Capítulo 21: Secuestro

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Alex

A todos nos han roto el corazón en esta vida, es un hecho.

Nada y nadie es para siempre.

Me habría encantado que Hillary y yo estuviéramos juntos por siempre, pero se ve que no podrá ser. Es momento de enfrentar la realidad y darme cuenta que lo mejor es que estemos separados. Me duele tener que dejar que ella siga por un camino distinto al mío, pero es inevitable y no puedo continuar esperando que ella me perdone. Espero algún día poder olvidarla y que ella pueda encontrar a alguien que esté dispuesta a amarla como yo a ella.

Además, tengo que entender que no se puede hacer nada para cambiar lo que ya pasó, pero puedo hacer mucho para cambiar lo que se viene.

Hace mucho rato que llegué a mi casa, estaba sentado en el sofá, ahogado en mis pensamientos me preguntaba a mí mismo.

¿Hillary está bien?.

¿Se encuentra a salvo?.

No aguanté la duda, quería saber si estaba bien, pero sabía que si le escribía ella no me iba a responder, así que la mejor opción era pedirle el favor a Reid.

Yo: Bro, necesito un favor tuyo.

Espero unos minutos para que Reid me responda.

Reid: ¿Qué favor?.

Yo: Necesito que pases por la casa de Hillary y te asegures que esté bien.

Reid: ¿Por qué no vas tú?.

Yo: No puedo ¿Pero me harás el favor?.

Reid: Claro, yo te aviso, bro.

La espera se volvía infinita, pero por mi mente vagaba otra pregunta.

¿Dónde está Sabrina?.

Sin ánimos, me levanto del sofá y me dirijo a la habitación de mi abuelo, ese viejo testarudo a dormido toda la tarde y necesita despertarse.

Abro la puerta y ahí está mi abuelo durmiendo pacíficamente en su cama.

—Abuelo, ¡Despierta!— lo sacudo para que se despierte y el anciano abre los ojos enseguida y me da un manotazo en mi mano.

—¡Me asustaste! La próxima vez no me despiertes de esa manera— el abuelo se enojó por haberlo despertado ¿Y quién no se enojaría? Pero necesitaba preguntarle por Sabrina.

—¿En dónde está Sabrina?— le pregunto muy angustiado.

—No lo sé exactamente, creo que iba a salir al centro pero... No estoy muy seguro— Algo malo se viene, lo presiento. —¿Sucede algo?.

No puedo angustiar a mi abuelo, el está mayor y me preocupa su corazón. —No abuelo, no pasa nada.

La puerta de la sala principal se abre de impacto y escucho a Reid gritando desde la sala. —¡¡¡ALEEEEEEEX!!!.

¿Qué habrá sucedido? Sin pensarlo dos veces salgo del cuarto del abuelo y bajo las escaleras con rapidez para encontrar a un Reid muy alterado en la sala. Lo agarro por los hombros antes de preguntarle que sucedía.

—¿Qué sucede?— Me alteró sin poder evitarlo y Reid está en el mismo estado que yo.

—¡La madre de Hillary está muerta!— Reid dice sin poder calmarse. —¡Fue horrible Alex! La puerta estaba abierta y la señora Helena estaba acostada en el suelo con un balazo en la frente.

¿Cómo sucedió eso? Fue asesinada pero ¿Por quién?.

Siento muchas emociones en el momento, enojo, tristeza y una gran angustia. No puedo imaginar el dolor que siente Hillary.

Alex, el asesino joven © (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora