Capítulo 24: Impactante

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—¿A dónde creen que van?.

Esas palabras salieron de los rojizos labios de Pamela, ella estaba quitándole el seguro a su arma mientras se detuvo en la puerta de salida de la azotea haciendo que impidiera el paso.

—Nos estamos escapando, ¿Qué no ves?— dijo irónicamente Sabrina, ella se agarraba fuertemente de mi mano.

—No bajo mi custodia— Pamela dió unos cuantos pasos para acercarse a nosotros.

Cuando Pamela se alejó de la puerta, pensé en correr a toda velocidad a hacia ella y escapar de ahí, pero luego me arrepentí.

—¡ELIAAAT! CIERRA TODAS LAS PUERTAS— gritó Pamela y desde la azotea se escuchaba como alguien que estaba dentro de la mansión cerraba con fuerza las puertas.

El sol estaba en su máximo esplendor, después de todo era mediodía. El sudor bajaba por mi frente y nublaba un poco mi vista, apenas podía ver a Pamela.

—Date por vencida, Pamela— Pamela soltó una carcajada, y yo seguí con mi discurso. —Traje refuerzos, Cole y mi primo están conmigo.

—¡JAJAJA! ¿Quienes? Cole y el otro sádico no serán de mucha ayuda.

Pamela se burló abiertamente y en ese momento, ví que por la puerta que entre, subió el tal Eliat con Cole y Reid.

Cole estaba atado por los brazos y las piernas y tenía un trapo en la boca, justo como estaba su vecino la otra vez.

En fín, el karma.

Reid estaba igual que Cole, la diferencia era que Reid estaba lleno de golpes y tenía un labio roto que estaba sangrando.

—¡REID! Todo estará bien, tranquilízate, saldremos de esta.

Le dije a Reid y el asintió con la cabeza, ya que no podía pronunciar ni la más mínima palabra, gracias a el pañuelo que tenía en su boca.

—Eliat...— dijo Pamela en un suspiro.

Eliat les quitó los pañuelos a Reid y Cole, pero no les desató las cuerdas que tenían amarradas en sus extremidades.

Al ver que Eliat hizo todo eso solo porque Pamela dijo su nombre, me dí cuenta que tenían todo planeado.

—Tenías todo planeado ¿Cierto? Maldita enferma— le digo escupiendo el suelo.

—Por supuesto, ¿Quién crees que soy? Soy una puta máquina calculadora, tengo todo planeado, y siempre estoy un paso delante de los demás— Pamela se aclara la voz y continúa. —Sabía que esto iba a pasar, solo era cuestión de tiempo, lograrías encontrar a tus perras y pensaste que tan fácil como las encontraste, las ibas a llevar. Estás muy equivocado, Alex Spencer.

—¿Por qué me estás haciendo todo esto Pamela?, ¿Por qué?.

—Para que aprendas, en este negocio no se juega, aquí las cosas se toman enserio, y tú de seriedad no tienes nada. Eres un inestable, no te gusta estar en este negocio, no te gusta ser un asesino, lo haces por presión familiar, porque te da miedo enfrentarte a tu familia y decirle que quieres ser otra cosa y no un asesino como ellos.

—BASTA, ¡CÁLLATE MALDITA SEA! SOLO ¡CÁLLATE!.

Pamela, me estaba sacando de mis casillas, yo sabía que eso no era cierto al principio dudaba de mi destino, pero luego acepté que en el fondo de mi corazón soy malo.

Caminé hasta quedar frente a frente con Pamela, y la agarré de los hombre fuertemente y la sacudí una y otra vez mientras le gritaba. —NO VUELVAS A DECIR ESO PERRA.

Eliat se estuvo en un lado de mí y al ver la sacudida que le dí a Pamela, me golpeó fuertemente en mi mejilla. —¡MIERDA! NO LA TOQUES.

Caí al suelo por el impacto del golpe, Pamela se aprovechó de mi caída y corrió hasta donde está Hillary y le paso su brazo por el cuello y con la pistola que cargaba, se la apuntó en la cabeza.

Alex, el asesino joven © (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora