Mudanza

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Renjun como había dicho, se quedó alentando a Chenle y Mark mientras sus demás amigos iban a darse un baño.

—¿Qué haces aquí tan solo? —el castaño miró hacia arriba y se encontró con Jisung, quien lo miraba de mala manera.

—Porque estaba alentando a los chicos... ¿Por qué me ves así? —Jisung se encogió de hombros—. ¿Tienes algún problema conmigo?

El peliblanco mordió sus labios. —No lo sé. ¿Debería tener un problema contigo?

—No sé, tú dime.

Alguien del otro lado se lanzó hacia Renjun, casi asfixiándolo por segunda vez en el día. Ambos miraron hacia esa persona.

—Lee Mark —dijo Jisung, levantándose de su lugar.

—Hey, no te veía desde hace siglos, ¿cómo has estado? —el más alto se encogió de hombros—. Me alegro.

Renjun levantó una de sus cejas y sonrió divertido.

Es momento de escaparte y dejar que estos dos inicien su ruta de amor.

De acuerdo

El castaño no se levantó, pero intentó alejarse sin que los otros se dieran cuenta. Les avisaría a los demás que se encontraran en la salida. Jisung no lo detuvo y Mark estaba demasiado interesado en molestar al más alto para preocuparse de su amigo.

Girasoles

Chicos, los espero en la salida

No pregunten

Solo vengan después de que terminen

Continuó caminando y se topó con una de las chicas que había visto entregarles cartas a sus amigos.

—Al fin estás solo —dijo la chica. Renjun no entendió, pero por las películas que había visto, sabía que no era algo bueno.

Hijo mío

Corre

No importa que no puedas ver a los chicos

¡Corre!

Lo que no corrió en la competencia, lo hizo para alejarse de la chica y su grupito que no parecían felices con la existencia del castaño.

Lele: ¿Junnie dónde estás?

Nana: Te estamos buscando desde hace rato

Nono: ¡Huang Renjun!

Taro: Por favor dinos que no te moriste en algún lugar

Yangie: Yah, Injunnie.

Hyuckie: Una señal de vida por favor

Renjun se escondió detrás de los basureros de una casa antes de sacar su móvil y responder "chicos si me muero hoy, quiero que sepan que si me caen bien"

Escuchó a las chicas acercarse a su escondite y huyó una vez más hacia algún lugar donde no pudieran atraparlo. La fiebre ahora mismo no era importante, sabía que ellas no tendrían piedad hacia él por arrebatarles la atención de sus amados.

Un auto deportivo se detuvo frente a él y Haechan bajó la ventana del copiloto.

—Sube.

No tenían que decirle dos veces, abrió la puerta y se lanzó a los supuestos asientos vacíos, fijándose que sus demás admiradores estaban ahí mismos. Todo el camino a casa se fue sobre los tres que no parecían quejarse de aquello.

17 otra vez ☆ Renjun Harem ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora