Palabras de aliento

411 75 1
                                    

Renjun volvió a casa ese día con un terrible dolor de cabeza. No era culpa de Mark o de J. Pero estar demasiado tiempo expuesto al sol no era bueno para él.

—¿Estás bien, cariño? —le preguntó su mamá, mientras le ponía algo de comida en el plato.

—Sí, no te preocupes. Me duele un poco la cabeza.

—Junnie, hace unos días estuviste en cama, no puedes esforzarte demasiado, ¿lo olvidaste?

—Lo sé, he tomado mi medicina y la tos desapareció. No hay de que preocuparse. ¿Cómo estás tú?

Habían hablado sobre mudarse de casa y así no tener que estar cerca de aquel hombre que solo llegaba por la noche y dormía en el sofá. Su madre le había pedido hace unos días el divorcio.

—Estoy bien, aunque lo creas. Tu tía me dijo que hay una casa en venta cerca de donde vive.

—¿De verdad? Sería divertido vivir cerca de ella. Hace mucho que no la veo y antes siempre estaba por aquí.

Su mamá asintió y suspiró. —Lo siento, cariño.

—¿Por qué?

—Por lo que pasó contigo hace años. Creo que tu tía aún se siente culpable y es por eso que no la vemos demasiado, de todas maneras, nos quiere mucho a los dos.

—¿Podrías contarme sobre el accidente, mamá?

—Claro, pero después de comer. Debes alimentarte para no caer en cama otra vez.

Me cae bien tu mamá

A mí también

Sería extraño que te cayera mal, aunque, no es imposible

En tus antecedentes dice que la detestabas por lo que pasó

Ya sé, J. Y me siento mal por haberme ido con el imbécil de mi padre

Por suerte estoy yo para abrirte los ojos

Amiga, te diste cuenta

Al terminar de comer, ambos caminaron hacia la sala de estar donde su madre suspiró varias veces antes de comenzar a relatar un accidente horrible que casi acaba con la vida de su único hijo.

Les resumiré la historia trágica de la señora Huang para que pasemos a la historia principal con los novios de Renjun

No son mis novios

Pero por lo que noté, la idea no te molesta demasiado

Cuenta la bendita historia, yo iré a dormir

Mejor, así no hay interrupciones

¿Ya te dormiste?

Eres un bebé, Junnie

En fin, aquí va un pequeño resumen

Renjun y su prima mayor jugaban en una pequeña plaza cerca de la casa de los Huang. Reían divertidos por los trucos fallidos que trataba el menor y cuando fue el turno de su prima, el balón rodó a la calle. La querida prima de Renjun fue por ella y el menor fue detrás por si debía ayudarla.

Ninguno de los dos se fijó en el enorme camión que se acercaba a máxima velocidad.

Tomaron el balón y la primera en dirigirse de vuelta fue la prima de Renjun. El menor empujó a su prima y el camión lo envió de vuelta a su nacimiento. Renjun estuvo en coma por tres meses y ya después se olvidó de algunas cosas, incluyendo a su querido amigo Liu Yangyang.

17 otra vez ☆ Renjun Harem ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora