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Llegamos a casa y fuimos directas a casa de mis suegras para recoger a Kira, la extrañaba mucho.
Cuando llegamos, Kara llamó al timbre y poco después el mayordomo nos abrió, sonrió al vernos y nos dejó pasar.

—Las señoras están en el salón, tienen visita, los Luthor y la señorita Alex, la señorita Sam y Ruby, también se encuentran.
—Toda la familia.—dije.
—Sí, señora Danvers.

Nos llevó al salón y abrió las puertas, entramos y todos nos vieron. Mi niña se puso muy contenta, se bajó del sofá y vino a nosotras corriendo.

—Mami, mamá.— me abrazó las piernas.

Dejamos las maletas y las bolsas en el suelo y cogí a mi niña.

—Hay mi niña, te he echado mucho de menos.—dije mientras le iba dando besos por toda la casa.

Kara se acercó a mi y besó a Kira.

—Hola bebé.
—Mamá.—pidió que la cogiera y se la pasé.

Kara también la llenó de besos.

—¿Te has portado bien?—preguntó.
—Sí.

Me miró y me acerqué la la bolsa de viaje y saqué el peluche.

—Te hemos traído un regalo.—dijo.

La bajó y yo me agaché.

—Mira a mami.—dijo Kara, Kira se giró y vi una cara de sorpresa, le di el muñeco y lo abrazó muy fuerte, le había gustado se notaba.
—Gracias.—dijo acercándose a mi y me abrazó.
—De nada mi cielo.

Después se fueron acercando los demás miembros de la familia, se alegraban mucho de vernos, después nos unimos a ellos y empezaron a preguntarnos como era Hawaii, si no habíamos divertido, que había hecho y visto etc.
Lo contamos todo, bueno casi todo y después les entregamos sus regalos. Me alegré que estuvieran todos reunidos, porque así no me olvidaba de entregárselos y menos de uno en uno.
Estuvimos poco rato porque estábamos cansadas, nos despedimos de ellos y Kira hizo lo mismo, salíamos y vimos su maletita en la puerta lista, así que la cogimos además de todo lo demás que llevábamos, cogimos el coche y nos fuimos a casa.

—Cuéntanos ¿que has hecho estas dos semanas?—preguntó Kara.
—Pintar, jugar con las abuelas, esos juegos para muchos.
—Juegos de mesa.—dijo Kara.
—Sí, eso. También he hecho muchas fiesta del té con las abuelas y con la abuela Lillian. Vino cada día para estar conmigo.

Sonreí al saber eso, se notaba que mi madre quería a Kira.

—Un día vino el tío Lex con ella.
—¿De verdad?— eso me sorprendió, vino a la boda pero no tuvimos relación.

Pensé que seguía enfadado por lo de "su novia".

—Sí, pero no se acercó a mi, habló con las abuelas y con la tía Alex que ese día estaba en casa.—dijo con un tono triste.

Me fijé como Kara apretaba el volante con las manos y yo me quedé pensando.

—¿El tío Lex no me quiere?—preguntó y eso me dolió mucho.
—No lo sé cielo.—le dije, fue lo único que pude decir.

Era algo difícil de contestar, y no me gustaba nada ver triste a mi niña y menos por culpa del estúpido de mi hermano.

—"Tiene que aceptar una puñetera vez que tu "novia" es una criminal. No entiendo porque paga su frustración con una niña pequeña que es inocente de todo esto. Es muy inmaduro si sigue enfadado porque papá le mostró la verdad. Nosotros no tenemos la culpa y mi niña menos todavía".
—No te preocupes cariño, no dejaremos que se acerque a ti.—dijo Kara y la miré, estaba furiosa.—No voy a dejar que nadie ponga triste a mi niña.
—Lo sé.—suspiré, no podía defender a mi hermano en esto.

Familia SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora