Felix ha roto los tratados de paz entre los vampiros por lo que decide regresar a su antiguo hogar donde espera no ser encontrado por los Bathory, pero nunca imagino que terminaría enamorándose de Hyunjin, su cálido vecino, con quien decide formar u...
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Desde hace seis meses Hong Joong despertaba a mitad de la noche con ataques de pánico gritando el nombre Seonghwa.
Su muerte trajo un gran dolor para todo el clan, pero de alguna forma los volvió unidos. Mingi y Wooyoung dejaron las discusiones sin sentido, Yeosang y Jongho se volvieron más cercanos mientras que Yunho finalmente compartía sus secretos de cultivos con San y los demás. Sin embargo, la ausencia de Seonghwa dejó deshecho a Hong Joong, era como si su espíritu se hubiera ido con él, se negaba a aceptar su muerte deseando salir a buscarlo en todas partes. No podía reconocerse a sí mismo, ni siquiera se sentía con derecho a llamarse el líder de los Walltz.
Mingi, cansado de ver como este se perdía cada vez más, lo convenció en salir de su territorio con la esperanza de que este recobrara la cordura y lo llevó consigo en un viaje a una de las aldeas Lizues, un lugar donde recibían a vampiros de todos los clanes.
Llegar ahí les llevó dos días, pero la noche los atrapó y decidieron acampar a las afueras.
- Mañana retomaremos el camino.
Pero Hong Joong no deseaba continuar. La luna llena en el cielo nocturno brillaba con tanta intensidad que no dejaba de recordarle a Seonghwa. Se aseguró que Mingi durmiera profundamente para alejarse en silencio con dirección al río donde se adentró hasta que el agua cubrió arriba de sus rodillas. El agua estaba fría a pesar de que era primavera, pero seguía pensando en que sería una buena estación para morir.
Sacó de sus bolsillos una navaja y la llevó a su cuello. Aunque estaba decidido a acabar con su sufrimiento, dentro de él la imagen de Seonghwa le impedía hacerlo. Titubeó al sentir el filo del arma abriendo su piel y entonces su mano empezó a temblar al no atreverse a hacerlo. Bajó la navaja dejando salir un grito frustrado y golpeó la superficie del agua.
Ni siquiera se atrevía a quitarse la vida. Después de una gran rabieta, Hong Joong volvió a intentarlo, pero esta vez apuntó directo a su corazón. Apretó con fuerzas la navaja, sin embargo, antes de que la clavara en su pecho curiosamente una mariposa luminiscente apareció frente a él, posándose sobre sus manos. El vampiro se quedó sin palabras observando a la pequeña mariposa moviendo sus alas.
- No lo hagas. - escuchó una amable voz familiar viendo de atrás suyo. Se dio la vuelta, encontrándo a un vampiro de cabello blanco acompañado de dos niños Lizues a quienes les cubría los ojos con sus manos para que no vieran la atroz escena. - Asustas a los niños. - dijo con un tono serio enviándole una mirada fulminante - Todo está bien - cambió su tono al dirigirse a los niños - nuestro amigo solo estaba practicando sus movimientos, ¿cierto?
Los ojos oscuros de Hong Joong se cristalizaron y sin darse cuenta ya estaba corriendo en su dirección, abalanzándose sobre él.
- ¿Seonghwa? - lo abrazó tan fuerte que por un momento dejó sin aliento al de cabello blanco. - ¿En verdad eres tú? - lloraba sobre su hombro mientras el otro se quedaba pasmado por esa repentina reacción - Podía sentir que seguías con vida, tengo tanta suerte de haberte encontrado. No volveré a dejarte ir.
