¿Y si el Rey Carlos III y la difunta Lady Diana tuvieran tres hijos en vez de dos?.
Con la salida de Harry y Megan de la familia real británica, el escándalo no hace más que asomar el palacio de Buckingham.
¿Y si el rey Carlos usará un arma esco...
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una hora.
Ese era el tiempo que llevaba sentada frente al atril, practicando una y otra vez sin el mismo pasaje sin obtener resultados. Una hora puede parecer mucho tiempo para algunas cosas, pero para otras demasiado poco.
Estoy segura que la frustración que llevo encima no se debe a la falta de efectividad para hacer música. Mas bien, se debe a cierta persona que no aparece hace tres días. Todo este enmaraño de cosas para que luego se desapareciera sin dejar rastros.
"Te llamare luego" fue lo que dijo antes de salir corriendo de la casa por llegar tarde, y cito textual, "A un compromiso real".
Tres días después empiezo a creer que esta relación no será un "Compromiso real", sino un "Compromiso de fantasía". ¿Cómo espera llamar cuando ni siquiera pidió mi numero?.
"Eres una estúpida Georgi, seguro que ahora que consiguió lo que quería no volverá a aparecer."
"No pienses así de el, es un príncipe. Seguro esta ocupado con sus "compromisos reales" y por eso no viene." pienso en mi cabeza.
Me dejo caer en la silla completamente rendida por la partitura y por la vida que tengo en estos momentos. ¿En que punto deje que alguien se interpusiera en mis planes? Yo no soy así, nunca lo fui. En mi vida la música siempre fue lo primero, El conservatorio, los ensayos con la orquesta, los conciertos; Todo estaba por delante de cualquier vinculo que pudiera desarrollar con alguien. Tal vez por eso mis dos únicos novios habían sido personas que hacían lo mismo que yo, porque era mas fácil estar con alguien que le apasiona lo mismo que a ti, que entiende tus prioridades y las comparte.
Pero de la nada apareció un señorito con una sonrisa y palabras bonitas, puso mi mundo patas arriba. Me dejo como una tonta desesperada por saber si nos volveríamos a ver. Esta es una Georgiana que desconozco completamente.
La Georgiana del pasado estaría decepcionada de la Georgiana del presente. La anterior yo nunca habría dejado que nadie se interpusiera en su camino, ni siquiera el mismísimo príncipe de Inglaterra. Mi hermana me mataría si me viera ahora mismo. Se reiría de mi y me mataría al mismo tiempo, me daría una buena sacudida para que volviera a la realidad. Pero aquí estoy, sumida en la confusión cuestionando mis tontas acciones.
-Dios, ¿Cómo he dejado que alguien me ponga así, de esta manera?- digo en voz alta.
Mientras mi vista se fija en un punto fijo en las partituras y mi mente da vueltas sin cesar, el sonido de alguien llamando a la puerta me saca de mi trance. Me levanto perezosamente, arrastrando los pies hacia la puerta. Mi sorpresa llega cuando la abro y me encuentro con la perfecta cara de Alexander frente a mí. Ambos quedamos en silencio, esperando que el otro diga algo.
La tensión en el aire es palpable y puedo ver en sus ojos una mezcla de disculpa y emoción, en partes iguales. Mi corazón comienza a latir más rápido, sin saber cómo debería reaccionar. Una oleada de emociones aparece de repente cuando él me regala una sonrisa torcida, pero a pesar de sentir el impulso de devolvérsela, me contengo. ¿Cómo debería tratarlo en estos momentos? ¿Debería tirármele encima y darle un beso? ¿Colgarme de su cuello como un Koala? No lo se pero no me parece correcto. Hubo muchas palabras dichas, pero no estoy segura de cuánto de verdad había en ellas ahora que tengo la cabeza más fría.
