Objetivo treinta

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Narrador omnisciente

Horas antes del altercado en la residencia Sawada

Kuro no se esperaba que fueran atacados en su propia guarida.

En un principio la actual líder creía que era simplemente algún ataque de alguna familia yakuza enemiga, pero se percato en uno de los hombres que se deshizo portaba el emblema de la antigua organización que fundo su ancestro, los CDEF.

—vayan por Nana Sawada, debe estar en peligro—ordeno

—pero jefa.

—vayan yo y los demás nos encargaremos de estos.

La abache estaba consciente que sus hijos estaban corriendo peligro, al menos uno de ellos se encontraba sano y salvo con los Simon, a diferencia de su otro hijo que fue convocado junto a Varia, tal vez era una trampa para capturarlos.

Por otro lado, algunos miembros de Cavallone vigilaban la propiedad de los Sawada cerciorándose de que no hubiera nada extraño a los alrededores.

Lo que no esperaba es que fueran emboscados, una neblina comenzó a rodearlos para despues ser atacados.

Algunos ante el repentino ataque murieron otros comenzaron a luchar con el enemigo.

—llamen a Kuro necesitamos refuerzos.

—señor Romario me han informado que también son atacados.

—¡tsk! No permitan que se acerquen a la casa.

—sí señor.

La mano derecha del actual líder de Cavallone tenia la esperanza de que el Arcobaleno defendiera a la madre del decimo Vongola en caso de que la primera barricada fuera destruida, lo que no sabia era que el asesino estaba en un estado de inconciencia junto a los demás Arcobaleno.

Dentro de la residencia, al escuchar el ruido de pisadas en el pasillo acercándose le pidió al joven que se fuera de ahí. La castaña al ver que el adolescente se había marchado, saco el arma que guardaba en uno de los cajones de la cocina.

Sostuvo entres sus brazos al infante para llevarlo al mueble del fregadero y ocultarlo, ahí. Cerro la puerta cuando entraron varios hombres.

—veo que te pareces a mi esposa.

El hombre de cabellos rubios dio unos pasos a donde se encontraba la mujer, ella saco el arma y le disparo. La bala impacto en el hombre, pero ni si inmuto, siguió caminando a su dirección, cuando llego a ella la tomo del brazo y de un ágil movimiento le arrebato el arma.

—te pareces mucho a mi difunta esposa.

Acaricio su rostro, se estremeció al sentir el contacto de su mano en su piel.

—si me dices donde esta mi hijo, te dejare con vida y no solo eso, serás mi nueva esposa ¿Qué dices?

—ni lo pienses malnacido, mi hermana murió a manos tuya y no solo eso quieres deshacerte de mi sobrino, él ni siquiera sabia de tu existencia, él puede quedarse aquí, yo le diré que renuncie a Vongola y así ganamos ambos ¿Qué dices?

—no debo apartarlo del camino, de esa forma los anillos Vongola me reconocerán. Ahora dime donde está mi hijo.

—no te diré, prefiero morir.

—bien entonces me saludas en el infierno a Nanami, encárguense de ella—ordeno

—sí señor.

Al menos Tsuna estaría lejos, no vería lo que le paso por protegerlo, solo esperaba que su hijo fuera feliz en un futuro lejos de las ataduras de Vongola.

El herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora