Familia Supercorp

26

A la mañana siguiente, me desperté por culpa de la luz del sol, estaba cansada apenas había dormido porque había tenido pesadillas de todo tipo.

Miré a mi lado y estaba mi pequeña completamente dormida.

—Supongo que hice bien que viera un par de capítulos de los osos amorosos.

Me giré y miré el reloj de mi mesita de noche, eran las nueve de la mañana, me desperté de golpe al ver esa hora. Nunca había dormido hasta tan tarde, ni los fines de semana.

Era hora de levantarse, así que me giré y la acaricié la carita.

—Mi amor, es hora de despertar.

—Mmm, un poquito más. —dijo refunfuñando.

—Jeje, eres como yo, no eres de mañanas ¿eh? —dije sonriendo.

Me levanté para dejarla dormir, fui a la cocina y me preparé café, mientras la cafetera se calentaba, volví a la habitación y cogí el móvil, salí sin hacer ruido y llamé a Sam.

—Buenos días mami, ¿Cómo estás? —preguntó aunque la primera parte fue una burla, pero lo dejé pasar.

—Cansada, no he dormido apenas.

—Lógico, la pequeña no te habrá dejado.

—Oh no Kira se ha dormido de un tirón, sigue durmiendo a decir verdad. No he dormido porque he tenido pesadillas.

—Sabes que Kara está bien ¿verdad?

—Sí.

—Y que la niña está dormida en tu cama.

—Lo sé, pero mi subconsciente ha querido jorobarme la noche.

—Supongo que eso cambiara cuando veas a Kara.

—No lo sé. —suspiré.

La cafetera sonó y saqué una taza, me lo llené y le di un sorbo.

—¿Hay algún problema por ahí?

—No, todo marcha bien, así que puedes tomarte el tiempo que necesites, seguro que Kira y Kara te necesitan. Y no te preocupes por la empresa, está tu padre, sabe que tardarás en volver por lo que le ha pasado a Kara.

—Gracias Sam, ahora lo llamaré.

—Cuando vayas a ver a Kara salúdala de mi parte y que se recupere pronto y dale un beso a esa pequeña.

—Lo haré, adiós Sam.

—Adiós.

Bebí otro sorbo de café y llamé a mi padre.

—Hola Lena.

—Hola padre, perdona que tengas que seguir en la empresa.

—Oh no te preocupes, apenas hago algo por aquí, lo tienes todo muy bien controlado hija. No como tu hermano que es todo un caos, por eso cada x tiempo tu madre y yo tenemos que viajar a Metrópolis, para ayudarlo con el trabajo. Pero tu hija mía, eres increíble, la gente está encantada de trabajar para ti, no tienes papeleo retrasado, siempre estás al día de todo. Ojala tu hermano aprendiera de ti aunque sea un poco. Esto sí que es trabajar bien.

—Gracias padre.

—Ahora dime, a que se debe tu llamada.

—He hablado con Sam y me ha dicho que estarás más tiempo en la empresa porque yo no podré estar. Gracias por eso de verdad. Kara me necesita con ella, es cierto que tiene  a su familia, pero tienen una empresa que dirigir.