Jaemin quitó su visor de realidad virtual con las lágrimas picándole los ojos. Otra vez había fallado en detener esa trágica despedida.
Han pasado 20 años desde la última vez que vio a Renjun. Esta vez había logrado un poco más que las veces anteriores.
La primera vez que lo hizo la vida de Renjun duró un día porque la tarea era muy difícil y él no quería intentarlo.
Todas las líneas de tiempo terminaban con el lindo castaño acabando con su vida.
Recuerda que el quinto intento Renjun había besado sus labios con horror, al lindo chico jamás le había interesado ninguno de ellos.
Terminaba con Mark vendiendo drogas o con Jisung robándole a la gente, ni siquiera Chenle había llamado su atención.
Jaehyun, el chico del beer-pong lo había engañado un sinfín de veces con compañeros de la universidad.
La única línea de tiempo en la que logró llegar a una relación con él fue en sus sueños.
Los demás chicos se dieron por vencido la sexta vez que lo intentaron, pero Jaemin no podía olvidarlo. Su Renjunnie era demasiado valioso, ni siquiera le importaba terminar alejado de él, pero nunca lograba mantenerlo con vida.
Rompió todos sus avances y encendió un cigarrillo, volviendo a llorar con enfado.
—¡Maldita sea! —gritó.
Sus lágrimas caían al suelo mientras el pobre se sentaba en el suelo para poder estabilizarse.
—Me descubrió y no dijo nada. ¿Por qué nunca dice nada? —su cigarro se consumió sin que este se diera cuenta—. Huang Renjun, ¿por qué me odias tanto?
Un trueno fuera del recinto lo hizo sonreír. Los truenos le recordaban a Renjun. De fuerte impacto, pero de corta duración. Y la luz de los relámpagos era como la sonrisa del castaño, encandiladora, cegadora.
Las luces de emergencia se encendieron y Shotaro apareció con una bandeja de comida para su amigo.
—¿Otra vez falló? —le preguntó con serenidad.
Jaemin asintió y rascó su cuello.
—Jaemin, deberías dejarlo. Ya han pasado 20 años, no pudimos traerlo de vuelta. Déjalo ir.
—No puedo, Taro y no sé por qué —ya no secaba sus lágrimas porque era imposible detenerlas—. Quiero parar, dejar las cosas como están, pero algo me lo impide. ¿Estoy loco?
Shotaro negó y lo abrazó, llorando junto a él.
—Estamos todos locos si ese fuera el caso.
Estuvieron un buen rato sentados en el suelo.
—¿Deberíamos intentarlo una vez más? —le preguntó Shotaro.
—¿Qué va a cambiar?
—¿Qué tal si le damos un final feliz en vez de a nosotros?
—¿Cómo?
Tardaron un año completo en arreglar el equipo que Jaemin destruyó y los seis, incluido Chenle pusieron de su parte para darle un final a su querido Junnie.
Renjun despertó el día lunes muy temprano, peinó su cabello con suavidad y bajó las escaleras hasta el salón donde su madre le preparaba una bolsa llena de comida.
—¿Estás preparado para tu primer día de escuela, Junnie? —el castaño sonrió y asintió—. Muy bien, el autobús escolar pasará por ti muy pronto. Papá te dejó algunos dulces en tu mochila.
El castaño volvió a asentir y sujetó su lonchera con una enorme sonrisa.
—Yangie, ¿volverá pronto?
—No lo sé, cariño. Espero que sí, no pueden estar separados mucho tiempo.
Un lindo Renjun de siete años lucía una pequeña cicatriz en su frente, un accidente que provocó un pequeño rasguño y ninguna perdida.
Para sus 10 años, Yangyang regresó a Corea, el lindo castaño al verlo entrar por la puerta del salón corrió hacia él, abrazándolo con ternura.
—¡Yangie! —ambos se abrazaron—, te extrañé mucho.
Después de unos meses apareció un nuevo compañero, Osaki Shotaro. El pobre chico no manejaba muy bien el idioma, así que él y Yangyang lo ayudaron y lo incluyeron en su pequeño grupo de amigos.
11 años y Lee Donghyuck entró como un huracán al salón que ahora compartía con Renjun. Habló con todos sus compañeros, pero decidió que era una buena idea quedarse en el grupo de los extranjeros porque estaban igual de loquitos que él.
A los 12 años Jeno lloraba por algo que no quería hacer y estaba siendo obligado por su padre, Renjun lo sabía, lo había visto varias veces siendo regañado por el señor Lee.
—¿Sabes? Si no quieres estar en el equipo deberías salirte, no pueden obligarte a hacer algo que no quieres. Al final es tu vida, ¿no piensas igual?
—Para ti es fácil, no conoces a mi papá.
—¿Le has dicho como te sientes o solo a mí? —Jeno suspiró y volvió a llorar, siendo abrazado por el castaño que solo le acariciaba la espalda.
—Lo haré, gracias.
Jeno también se unió al grupo gracias a la ayuda que había recibido. Incluso los invitó a un recital de ballet y sus amigos asistieron encantados.
Un Na Jaemin de 13 años fue puesto junto a Huang Renjun para que este le ayudara con las cosas que se le hacían difíciles.
—No es complicado resolver esto, mira —sujetó el lápiz de su compañero de asiento y con lentitud le enseñó como resolverlo.
El grupo volvía a estar juntos, pero esta vez no había odio de Renjun hacia ellos. De hecho, los amaba mucho a cada uno de ellos por lo lindo que eran con él.
Cuando Renjun cumplió 17 años recibió un montón de regalos de parte de sus amigos, cada uno tenía una pequeña tarjeta con sus sentimientos.
—No puedo salir con todos ustedes, pero me siento muy halagado de que le guste a un grupo de jóvenes muy guapos.
Todos lo abrazaron.
—¿Pasa algo?
—Junnie, prométenos algo —el castaño asintió—. ¿Podrías ser feliz?
El grupo entero se quitó el visor de realidad virtual. Lo habían logrado, Huang Renjun había sobrevivido.
—¡Ya llegué! —gritó alguien, entrando al salón de experimentos.
Todos se voltearon a ver y corrieron a abrazar al chico que llevaba algo de comida en algunas bolsas.
—¿Pasó algo? —preguntó Renjun entregándoles la comida.
Jeno negó, secando sus lágrimas.
—¿Cómo has estado, Junnie? —preguntó Haechan, tratando de no llorar.
—Nos vimos hoy en la mañana, pero de acuerdo —los demás miraron a Haechan—. ¿Por qué están actuando de esta manera? Me asustan. Todos nos vimos en casa, ¿se olvidaron de mi rostro o algo así?
—¿A qué te refieres? —le preguntó Yangyang, acercándose a su amigo.
—Vivimos juntos. ¿Qué ya no se acuerdan? Después de la universidad y que ninguno de nosotros consiguiera novia, decidimos vivir en comunidad.
Jaemin se acercó a él y lo abrazó. —Sabía que algo había. Agradezco no haberme dado por vencido.
🦊🦊🦊
Y con esto doy por finalizada esta historia llena de amor.
Muchas gracias por leer 🦊💖
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17 otra vez ☆ Renjun Harem ☆
FanfictionUn viaje al pasado para reparar lo que nunca rompió, lleva a Renjun al borde de la locura. 🐶☀🐰🐑🦦🐬 🦊 🐹🐯 ☘ Advertencias☘ Mención de armas Drogas Palabras malsonantes