Trece

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La relación entre Chaewon y Yunjin permanecía en un estado de estancamiento. No había grandes discusiones, pero tampoco existía una verdadera conexión emocional entre ellas. Sus interacciones se limitaban a preguntas sobre la comida o tareas domésticas, pero no había verdadera cercanía ni intimidad.

La mayor se sumergió en su pasión por la pintura, dedicando largas horas a crear obras de arte que expresaban sus emociones más profundas. A través del lienzo y los colores, encontraba una forma de escape y una vía para encontrar la tranquilidad que tanto había anhelado. Sus pinceles se convertían en sus confidentes silenciosos, permitiéndole liberar sus sentimientos.

A pesar de la ausencia de una comunicación significativa con Yunjin, seguía amándola inmensamente. Su amor por ella era profundo y arraigado, y aunque su relación estaba en un punto muerto, Chaewon se aferraba a la esperanza de que algún día las cosas cambiarían.

Kazuha, por su parte, intentó acercarse a ella en un intento de brindarle consuelo y apoyo en un momento de soledad. Sin embargo esta se mantuvo distante y prefería estar a solas en su mundo de pintura. No era que no apreciara la preocupación de su amiga, sino que necesitaba tiempo para pensar. Sabía que había sacrificios que debía hacer, a pesar de todo el dolor que sentía en su relación con Yunjin, su amor por ella era tan fuerte que no podía permitirse perderla. Por ahora se sumergía en su arte, encontrando una forma de autoexpresión que la llenaba de satisfacción y calma.

En el silencio de su estudio se entregaba a la creatividad a través de sus trazos y colores, buscaba liberarse de las ataduras emocionales y encontrar una conexión más profunda consigo misma.

[...]

Como era costumbre la menor llegó tarde la universidad, se sentó en la mesa esperando que su novia le sirviera la comida.

—¿Por qué Eunchae se fue tan pronto?—rompió el silencio.

—Tuvo que irse porque no puede faltar a la escuela. Sabes cómo es, Eunchae es muy exigente y perfeccionista cuando se trata de sus estudios.—Respondió la más baja colocando un plato en la mesa.

—Ah, entiendo.

—Ella siempre ha sido así. Siempre se esfuerza al máximo en todo lo que hace.

El resto de la cena transcurrió en un incómodo silencio. Yunjin se mostraba distante y fría, sumida en sus pensamientos mientras comía. Chaewon, por su parte, se sentía cada vez más distanciada de su pareja. A pesar de que intentaba mantener una actitud serena, el dolor y la tristeza seguían presentes en su corazón.

Después de terminar la cena, la mayor recogió los platos sin decir una palabra. Yunjin, por su parte, se levantó de la mesa y se dirigió al baño de estar sin mostrar ningún gesto de afecto o interés.

Se sentía herida por la frialdad de su novia. A pesar de sus esfuerzos por mantener la calma y la compostura, el amor y la conexión emocional que solían compartir parecían desvanecerse lentamente.

Antes de que pudiera reunir el valor para abordar el tema, el cansancio y la tristeza la abrumaron así que se retiró a su habitación, deseando encontrar la paz y la tranquilidad que tanto anhelaba. Se recosto en la cama, suspiró e intentó dormir pero de repente el teléfono de Yunjin comenzó a vibrar.

Con curiosidad e incertidumbre se acercó sigilosamente al celular, este se encontraba junto a la mesita de noche, vio las notificaciones en la pantalla que indicaban la llegada de mensajes de una tal "Sakura". Su corazón se aceleró, y una mezcla de miedo y angustia se apoderó de ella. Con manos temblorosas, decidió abrir los mensajes y leer lo que decían.

Unbreakable | PurinzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora