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Kara PV

Estaba tranquila al fin, llamé a mi familia y una hora después se presentaron, querían celebrar que todo se había terminado.

Mi hermana habia traido una botella de champagne, así que la abrió y llenó las copas que habia sacado Lena.

—Brindemos por que todo lo referente a Lucy se ha terminado.—dijo mamá Eliza.
—Si, por fin podemos respirar tranquilas.—dijo mamá Alura.
—Salud.—dijo Sam.

Todas levantamos la copa y las chocamos unas con otras y bebimos.

—Ahora brindemos por la boda de mi hermanita.—dijo Alex.
—Sí, ¿para cuando tú?—preguntó mamá Alura.
—Pues...— se sonrojó, no sabía que decir.
—Aun es pronto para nosotras, hace poco que viniste a vivir con Ruby y conmigo.—dijo Sam.
—Te has librado por esta vez.—dijo mamá Alura.

Alex respiró, Lena y yo no dejamos de verla y nos aguantabamos la risa.

—Al menos esta vez no es a mi que me atosigan con ¿cuando te casas?— dijo Lena.
—No, pero tu madre te atosigara con otra cosa, como por ejemplo hijos.—dijo Sam.
—Hey, que se conformen con Kira, de momento.—dijo Lena haciendo un puchero.

Ahí me reí bien fuerte, hacía rato que me estaba aguantando.

—Cambiemos de tema, hablemos de la boda. ¿Que teneis pensado?—preguntó mamá Alura.
—Bueno, hemos hecho una lista y la verdad es que es poca cosa, podemos casarnos perfectamente este año.—le dije.
—¿Que habeis pensado?—preguntó mamá Eliza.

Lena se levantó y fue a por la libreta que se habia comprado hacía poco donde tenía apuntado todo lo que queriamos. La llamaba la libreta de la boda, era rosa con unas letras doradas en el centro de la tapa, era muy cursi, pero tenía su utilidad.
Cuando volvió, se lo pasó a mamá Alura y como mamá Eliza estaba a su lado, miró también la libreta.

—Vaya, pues si que teneis cosas pensadas.
—Bueno, ahora que estais aquí.—Lena me miró y yo asentí.
—Quisiera pedir a Sam y a Alex que sean mis Damas de Honor.
—Por supuesto que si. Al menos yo.—dijo Sam, se acercó a ella y se abrazaron.
—Será un honor, ser tu Dama de Honor.—dijo Alex, se acercó a Lena y la abrazó.
—¿Porque Alex es la Dama de Honor de Lena y no la tuya?—preguntó mamá Alura.
—Porque quiero pedirle a Winn que sea el padrino.
—Entiendo.
—Kira será la niña de las flores.—dijo Lena.
—Ooooh.—dijeron las cuatro.
—¿Donde lo hareis?—preguntó mamá Eliza.
—Quiero hablar con mis padres para ver si podemos celebrar la boda en el jardín de la mansión. No queremos a mucha gente, solo la familia cercana y los buenos amigos.—contestó Lena.
—Me parece bien.—dijo mamá Eliza.
—Si, las bodas intimas son lo mejor.—dijo mamá Alura.
—Y queremos que un amigo sea el oficiante.—dije.
—Es facil decirlo, pero ¿a quien habeis pensado?—preguntó Alex.
—Oliver, aunque tendré que preguntarselo. Solo tiene que sacarse el titulo por internet para que sea una boda oficial. No queremos nada de prensa, Kira no lo soportaría.—le dije.
—Lo entiendo. Seguro que querrá hacerlo.—dijo Alex.
—Sí, yo también lo sé.
—Veo que lo teneis todo bien pensado y no veo que falte nada en la lista.—dijo mamá Eliza.
—Tenemos tiempo, pero Lena quiere ir viendo vestidos antes de que llegue la temporada de bodas, para poder escoger el mejor.
—Es cierto, así que necesitaría a Sam, mi Dama de honor y a mi madre para eso, estoy seguro que a mi padre no le importará sustituirme esos días.—dijo Lena.
—Yo llevaré a mamá Alura y a mamá Eliza.—dije.
—Una buena decisión y si Alex quiere ayudarnos...—dijo mamá Eliza.
—Por supuesto que si, aunque no sea la Dama de Honor de Kara, ayudaré a buscar su traje.
—Gracias.—dije.

Seguimos hablando de otras cosas, pero hacía rato que había dejado de beber, tenían que volver a casa.

Lena PV

Hemos ido a diferentes tiendas durante dos meses, no ibamos a diario, pero no encontraba nada, hasta que mi madre me dijo que había un desfile de trajes de novia en Nueva York, pensé que por mirar no iba a pasar nada y puede que encuentre el vestido en la ciudad, así que me cogí unos días y me fui con mi madre y con mi mejor amiga a la gran ciudad, concretamente a Manhattan.

Kara PV

Lena me dijo que se iba a ir unos días a Nueva York, así que Kira y yo ibamos a estar solas ese tiempo.

Fuimos al trabajo, pero no dejé a mi niña en la guardería, pasamos por el laboratorio para ver si mis madres estaban disponibles y mi hermana también. Por el camino vi a Winn, así que hablé con él.

—Hola Kara.
—Hola Winn, ahora que te veo tengo que hablar contigo.
—Dime.
—¿Quieres ser mi padrino?
—¿Padrino?
—Oh, si no te lo he dicho, a penas nos hemos visto. Le pedí a Lena que se case conmigo en navidad y ahora estamos preparando la boda. Ella está en Nueva York buscando vestido.
—Ooooh, enhorabuena.—nos abrazamos.—y será un honor ser tu padrino.
—Gracias amigo.

Después nos separamos del abrazo y nos despedimos, él tenía que volver al trabajo y yo tenía que ir a por mi familia.

Fui al laboratorio y las vi allí hablando, no sé si estaban trabajando.

—Hola familia.—les dije al entrar.

Las tres me miraron y sonrieron, después mamá Alura se acercó a Kira y la cogió en brazos y la abrazó y besó.

—¿Que te trae por aquí, cariño?—preguntó mamá Eliza mientras se acercaba a mi y me abrazaba.
—Bueno, Lena va a estar fuera unos días y quería saber si teníais trabajo, porque quiero empezar a ver mi traje.
—Oh, eso es estupendo.—dijo mamá Alura.
—Yo no puedo ir, tengo trabajo y después tengo que ir a recoger a Ruby de la escuela. Sam tampoco está.—dijo Alex.
—Lo entiendo, no te preocupes, y iré con ellas.—le dije señalando a nuestras madres.
—De acuerdo, pero si encuentras algo quiero que me envies una foto, ¿de acuerdo?
—Lo prometo.— la abracé y nos fuimos las cuatro.

Entramos en un par de tiendas de ropa de hombre, pero no había nada para una boda y menos para "el novio".

—Hay más tienda de ropa de mujer que de hombre en esta ciudad.—me quejé.
—Es que la mujeres tenemos mucha variedad.—dijo mamá Alura.
—¿Seguro que no quieres un vestido?—preguntó mamá Eliza.
—Mamá no me quedan bien los vestido y lo sabes, además ¿como voy a esconder el bulto de entre mis piernas?
—Bueno, no tiene porque se un vestido ceñido, también hay de falda ancha y larga, como las princesa.
—Mamá, eso no me va a quedar bien. Además jamás me pondría algo tan cursi y menos para mi boda. Quiero tener un día hermoso para recordar, no ser el hazme reír de todo el mundo.
—De acuerdo.

Ese día me rendí, no encontré nada, así que al ver la hora que era, llevé a mis madres a la empresa para que cogieran su coche y después Kira y yo nos fuimos a nuestra casa.

Familia SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora