Capítulo XVII

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La silenciosa noche llegaba. Habían pasado varias horas desde que abordaron el bote y, sin embargo, aún no lograban llegar a su destino.

Minho y Jisung permanecían al lado de Hyunjin en la parte más alejada de la cubierta, lejos de los vampiros. Aun no terminaban de creer en todo lo que se habían metido y en aquello que les esperaba por delante. Pensar en que esas criaturas podrían dañar a las personas en Pireville angustiaba a los dos chicos.

Antes de que perdiera la paciencia por completo, Jisung se puso en pie, soportando el punzante dolor que le provocaba hacerlo. Minho al verlo lo siguió rápidamente y extendió su brazo para que el chico se apoyara en él. Jisung, le agradeció mediante una sonrisa, pero prefirió seguir por él mismo, dirigiéndose hasta Felix, quien custodiaba amargamente al horizonte.

- ¿Es verdad que esas cosas atacaran Pireville? – preguntó sin rodeos. El vampiro asintió sin verlo directamente – En ese caso, ¿no deberíamos advertirles? Mis padres están ahí y la familia de Minho también...

- Eso solo los alarmaría – inhaló y exhaló profundamente al recargar sus brazos sobre el costado de estribor - ir con los Walltz es nuestra única opción para detenerlos y que Pireville permanezca como está ahora. Se que todo esto debe ser aterrador para ustedes, pero una vez que lleguemos a nuestro destino podrán regresar a Pireville – hizo una pausa frunciendo sus labios - probablemente, Chris modifique sus recuerdos sobre esto, así que... tal vez no me recuerden – el castaño se inmuto al escuchar eso - si en el futuro volvemos a coincidir me esforzare por volver a ser su amigo. Estaré muy feliz si lo consigo.

Cualquiera quisiera olvidar algo tan aterrador, pero Jisung se negaba a tener que olvidar a alguien como Felix.

- Debe haber otra manera...

- Está bien, Jisung – un gesto amable apareció en su rostro al posar su mano sobre el hombro del chico – es mejor así.

Mantenerlos desvinculados de ese lúgubre mundo, sería lo mejor para ellos. Minho, quien había escuchado silenciosamente la conversación entre Jisung y el vampiro, estaba inconforme con que modificaran sus recuerdos.

- ¿Tú que piensas hacer? – preguntó a Hyunjin.

- No dejare a Felix. – afirmó con seguridad - Ahora tenemos un contrato de sangre – mostró la cicatriz en su mano - me corresponde estar cerca de él.

- No mientas – lo empujo casi sin esfuerzo - estarías cerca de él aun si no existiera tal contrato. – de pronto las risas resonaron por toda la cubierta - está bien – compuso la voz - lo entendemos. Pero no dejaremos de ser amigos solo porque ahora prefieres estar con vampiros, ¿o acaso, crees que son más geniales que nosotros? – reclamó fulminándolo con la mirada.

El rubio negaba con la cabeza mientras se reía de la forma en que Minho podía convertir cualquier situación tensa en algo tan casual. A diferencia de sus amigos, Hyunjin no tenía una familia esperando por él en Pireville. Minho y Jisung, eran lo más cercano que tenía a una y de alguna forma tenerlos cerca lo hacía sentir seguro, pero él solo no podía prometer su seguridad ante el peligro que los asechaba.

Por otro lado, Jeongin descansaba su cuerpo agotado sobre el costado de babor, exhausto por todo lo que había sucedido esa mañana cuando de pronto sintió caer sobre su hombro la cabeza de Seungmin quien poco a poco se había quedado dormido. El joven vampiro, se intentó adaptar a la postura de su amigo para que este estuviera cómodo, pero al tocar su frente notó que la temperatura en su cuerpo estaba fuera de control.

- Seungmin – lo despertó – Tienes fiebre.

El humano apenas podía mantener los ojos entre abiertos.

Contrato de Sangre (HyunLix) - EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora