17 otra vez ☆ Renjun Harem ☆

¿Enemiga?

Todos los presentes se quedaron de piedra al oír aquella confesión. Renjun miraba a cada uno sin comprender su reacción y J quería golpearlo porque él mismo estaba haciendo difícil que los demás lo dejaran ir como quería.

A veces quisiera renunciar a este trabajo

¿Por qué lo dices?

Porque eres tonto y ellos me dan pena

—Lo siento, ¿los hice sentir incómodos? —preguntó analizando el rostro de cada uno.

¿En qué querías trabajar? Me llama la atención que estuvieras a punto de firmar un contrato... no creo que sea algo relacionado con los humanos

No, de hecho, se me da mal leer las emociones de las personas

No me digas

Si no me decías te juro que no lo notaba

Perdón. Mi yo del pasado, mi pasado no tenía sentimientos por nadie y esperaba morirse joven

¿Qué?

No era feliz

No soy feliz

Bueno, ahora sí

Pero en ese presente, en el mío era todo lo mismo

Nada me importaba

Mi padre era una basura

No hablaba con mi mamá

Y tenía un par de amigos que solo salían conmigo cuando tenía dinero

Al menos te diste cuenta

¿Qué hubiese sucedido si no te devolvía al pasado?

¿En serio quieres hablar de eso aquí?

Espera a llegar a casa, J

—No nos incomodaste, Junnie —dijo Chenle, arreglando su voz—. Al menos por mi parte no esperaba que dijeras algo como eso.

Jeno asintió. —Concuerdo con Chenle. Pensé que eso jamás saldría de tus labios, me dejó algo impresionado, es solo eso. Agradezco que no te vayas.

—No debes agradecer nada... yo debería ser el que lo haga, de hecho.

Haechan lo miró sin entender. —¿A qué te refieres?

—Me hicieron... me hacen sentir vivo —sonrió con algo de tristeza—. Hace tiempo que no me sentía así.

Desde que perdí la memoria

Lo siento

—No nos pongamos sentimentales porque el primero en llorar es Junnie —dijo Yangyang—. ¿Dijiste que querías ir a la playa?

—¡Cierto! —sus ojos volvieron a brillar—. ¿Tienen algo que hacer el fin de semana? —los demás negaron de inmediato. Claro que no, para Renjun siempre estaban disponibles—. ¿Quieren ir a la playa conmigo? Jamás he ido...

—¡Nunca! —preguntó Jaemin. Renjun se sorprendió porque era la primera vez que el rubio frente a él demostraba otro sentimiento aparte del enojado o aburrido.

—No, nunca. Sería divertido ir con ustedes.

—Muy bien señorito Huang, te llevaremos todo el fin de semana a la playa —dijo Jeno, sonriéndole.

Shotaro asintió. —Tú solo lleva tu belleza y ropa de cambio y déjanos el resto.

—Esperen, ¿nos quedaremos allá?