Unbreakable | Purinz

Cuatro

Despertó al día siguiente sintiéndose más vacía que nunca. No podía sacudirse la sensación de haber sido utilizada, a pesar de que se había dejado no había sido por deseo propio, sino por miedo.

Mientras se vestía, Chaewon se miraba en el espejo. Su mirada perdida reflejaba la tristeza y la decepción que sentía consigo misma, se fue tratando de no despertar a Yunjin. No quería hablar con ella en ese momento, no después de lo que había sucedido la noche anterior.

Se sentía sucia y desesperada, como si hubiera perdido algo importante; necesitaba hablar con alguien, alguien que la escuchara sin juzgarla.

Asi que llegó al departamento de Kazuha y esta la recibió con un abrazo reconfortante.

—¿Qué pasa? Sabes que puedes confiar en mí—preguntó la menor con preocupación.

Chaewon se dejó caer en el sofá y soltó un largo suspiro antes de responder.—No sé qué hacer, me siento tan mal, tan sucia—dijo con lágrimas en los ojos.

—¿Qué ha pasado?—pregunto Kazuha con voz suave.

La mayor comenzó a contarle lo que había sucedido la noche anterior con Yunjin.

—No quería tener sexo con ella, pero no pude decirle que no. Me siento tan débil y asquerosa—dijo entre sollozos.

La menor simplemnte la abrazó.

—No eres débil ni asquerosa, eres fuerte por seguir adelante después de todo lo que has pasado. Y nunca permitas que nadie te haga sentir menos de lo que eres.

La pelinegra sollozó en los brazos de su amiga y se sintió agradecida por tener a alguien en quien apoyarse.

—Gracias Zuha, siempre estás ahí para mí—expreso con voz temblorosa.

—Siempre estaré aquí para ti, siempre—respondió mientras acariciaba el cabello de su amiga.—Entiendo que la amas, pero si ella te hace sentir así, eso no es amor. Te mereces algo mejor que esto.

—No puedo hacer eso, la amo y no quiero herirla.

—Pero ¿y tú? ¿Qué hay de tus sentimientos? ¿No importan?

—No sé, no sé que hacer.

—Puedes hablar conmigo siempre que quieras, te escucharé y te apoyaré.

—Gracias, Zuha, eres tan buena conmigo, me haces sentir mejor cuando estoy contigo.

—No tienes que agradecerme, te amo.

Kazuha sentía algo muy especial por su mejor amiga, algo que no podía explicar con palabras. Cada vez que la abrazaba, sentía su corazón latir con fuerza y un cosquilleo en su estómago. Admiraba su valentía y su dulzura, pero también sentía tristeza al ver cómo Yunjin la trataba con tanto desprecio. Sabía que esta última no valoraba el amor de Chaewon como ella lo hacía, y eso le dolía profundamente. A menudo se preguntaba por qué la mayor seguía con alguien que la trataba tan mal.

Cada vez que la veía herida o llorando sentía una profunda tristeza en su corazón, quería hacer algo para protegerla y cuidarla. Pero también sabía que no podía interferir en sus decisiones, que debía respetar su elección de estar con Yunjin, aunque eso significara verla sufrir. En el fondo de su corazón, Kazuha anhelaba que Chaewon se diera cuenta de sus verdaderos sentimientos y le correspondiera, pero sabía que eso era imposible.