Renjun entró después de tocar la puerta y se encontró con el director y Xion. Ambos lo miraron, pero uno deseaba matarlo, literalmente.
—Pase por favor, señor Huang.
Caminó hacia la silla junto a la chica y ella fingió que le daba miedo. Renjun la miró extrañado, pero no dijo nada para no tener problemas.
—¿Me llamó, director?
—La señorita Xion me dijo que sufrió un accidente antes de llegar al salón. ¿Sabes algo sobre eso?
—No tengo idea, señor.
El director asintió y buscó algo en su computadora, volteándola hacia ellos.
—Para tu suerte, tenemos cámaras en las escaleras por cualquier emergencia y pude ver claramente que tú no te topaste con ella en ningún momento. De hecho, el señor Na fue quien la encontró.
La chica abrió sus ojos y se sonrojó avergonzada. —Director, después de que hablé con Jaemin él me empujó...
—Xion —la detuvo—. Renjun subió las escaleras y en ningún momento se topó contigo, ya que tú ya habías sufrido el accidente. ¿Podrías decirme por qué trataste de incriminar al señor Huang?
—No trato de incriminarlo, él realmente lo hizo.
Renjun rodó sus ojos. —No sé qué problema tienes conmigo, pero no tengo la intensión de seguir escuchando como me involucras en algo que jamás hice.
¿Otra vez te equivocaste, J?
No
Pero ya no sé por qué vas a detención
El director dejó que se marchará de vuelta a clases y todo estuvo bien hasta que en clase de deporte Renjun fue obligado a jugar voleibol y golpeó a Xion en el rostro. El profesor de deporte le dio su querido pase a detención.
—¡Fue sin querer! —lo defendieron sus amigos—. Ella puso la cara ahí.
—No me ayuden, yo puedo solo —les pidió el castaño.
—¡Detención para todos ustedes el día viernes! —les gritó el profesor, sin tomarlos en cuenta.
Todos ellos sonrieron encantados.
Cuatro truenos más y Renjun se encontraba en el salón de detención con todos sus amigos. Xion no pudo sonreír victoriosa cuando se dio cuenta de que Jaemin había provocado al profesor para tener detención.
—Pueden irse, chicos. Disfruten del fin de semana y por favor, no vuelvan a detención o no seré tan buena persona.
Los alumnos que ya estaban acostumbrados, gritaron implorando que no les volviera a contar como se había divorciado de su segunda esposa.
Salieron de la escuela encontrándose con Chenle esperándolos.
—¿Qué haces aquí, Lele? —preguntó Renjun, abrazándolo.
—Jisung nos invitó a comer a su restaurante. Para celebrar el amor o algo así me dijo —se encogió de hombros y trató de cogerle la mano a Renjun, siendo bloqueada por la de Taro—. Lo tuviste en el salón de detención, es mi turno.
—¿Cuándo nos pusimos turnos para tenerlo? —preguntó Haechan, sujetando la otra mano del castaño.
Renjun negó y soltó ambas manos, guardándolas en sus bolsillos. —Vamos a comer, chicos.
Todos reclamaron por las manos pequeñas del castaño que al parecer no podrían tocar.
Llegaron en poco rato al restaurante de Jisung, más bien, de los papás del peliblanco. Mark y él estaban esperándolos en la puerta principal y en cuanto los vieron corrieron hacia ellos.
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17 otra vez ☆ Renjun Harem ☆
FanfictionUn viaje al pasado para reparar lo que nunca rompió, lleva a Renjun al borde de la locura. 🐶☀🐰🐑🦦🐬 🦊 🐹🐯 ☘ Advertencias☘ Mención de armas Drogas Palabras malsonantes