45

1.5K 145 9
                                    

Pasaron unas semanas, faltaba poco para navidad, así que Kara quería hacer algo especial, preparar algo innolvidable para ellas. Quería pedirle a Lena que se casará con ella, así que se cogió una tarde, con Kira, para ir a la joyería que iban a veces sus madres para hacerse regalos importantes en días importantes.

—¿A donde vamos, mamá?
—Vamos a mirar anillos.
—¿Porque?
—Porque pronto será navidad, por cierto, ¿has hecho la carta para Santa Claus?
—Sí, la tengo en la mochila, mamí me ayudó a escribirla.
—Oh bien, después iremos al centro comercial y entregarsela directamente al ayudante de Santa.
—¿Santa no está?
—En esta época del año, envia a sus ayudantes porque él está muy ocupado.
—Ya, tiene que leer muchas cartas, ¿no?
—Entre otras cosas.— Kara sonrió.
—Y ¿porque no pides a Santa que te envie anillos?
—Cielo, este regalo tengo que hacerlo yo personalmente, no puedo pedirselo a Santa.
—Ah.
—Por eso vamos a mirarlo juntas.— le sonrió.

Llegaron a la tienda, Kara levantó a su hija para que pudiera ver mejor las cosas.
Miraron los escaparates, hasta que un hombre se acercó a ella.

—¿En que puedo ayudarla?
—Buenas tardes, quiero un anillo de compromiso.—dijo Kara.
—Oh, ¿como lo quiere?
—Pues que tenga un diamante, pero no muy grande, pero tampoco enano, sus dedos son largos y delgados, como los de una pianista.
—Entiendo, veamos.— empezó a sacar bandejas de satén con los anillos, cajas con el anillo dentro y Kara empezó a mirar.

Después de un rato, vio uno que le llamó la atención, por supuesto no estaba junto con los que le estaban enseñando, le dijo al hombre que quería verlo y él lo sacó de la vitrina y se lo mostró.

—Es precioso, ¿verdad?—preguntó el hombre.
—Sí, hableme de él.
—Pues, es de oro blanco de 18 quilates, con un zafiro azul llamado Royal Blue Oval de 12, 64 quilates acompañado por una orla de 63 diamantes de 1,14 quilates y 30 diamantes más por el aro de 0,47 quilates o y la talla del zafiro es de 15,22mm x 12,40mm.—explicó el dependiente.

—explicó el dependiente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me gusta.
—Lo imagino, pero es una de las piezas más caras que tenemos en la tienda, no sé si...

Kara lo miró extrañada, pero no le dijo nada.

—¿Cuanto cuesta?— preguntó levantando una ceja.
—180 mil dólares.
—Si está preocupado porque no pueda pagarlo y le puede caer una bronca por dejar que alguien se lleve un anillo tan caro, se equivoca conmigo, puedo pagar por él perfectamente.— dijo educadamente, podía haberle enviado a la mierda al insinuarle que ella no podría pagar por ese anillo. Pero no lo hizo por tres razones, la primera porque sus madres eran clientes fijas en la joyería, segundo porque no iba a encontrar ese anillo en ningún otro lado y tercero, tenía a su hija allí, no podía hacer un numerito, tenía que ser educada por ella.
—Entiendo. Ejem, ¿se lo envuelvo?— preguntó nervioso.
—En la caja en que está es suficiente gracias.—dijo Kara.

El hombre, fue a por su jefe porque tendría que hacer mucho papeleo por la venta de ese anillo, ya que era muy valioso y carisimo.

Le dijeron a Kara que entrara en la oficina, entró y dejó a Kira en el suelo y le dijo que no se moviera que leyera su cuento mientras tanto.

Familia SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora