¿Y si el Rey Carlos III y la difunta Lady Diana tuvieran tres hijos en vez de dos?.
Con la salida de Harry y Megan de la familia real británica, el escándalo no hace más que asomar el palacio de Buckingham.
¿Y si el rey Carlos usará un arma esco...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Es eso todo lo que tienes para decir? — su voz suena decepcionada.
Me detengo por un instante y me giro hacia él, tratando de encontrar las palabras adecuadas.
El momento se vuelve tenso, se palpita en el aire mientras nuestros ojos se encuentran de nuevo.
—Creo que sí — respondo, intentando transmitir mi determinación.
—No lo entiendo — dice acercándose — ¿Porque se vuelve tan dura, de repente?.
—¿Tan dura?.
—Sí, dura. Ayer le no parecía desagradable mirarme todo el tiempo.
Sus palabras me dejan muda, otra vez el tema a juego y yo sin saber que decir al respecto.
No sé que decir.
—¿Ahora tambien guardara silencio?— dice lamiéndose los labios.
Él se inclina aún más cerca. Hoy se atreve más de lo debido, y mi respiración se entrecorta.
—Su alteza se apresura a sacar conclusiones solo por un par de miradas — digo sintiendo cómo aumenta mi incomodidad.
Él se acerca aún más, su mirada fija en la mía, como si intentara leer mis pensamientos.
—Interesante, parece que eres una experta en evadir preguntas — dice con una sonrisa irónica.
Trago saliva y trato de mantener la compostura, pero mi corazón late demasiado rapido y mi mente se queda en blanco.
—No se trata de evadir, solo que algunas preguntas es preferible guardar silencio.... Con más razón cuando la otra persona no entiende el significado de "No"—respondo, tratando de contener el enfado que crece a cada segundo.
Él frunce el ceño y se queda en silencio por un momento con expresión seria. Parece que está a punto de decir algo, pero finalmente se muerde el labio y asiente, dando a entender que comprende mi postura.
—Tienes razón. Me disculpo si le incomodé, no era mi intención hacerlo.
Mis ojos se abren ligeramente sorprendidos por su respuesta.
"No fue tan difícil", pienso.
No esperaba que fuera capaz de reconocer comportamiento tan rápido.
—Gracias — digo sintiendo cómo se disipa cualquier tipo de mal estar.
Mi enojo empieza a reemplazar mi nerviosismo mientras retrocedo bruscamente.
Lo dejo con la palabra en la boca, sorprendido por mi reacción, y me marcho, sintiéndome liberada y a la vez frustrada por todo lo que ha sucedido.
