Felix, con su corazón palpitando descontroladamente por una razón que no comprendía del todo, se encontraba sentado en el suelo de la mansión Van Amstel. Su mente estaba en una maraña de confusión y angustia. Había escuchado el susurro de Hyunjin, esa palabra que había atravesado el espacio como una flecha certera: "ángel".
En el silencio sepulcral que envolvía la mansión, la mención de esa palabra lo había sacudido profundamente. Aunque su esencia vampírica se había forjado en el sufrimiento y la oscuridad, la visión de Hyunjin había resucitado en él una sensación extraña, casi olvidada. La pura admiración en los ojos del joven humano le parecía un eco de algo que él mismo había perdido hacía mucho tiempo. Felix había aprendido a ocultar su verdadera naturaleza, a controlar sus emociones para no ser descubierto, pero aquel encuentro había removido una capa de hielo que creía sólida.
Felix sabía que sus habilidades sobrehumanas podían captar cosas que a otros se les escaparían. Podía oír el latido del corazón de Hyunjin, acelerado por una mezcla de miedo y fascinación. Su aguda visión había captado cada detalle del rostro del joven, y aquella mirada había impactado en lo más profundo de su ser. Nunca antes se había sentido tan vulnerable ante una reacción humana. ¿Cómo era posible que un simple intercambio de miradas pudiera provocar tal agitación?
- No debí escuchar eso... - se repetía para sí mismo.
Desde que fue convertido en vampiro, una de las cosas que más odiaba eran los super sentidos con lo que había sido dotado. Capacidades sobrehumanas que únicamente los de su especie podían poseer como agudeza visual, súper audición, olfato ultra sensible, fuerza excepcional y velocidad supersónica.
A través de las ventanas sucias, la luz de la tarde se colaba en la habitación en forma de rayos debilitados, pintando sombras caprichosas en el suelo. Felix, abrazado a sus piernas, trataba de recobrar la compostura mientras luchaba con el conflicto interno que le provocaba la dualidad de su existencia. Una lucha interna con la parte que alguna vez fue humana y contra la otra que le hacía odiar a los humanos.
Cualquier habitante de Pireville que supiera de su linaje lo habría rechazado sin pensarlo, pero durante las últimas décadas que estuvo fuera de allí, no solo el lugar había cambiado, también las personas lo hicieron. Era sorprendente volver y encontrar a un humano que no lo viera como una amenaza, mucho menos a uno que creyera que era "Un ángel" porque definitivamente no lo era, no después de lo que había hecho.
El sonido de pasos en el pasillo, inusualmente fuerte para su agudo sentido del oído, lo sacó de su ensimismamiento. Félix se puso en pie de un salto, sus sentidos alerta ante cualquier intrusión. La presencia de Hyunjin, aunque aún distante, había dejado una marca indeleble en su psique.
- ¿Qué fue eso? – se escuchó una voz grave viniendo desde las escaleras del segundo piso - ¿Acaso te han cohibido las palabras de ese humano? - preguntó un vampiro de imponente figura con cierta ironía en su hablar.
Felix, aún con la mente revuelta, intentó recomponerse. La risa irónica de Christopher le resultaba desconcertante en su estado actual. Se encogió de hombros, intentando ignorar la incomodidad que le provocaba la pregunta.
- No quiero hablar de eso. – respondió, intentando ocultar su agitación bajo una capa de indiferencia.
Cristopher, el líder del Clan Van Amstel, quien pocas veces revelaba su identidad a la luz del día. Acostumbraba ocultarse en su recinto al interior del bosque, donde nadie se atrevía a explorar.
Frunció el ceño, percibiendo la evasión de su hermano. Sabía que Felix estaba lidiando con algo más profundo de lo que estaba dispuesto a admitir. Sin embargo, en lugar de insistir en el tema que claramente incomodaba a Felix, decidió cambiar de enfoque.
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Contrato de Sangre (HyunLix) - EN EDICION
FanficFelix ha roto los tratados de paz entre los vampiros por lo que decide regresar a su antiguo hogar donde espera no ser encontrado por los Bathory, pero nunca imagino que terminaría enamorándose de Hyunjin, su cálido vecino, con quien decide formar u...