17 otra vez ☆ Renjun Harem ☆

Nos vemos en 14 años

Renjun despertó temprano por la mañana, bajó a preparar el desayuno y planificó todo su día con su madre antes de despertarla para que comieran.

Conversaron largo y tendido sobre el mes alocado que había tenido el pequeño Renjun. En sus anteriores días, él hubiese preferido estudiar hasta que la nariz le sangrara y tener a su padre en la cima de la pirámide. Ahora mismo, era todo un Renjun nuevo.

—¿Qué quieres hacer hoy, cariño? —preguntó su madre mientras comía otro pedazo de panecillo.

El castaño se encogió de hombros. —Estuve pensando en que hacer y te tengo una propuesta.

—Soy toda oídos.

—Bueno, tenía pensado preparar la comida y ver una película en el sofá. Puedo preparar palomitas, después vamos a visitar a mi tía y pasar la tarde con ella. ¿Qué tal suena?

Su madre asintió encantada con el plan de su pequeño.

Como había dicho, preparó la comida y ordenó la mesa para comer. Luego preparó las palomitas y fue a comprar la gaseosa para hacer pasar como si fuera el cine.

Conversaron mientras la película pasaba y Renjun por fin se enteró de que su querida madre estaba planeando presentarle a su novio. Su padre no había negado el divorcio, así que todo estaba yendo de maravilla. La custodia de Renjun la hablarían una vez que las cosas estuvieran más tranquilas y el castaño ya sabía con quién quedarse, al menos hasta que pudiese independizarse.

En cuanto la película finalizó, Renjun ordenó todo lo que habían ensuciado y fueron a la casa de su tía.

—El cielo parece que se va a abrir —miró su tía por la ventana—. Creí que hoy no llovería.

¿Hasta qué hora me quedo aquí? Tengo miedo de no poder despedirme o al menos ver a mis amigos por última vez

No te preocupes, tu partida es a la misma hora de tu llegada.

Llegaste a este espacio-tiempo a las doce. Tienes ocho horas. Suerte

—Espero que no llueva, mis amigos querían juntarse un rato antes de volver a casa.

Su tía lo miró impresionada. —¿Tienes amigos, Junnie?

—Yo también estoy impresionada —confesó su mamá—, pero más que amigos, parecen los novios.

Ambas rieron divertidas y Renjun pudo sentir sus mejillas tibias. Estaba avergonzado por ser expuesto por su madre.

—No le creas tía, ella solo se burla de mí.

—Huang Renjun, yo no crie un mentiroso. Estoy segura de que hasta tu maestro a cargo sabe que todos ellos babean por ti.

—Deja de burlarte de tu hijo, lo estás avergonzando —su madre había sido regañada por su hermana mayor—. Me alegro de que tengas amigos, Junnie. Creí que... ya sabes...

Renjun suspiró y le acarició la mano con suavidad. —Tía, no te debes sentir culpable de nada. Además, eso ya pasó y yo no me morí —su pobre tía que aún seguía con el sentimiento de culpa comenzó a llorar, pidiéndole perdón un montón de veces. El castaño la abrazó con suavidad, acariciándole la espalda—. Ya pasó, no te preocupes.

Cerraste un ciclo con tu tía

Estoy orgulloso de ti, Renjun

Has hecho lo que cualquier persona con otra oportunidad haría

Tienes mucha suerte

Lo sé y me alegro

Espero que Renjun pueda seguir conectando con su familia