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Narrador PV

El mensajero llegó al orfanato, bajó de la moto, cogió la caja y la carta de su porta equipajes y subió la escalera, llamó al timbre y poco después se abrió una puerta.

Apareció una monja.

— ¿En qué puedo ayudarle caballero?

—Hermana, esto es un paquete enviado por mi jefa, en ellos pone los nombres quienes van dirigidos.

—Muchas gracias. —dijo la monja, cogió el paquete y se despidió del mensajero.

Cerró la puerta y se fue al salón.

—Hermana Aurora, esto es para usted. —dijo al ver el nombre en la carta.

—Gracias hermana.

Cogió el sobre y el paquete y miró el nombre de Nirelle en la caja, fue a la habitación de la niña.

—Nirelle, tienes un paquete.

— ¿Quién?

—No sé, puede que sea la mujer del centro comercial. —se pudo ver un brillo de ilusión en sus ojos.

La hermana dejó el paquete y lo abrió. Nirelle levantó las solapas y vio el peluche lo cogió y lo abrazó mucho, la hermana sonrió al verla contenta.

Abrió el sobre y leyó la carta.

—Dice que se llama Divertosito, es un personaje de una serie de dibujos que ella veía de pequeña y que le ayudó mucho en su infancia. —le dijo.

—Oooh.

Dejó a la niña con el oso y tiró la caja, después fue hablar con la madre superiora.

Llamó a la puerta y cuando escuchó un pase, entró.

—Hermana Aurora, ¿Qué le trae por aquí?

—Madre superiora, ¿se acuerda que le he contado lo que ha pasó en el centro comercial?

—Sí, que una amable joven ayudo a que usted se pudiera reunir con Nirelle.

—Sí.

—Ha cumplido lo que ha prometido, le ha comprado un oso y lo ha enviado, ahora lo tiene la niña, pero hay algo más. —le entregó la carta.

La mujer la leyó y se sorprendió.

—Nunca imaginé que pudiéramos encontrarla. —dijo la hermana.

— ¿Seguro que es ella?

—Bueno, las he visto juntas y se parecen mucho y su sonrisa es como la de Nirelle, no creo que ella se haya dado cuenta de eso. Además la niña le habló, sabemos que es muy callada y tímida y más con desconocidos pero dejó que esa mujer la cogiera en brazos y le sonrió además de hablarle.

La mujer mayor se acercó a un archivador y abrió un cajón, sacó la carpeta de Nirelle.

—Aquí está la partida de nacimiento de la niña y una carta de la madre que lo explica, es desgarrador. 

— ¿Puede leerla de nuevo? —pidió la hermana.

—Está bien.

—Dejo a esta niña en su orfanato porque no la quiero para nada, he aguantado durante el embarazo hasta tenerla para apartarla de mí. Ella es hija de una mujer rara, que me da mucho asco, siempre me lo dio. No sabe de la existencia de esta niña, se lo dejo a ustedes.

Esa mujer la conocí en una fiesta universitaria, ella iba muy borracha y mis amigos se aprovecharon de ella, por supuesto no se acordará de nada porque le echaron algo a la bebida para que se le subiera más rápido. Después la llevamos a una habitación, uno de mis amigos quiso abusar de ella, pero se sorprendió al ver lo que tenía entre las piernas, era una aberración de la naturaleza. Me apostaron que no me acostaría con ella, por supuesto todos íbamos bastante bebidos.

Dijeron que no me atrevería acostarme con una mujer con pene y lo hice, pero meses después supe que estaba embarazada, no soy un ser horrible, así que no aborté la tuve y ahora son ustedes las que se ocuparan de ella. No quiero saber nada, ni siquiera si enseña esta carta a la madre de la niña, no me importa, no me encontraran. Además ella no sabe quién soy, pero puedo asegurarles que ella es la madre. Entréguensela cuando la encuentre.

Su nombre es Kara In-Ze. —terminó de leer.

—Por dios, y dice que no es alguien horrible. —dijo la hermana Aurora.

—Si es la misma Kara In-Ze, tiene que saber que tiene una hija y entregársela cuanto antes.

—Tiene razón madre, ¿pero cómo nos pondremos en contacto con ella?

— ¿No ha dejado número de teléfono ni dirección?

—No. —miró el sobre.

La madre superiora se acercó a la mesa y usó el ordenador.

—Estamos en la era informática, seguro que encontramos algo. —dijo.

—La señorita Luthor fue muy amable en entregarnos ordenadores y servicio de internet. —dijo la hermana.

—Es cierto, pero me he enterado que no somos el único orfanato que tiene estos avances. Los demás orfanatos de la ciudad también lo tienen e incluso los de Metrópolis. Y me enteré que tanto ella como su familia han hecho donaciones de ordenadores y clases de informática a los conventos.

—Que Dios siga cuidando de ellos. —dijo la hermana.

—Amén. —dijo la madre superiora.

La hermana Aurora se acercó a ella y miraron y buscaron alguna referencia que hablara de Kara In-Ze.

—Es directora de la empresa tecnología Danvers-El Corp. —leyó la hermana.

— ¿No es la empresa que creó la prótesis de rodilla para la hermana Margarita? —preguntó la madre superiora.

—Sí y cuando supieron para quien era, les dijo al hospital que no cobraran nada por la prótesis.

—Cierto. Bueno ahora ya sabemos quién es. —vieron la foto de Kara en la pantalla.

—Es ella, la que nos ayudó. —corroboró la hermana.

—Bien, voy a llamar.

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