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maratón 2/?

Nos dirigimos al centro comercial y a ratos miraba por el retrovisor para ver como estaba.

—Nirelle, quiero que me prometas una cosa. Sé que estás asustada en estos momentos porque no nos conocemos, espero que podamos cambiar eso con el tiempo, pero necesito que hoy hables, quiero que seas sincera con las cosas que te vaya preguntando, como lo que te gusta y lo que no. ¿Entendido?

—Sí.

—Bien. —sonreí.

Llegamos al lugar y aparqué, nos bajamos y desabroché a la niña del asiento.

—Cielo, creo que Divertosito debe quedarse aquí, no queremos perderlo ¿verdad?

Ella lo pensó, miró el oso y negó, lo dejó a un lado, en el asiento.

—Pórtate bien. —le dijo.

Eso me pareció muy tierno, la cogí y la bajé del coche.

Nos adentramos en el edificio y vi un señor rodeado de bicicletas, nos acercamos.

Nos adentramos en el edificio y vi un señor rodeado de bicicletas, nos acercamos

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—Disculpe, ¿para qué son? —le pregunté.

—Es para que los padres puedan llevar a sus hijos, al menos los que no vayan con cochecito. Este lugar es enorme y se cansan enseguida, así que el dueño del centro pensó en estas bicis para que los padres puedan llevarlos y los niños estén cómodos en ellas y se cansan mucho menos.

—Entiendo, ¿se alquilan?

—Sí.

—Deme una por favor.

—Por supuesto. —nos entregó una.

—Hija, siéntate en ella y pon los pies aquí. —le señalé el reposa pies que ella podía alcanzar.

Ella obedeció y después le dije que cogiera el manillar y así lo hizo.

Mi madre le preguntó dónde podía coger un carro grande y que se pudiera circular por todo el lugar, porque teníamos que comprar muchas cosas.

—El propio carro del supermercado, le permitirá usarlo por todo el recinto hasta el parquin, allí hay puesto donde dejarlos después. —explicó.

—Muchísimas gracias. —dijo mamá.

Se acercó a nosotras.

—Será mejor ir primero al supermercado.

—De acuerdo. —miré a Nirelle. —¿Que te gusta desayunar?

—Cereales, tortitas con caramelo también con azúcar. —dijo la pequeña.

—Vale, vamos a empezar por los cereales, lo demás hay en casa.

Entramos en el supermercado y mamá cogió, empezamos a pasear por los pasillos buscando cosas que podría comer Nirelle y cosas que le gustaban, champús etc. Por supuesto nada fresco, eso lo haríamos cuando fuéramos a salir.

Familia SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora