Capítulo XXI

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La batalla entre Jeno y Chris se prolongó más de lo esperado. Ambos eran fuertes, determinados y sus habilidades parecían converger entre sí.

El intercomunicador de Chris se había dañado, no tenía manera alguna de enterarse sobre lo que sucedía al otro lado del bosque, pero con todos esos gritos, era seguro que algo andaba mal.

Debía darse prisa, sin embargo era difícil escapar cuando Jeno seguía lanzando cosas a su alrededor. Constantemente era golpeado por rocas o ramas.

Jeno había descifrado cómo funcionaba su habilidad. Cubría sus oídos y mantenía la mirada en el suelo.

Chris se ocultó en las alturas de los árboles y esperó hasta tenerlo cerca.

-  ¡Voy a arrancarte la lengua cuando te encuentre!

Cuando finalmente Jeno estuvo en el blanco, Chris saltó sobre él, sometiéndolo brutalmente.

- ¡Y yo te sacaré los ojos!

El líder de los Van Amstel también había estudiado la habilidad de Jeno. Para evitar que continuará lanzando cosas por los aires, debía dejarlo ciego. Así que antes de que pudiera usar nuevamente su habilidad, clavó sus garras en su ojo derecho y no se detuvo hasta que lo extirpó.

Los desgarrados gritos de Jeno sacudían el lugar. Incluso los árboles se tambaleaban y hasta las pequeñas rocas en el fango iniciaron a levitar. Jeno estaba perdiendo el control total en su telequinesis.

Chris, aprovechó la confusión y salió corriendo a toda velocidad en dirección a los gritos.




[...]

Los desgarradores sollozos de Jisung resonaban por todo el bosque, incluso más fuertes que la misma lluvia.

- ¡No te lo perdonare! – lloraba el pelinegro - ¡No voy a perdonarte nunca! - le decía al cuerpo de Hyunjin - ¿Cómo puedes irte así?

Se cubrió el rostro con ambas manos y se echó sobre el pecho de Hyunjin llorando como nunca antes en su vida. No podía entender, porque la vida podía ser tan impredeciblemente cruel con una persona tan amable. Sentía una terrible culpa, pensando que a Hyunjin le habían arrebatado más de lo que le había sido entregado. Pensaba en todos esos sueños incumplidos, en los lugares que nunca visitó, los lienzos en blanco y en la felicidad que le faltó.

- No - dijo con decisión - No dejaré que te vayas así. - reanudó las compresiones de reanimación.

Jisung apretaba los ojos. Era terriblemente doloroso ver como Minho luchaba incansablemente por traerlo de vuelta.

- No tienes caso que lo sigas haciendo - repitió Changbin.

- ¡Cierra la boca! - Necesitaba enfocarse en lo que hacía, hasta que fue capaz de ignorar el momento en que la lluvia se detuvo. - ¡Maldición, Hyunjin!, ¡Vuelve!

La luna roja nuevamente quedó despejada de las densas nubes en el cielo, los rayos de luz iluminaron el lugar y entonces el corazón de Hyunjin volvió a latir, las células en su cuerpo se aceleraron y terminaron el proceso de transformación.

Abrió los ojos inhalando profundo y naturalmente, guiado por sus fuertes instintos de vampiro invirtió las posiciones sometiendo a Minho. El olor a sangre era fuerte y tan irresistible que no podía controlar su inexplicable apetito por ella.

La fuerza de Hyunjin había incrementado, Minho no tuvo la oportunidad de luchar contra él, solo cubrió su rostro con ambos brazos y tensó todo el cuerpo esperando sentir esos afilados colmillos atravesando su piel.

Contrato de Sangre (HyunLix) - EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora