar. Y entonces, recordando las palabras de Kazuha, decidió abordar otro tema.
—Sé que has estado sintiéndote mal últimamente, Zuha me lo ha mencionado. ¿Estás... embarazada?
Chaewon se congeló ante la pregunta inesperada, ¿cómo su hermanita podía pensar eso de ella?
—No, no estoy embarazada, no tienes que preocuparte por eso.
Obviamente la menor no estaba convencida. Percibía la negativa de su hermana como una forma de evitar enfrentar la verdad. Sus ojos se llenaron de determinación mientras luchaba por mantener la calma en la conversación.
—Lo sé, lo sé pero igual me preocupo por ti. Sé que estás escondiendo algo más. Por favor, confía en mí.
Chaewon sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras de Eunchae. Por un momento, consideró abrirse y compartir su pesada carga con su hermana menor. Sin embargo, el miedo y la angustia la atraparon una vez más, impidiéndole dar el paso.
El silencio volvió a inundar la habitación, dejando un espacio vacío entre las dos hermanas. La menor, luchando contra su propia frustración y preocupación, finalmente decidió ablandar su expresión y acercarse un poco más.
—Entiendo que quieras protegerme y proteger a los demás, pero también debes recordar que no estás sola en esto. No tienes que enfrentar todo en soledad. Estoy aquí para ti, siempre.
Y en ese entonces la mayor sintió un torrente de emociones abrumadoras mientras escuchaba las palabras más sinceras. Por un instante, sintió la necesidad abrumadora de confiar en su hermana, de liberarse del peso que llevaba sobre sus hombros. Sin embargo la barrera del miedo y la incertidumbre aún se interponía en su camino, así que no dijo nada y la menor simplemente la envolvió en un abrazo.
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Unbreakable | Purinz
Fanfiction"Te quiero, te he querido desde el momento en que te vi por primera vez. He intentado amarte con todo mi ser pero sé que nunca fui suficiente para ti y eso está bien. No todos pueden amar de la misma manera." Historia original. Cualquier copia/adapt...