Objetivo treinta uno

12 1 0
                                    

Narra Tsunayoshi Sawada

No sé cuánto estuve llorando, pero en algún punto me quedé dormido en el piso. Pero el sonido de la puerta siendo tocada me despertó. Me levanté con dificultad del piso ya que mi cuerpo se encontraba a dolorido debido a que dormí incómodamente.

—Natsu ven a desayunar— dijo Amaris

Abrí la puerta molesto.

—no me digas así frente a ellos.

—lo sé, pero llevo más de veinte minutos llamando a la puerta y no había respuesta, pensé que no estabas acostumbrado a que te llamáramos así.

Sali detrás de ella, aún faltaba mucha horas de vuelo, sería un martirio soportar a los guardianes de Tsuna, y si huía y buscaba a otros guardianes más eficientes.

Se que fueron parte de mi infancia, pero sinceramente no veía a ninguno apto para pertenecer a Vongola, más que a Mokuro, Amaris, Hibari y tal vez a Gokudera. Este último sin duda seguiría mis paso no importaran si fueran algo que Tsuna no haría.

Si estaba decidido necesitaba sacar a Lambo, Yamamoto y Ryohei de esto, si él se implicaba Kyoko y sus padres podría sucederlo lo mismo que a mis dos madres, yo no quería que él pasara por lo mismo que yo.

Lo mismo sucedía con Yamamoto, su padre, el señor era su única familia de Yamamoto, ya no tenía a nadie más y a pesar de eso se arriesgó y decidido seguirme.

Tal vez lo mejor era que volvieran a Namimori así con esa excusa me podría deshacer de ellos y buscar unos mejores guardianes.

Mire con fastidio a mis actuales guardianes que discutían por quien sabe que.

—este será un viaje largo—susurre

—¿estás seguro de esto?

Le había contado a Hibari sobre mi decisión de "proteger" a Yamamoto, Ryohei y Lambo lejos de la guerra que se aproximaba.

—¿acaso no me crees que me preocupo por ellos?

—no, tú no eres Tsuna no te preocupas por nadie—responde

—que cruel eres—dije mientras hacia un puchero

—sé que son unos herbívoros, pero son fieles a ti y harían todo para protegerte a Tsuna, sé que no son los más fuertes, pero a pesar de que te cueste creerlo confió en ellos para que él este a salvo de las garras de su padre, así que ni se te ocurra mandar a Japón a los herbívoros.

Suspire resignado, este cuerpo no era solo mío, la persona que estaba durmiendo en mi interior era importante para esos idiotas, tal vez si servirían como buenos peones.

Tras dieciocho horas de tratar de respirar hasta cien en lugar de lanzar del avión a mis guardianes llegamos a México.

Era la primera vez que alguien de Vongola estaba en territorio del clan de la luna.

—bienvenidos a México—dijo Amaris en español

La ventaja que yo si recordaba el italiano era algo parecido al español así que podría entenderlo un poco.

—sí, si ahora vámonos—hablo Xanxus

Varios carros de color negro y ventanas polarizadas nos esperaban a fuera para ser llevados a las afueras de la ciudad.

Otras dos horas más y por fin llegamos a nuestro nuevo hogar en lo que nos preparábamos para enfrentarnos a Imetsu.

•:•.•:•.•:•:•:•:•:•:•:•☾☼☽•:•.•:•.•:•:•:•:•:•:•:•

Narrador Omnisciente

Mientras tanto en Namimori una mujer de coleta de cabellos rubios miraba a una castaña que dormía siendo monitoreada por varias maquinas. La puerta de la habitación fue abierta dejando ver a un apuesto chico de cabellos negros que sujetaba con una coleta.

—aun no despierta.

—no los médicos no saben y si despierta tendrá secuelas.

—¿secuelas?

—padecerá perdida de la memoria.

Aquella respuesta no le gusto al pelinegro, ella era la única testigo para dar con Vongola.

—por cierto, jefa, no hemos localizado al hijo de la señora Sawada, además las cámaras lo vieron.

—me estás diciendo que él fue el causante de eso.

—no, el adolescente no la ataco.

El joven le entrego una Tablet con los videos que fueron grabados por las cámaras de seguridad del vecindario.

En uno de los videos que daba a una de las calles se apreciaba a un rubio huir, a la misma hora en el que se le vio escapar, del otro lado aun par de cuadras se veía una especie de neblina rodear el lugar; en el siguiente video se apreciaba como varios hombres ingresaban a la residencia Sawada. En los últimos videos que se extrajo de las cámaras en uno se visualizaba al castaño entrar a su hogar, en el otro video se veía una escena de crimen, varios cuerpos esparcidos por todo el lugar, en eso uno de los hombres se levanta y con dificultad llega a la otra escena del crimen para sacar de ahí a un adolescente inconsciente y a un niño.

—en las cámaras no se llega a apreciar el rostro del hombre, pero sabemos que a los que se llevo fue el al hijo de la mujer postrada en la cama y al supuesto bebe.

—¿supuesto?

—en realidad es el uno de los más buscados, es un asesino y perteneciente a los Arcobaleno—informa

—¿Qué relación tiene un simple estudiante de preparatoria con mafiosos?

—tal vez le debía dinero su madre.

—¿a la mafia italiana? Te creería que fuera a los yakuza.

—es el heredero de Vongola—contesto una tercera voz

En el marco de la puerta se encontraba un castaño y un peli negro.

—¿Qué haces aquí Ron? Esto no te concierne.

—oh tanto tiempo sin vernos.

El de tatuaje en el cuello se acercó a la mujer y tomo el dispositivo.

—dame eso, tú y tu amigo no pueden estar aquí.

—él es detective, se llama Toto, queremos ayudarte.

—no, largo.

—tal vez los Moriarty estén relacionados con Vongola.

Aquello capto la atención de la rubia, Moriarty también era una de las organizaciones mas peligrosas, tal vez Ron podría sernos de ayuda, pensó la joven.

—esta bien Ron tu y el detective Isshiki puede ayudarnos.

—pero jefa...

—Yuki acaso estas contradiciéndome.

—no jefa, si esa es su decisión la respetare—responde

La policía externa les dio los detalles a los nuevos miembros temporales de la organización.

Gisella esperaba que la testigo despertara del coma y pudiera acabar con Vongola.

El herederoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora