A Royal Love(Borrador)

{16} Tan solo bésala.

-¿A tí te gustan los museos?- pregunto al cruzar la puerta de la siguiente habitación.

Esta a diferencia de la anterior era mucho más grande, con unos retratos que cubrían toda la pared.Una de las pinturas era de dos jóvenes en un gran salón bailaban abrazados. Sus rostros no estaban definidos pero se miraban con amor.

Era preciosa.

-De mis pasatiempos favoritos - afirma.

Tiene sentido.

-¿Por eso sabes tanto de arte?.

-Algo así.

Nos sentamos en medio de la sala por petición mía. Después de un largo rato caminando mis pies se negaban a dar otro paso más y exigen un descanso.

De forma delicada, Nicholas deja nuestras manos unidas sobre su regazo. Es un gesto muy íntimo teniendo en cuenta que nos conocemos hace relativamente poco tiempo, y que empezamos nuestra relación con el pie izquierdo. Pero a pesar de eso no se siente como algo raro o incómodo, no, se siente cálido y familiar. Como si no hubiera nada de que preocuparse.

Me confunde porque se supone que esto no debería ser tan cálido en tan poco tiempo. Pero hay algo especial en él y en todo esto que de alguna forma no me hace tener miedo, sino que me invita a avanzar sin dudas, sin temor, y aunque tenga mis reservas, me gusta poder hacerlo.

Con un poco de día dejo caer mi cabeza en su hombro y susporo con pereza.

-¿Algo así?- pregunto segundos después.

-De niño se esmeraron en que tenga una buena educación - explica- Creo que con el tiempo me termino gustando.

-Ya -digo burlona - educación de príncipe.

-No te burles- dice riendo.

El ambiente tranquilo del salón del museo y la cercanía con Nicholas creaban una sensación de calma que rozaban el sueño. Observo los retratos en la pared. Aunque sus rostros no estaban definidos, las expresiones de los bailarines transmitían confianza, complicidad y pasión. El momento exacto del amor.

-¿Donde crees que están?-pregunto señalando la pintura.

-En una corte- dice pensativo - talvez la Vienesa.

Hago una mueca de aprobación, pensando en que detalles nos revelan más de la historia.

-Un baile real.

-Por un compromiso real- agrega.

Sonrío porque es j a teoría posible. La joven del retrato llevaba el cabello bien recogido y una delicada tiara adornaba su cabeza emanando gracia y delicadeza a cualquiera que la admirara. Todo lo que una princesa de cuento debe ser.

Su joven acompañante vestía un traje azul, como el que tantos retratos de la realeza mostraban. La mirada relajada y directamente posaba sobre la chica causaban un impacto angelical sobre los espectadores. Los dos disfrutaban del momento.

-¿Crees que se conocían desde antes de ese baile? -pregunté.

Nicholas reflexionó por un momento antes de responder.

-Tal vez sus padres planearon el compromiso y es la primera vez que se ven.

-Es posible- lo pienso mejor -Pero observa sus rostros... la manera en que se miran. No es posible que puedan mirarse así en tan poco tiempo.