Segunda oportunidad

Epílogo

"¿Ya estás satisfecho?"

La pequeña existencia se tensó al sentir aquella existencia superior invadiendo su mente, sin embargo, con su naturaleza rebelde, no tardó en calmarse.

"Son realmente lamentables"

La existencia superior abandonó su cabeza y en un instante se materializó frente a él. Su expresión era de reproche, la pequeña existencia sonrió inocente para intentar disuadirlo.

— Ese par de almas originalmente pertenecían a mi mundo, yo mismo uní su destino por cinco vidas. Cuando noté que en esta reencarnación no tuvieron la oportunidad de conocerse me sentí muy molesto. En este mundo algo como las almas gemelas parece no ser tan importante...

La existencia superior no cambió su gesto, conocía bastante bien este mundo porque fue él quien lo creo, las deidades locales eran niños temperamentales, con mentalidades complejas y una fuerte ambición, creaban historias grandiosas donde el romance no cobraba mucha relevancia. Lo que decía la pequeña existencia tenía sentido, pero eso no le daba el derecho de alterar la cadena de sucesos en el territorio de alguien más.

Como si adivinara lo que estaba pensando, la pequeña existencia alzó sus extremidades para mostrar su buena voluntad. — Como ya me descubrió, no seguiré interfiriendo, no se moleste.

La existencia superior no pudo extender su enojo mucho tiempo más, aparentemente cansado dejó de juzgarlo y en cambio masajeo el puente de su nariz. Lo que la pequeña existencia había hecho no sólo estaba mal, sino que era en gran parte imposible, alterar una realidad ya establecida y evitar que las almas entraran a la rueda de la reencarnación sólo para forzarlas a repetir un escenario requería un poder abrumador. Para decirlo de forma clara, encerró a todos los que pertenecían a esa historia, incluso a las deidades, y presionó el botón de reinicio una y otra vez. Él habría tenido problemas para hacerlo, ni que hablar del otro que ni siquiera era el creador de ese mundo.

— ¿Cuántas veces le dejaste regresar?

Se refería, por supuesto, a la persona que había elegido para que conservara sus recuerdos después de cada vuelta. Sin un regresor sus acciones no tendrían sentido, para que algo cambie, alguien tiene que interferir.

La pequeña existencia guardó silencio por un tiempo para al final hacer una muy débil pregunta.

— ¿A cuál de los dos?

Se oyó el ruido de un trueno aterrizando bastante cerca. La ira de la existencia superior hacía que el aire a su alrededor temblara ligeramente. Un regresor era un error, alguien que podía vivir lo mismo dos veces conservando sus recuerdos tenía una clara ventaja por encima de todos los demás, ni que decir de alguien que lo había vivido múltiples veces. Lo peor es que entonces no sólo su prevención de los hechos sería un problema, sino que la carga mental degeneraría su humanidad hasta volverlo loco. Si las condiciones eran adecuadas, dos almas que hubiesen sufrido el mismo proceso podrían hasta destruir el mundo.

Afortunadamente para él, la pequeña existencia no tenía intenciones tan macabras. Sólo era un tonto con mucho tiempo libre.

Durante el diálogo interno de la existencia superior, el otro ya se había alejado un par de pasos por seguridad.

— El rubio sólo regresó una vez.

La existencia superior enarcó una ceja, él estaba diciendo, ¿y que hay del otro?

— Tres...

— ¿Sólo tres?

— Más tres.

— ...

— Sin contar esta última vez.

La pequeña existencia cerró los ojos cuando notó que el brazo del otro se movía. Esperó un rato, pero el dolor del impacto no llegó, cuando abrió los ojos otra vez descubrió que la existencia superior era bastante aficionada a masajear el puente de su nariz.

— Cualquier otra existencia podría haberte disipado sólo atreverte a mirar dentro de sus historias.

La expresión de la pequeña existencia se relajó, al final casi estaba sonriendo de nuevo.

— Ellos no pueden notarlo, espiar es mi habilidad especial.

La existencia superior puso los ojos en blanco. Ese no era el punto.

— Promete que no volverás a interferir.

— ¿Puedo ver?

La existencia superior exhaló con fuerza, ¿por qué le preguntaba? De todos modos lo haría. Era cierto que su habilidad era bastante buena, ni siquiera hubiera descubierto que estaba jugando en su territorio sino fuera porque una de las deidades más poderosas de aquel mundo fue capaz de captar la anormalidad en el tiempo-espacio y suplicó su ayuda. A diferencia de la pequeña existencia con su pequeño mundo, la existencia superior tenía cientos de mundos que vigilar.

— Deja de meterte en problemas.

Advirtió antes de desaparecer. 

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