Llevo una cucharada de cereal hacia mis labios mientras sostengo mi celular en la otra mano, observando las novedades de mis amigos en Instagram.
Tanto mis padres como mi hermano se encuentran atentos a las pantallas de sus respectivos móviles. El único sonido presente en el comedor es la música de fondo emitida por la pequeña bocina junto a nosotros.
Habitualmente, charlamos poco durante nuestro tiempo de desayuno, pues iniciamos con temas triviales de conversación para después terminar distraídos con nuestros intereses individuales.
Y, en realidad me alegra que sea de esta manera debido a que mis opiniones, ideas y perspectivas personales contrastan con las de mi familia, ocasionando conflictos y discusiones potenciales.
—Mira, hija—. Alzo la vista para aterrizarla sobre mi madre.
La pelinegra coloca su celular frente a mí para mostrarme un artículo informativo.
—Nuestro país se lleva el primer lugar en Latinoamérica en contar con la mayor cantidad de sugar daddies—. Me explica a la par que leo el título de la noticia, el cual resume a grandes rasgos la temática.
Tanto mi padre como mi hermano y yo, mantenemos la atención sobre mi madre, quien muestra alto interés tras continuar hablando sobre lo visto en pantalla.
—La aplicación SugarCare, la cual funge como Tínder para conectar sugar daddies con sugar babies, realizó un estudio y determinó que, México se lleva el mayor porcentaje de sugar daddies en toda América Latina—. Lee en voz alta.
—Qué interesante—. Sonríe, encontrando la información un tanto cómica.
—Quién diría que este país tercermundista contaría con tantos hombres de altos recursos—. Mi hermano mayor gira sus ojos por lo irrelevante que le parecen los datos.
—En ese caso, debería conseguirme uno—. Bromeo, —Así obtendré los privilegios de una gran vida sin la necesidad de tener que trabajar para conseguirlos.
Mi madre me lanza una mirada incrédula, escéptica de mis intenciones aparentes.
—Siempre mencionas que buscarás a un anciano, pero nunca te he observado tomar acción para lograrlo—. Me reprocha.
Tiene razón. Anteriormente he mencionado que, mientras continúo con mis estudios universitarios, conseguiré a un hombre de edad avanzada para utilizarlo como cartera ilimitada de dinero, pero en realidad nunca he tomado la iniciativa para realizarlo.
He leído que numerosos hombres sólo buscan compañía, no necesariamente momentos íntimos. Y, yo requiero de objetos materiales y viajes. Así que, sería una situación ganar-ganar para ambas partes.
Personalmente, me parece un acuerdo excelente este tipo de relaciones, por lo cual no les veo problema alguno en llevarlas a cabo.
—Deberías descargar la aplicación para buscar a alguien—. Mi madre me indica, —Pero no te atreves.
Arqueo una ceja por la duda hacia mi persona. Esto me huele a reto.
—¿Me estás retando?— Cuestiono a la mujer que me dio la vida.
Ella se encoje de hombros para después dibujar una sonrisa sarcástica en sus labios.
—Si no lo has intentado antes, dudo que te vayas a animar ahora—. Me asegura.
Sin perder un minuto más, procedo a descargar la aplicación para comenzar a crear mi perfil.
Para mi foto de perfil, utilizo una imagen que mi hermano tomó de mí la Navidad pasada, pues mi corto vestido, mi cabello alaciado, mi maquillaje impecable y mi elegante sala de estar al fondo dan lugar a una excelente prospecto para sugar baby.
![](https://img.wattpad.com/cover/334959869-288-k824406.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Eterna Tentación
General FictionEn la vida son numerosas las sensaciones imposibles de evitar. Por más que huyas de ellas, siempre lograrán atraparte para a su estilo y conveniencia amoldarte. Placer, deseo, satisfacción y lujuria son solo algunas de las emociones que todos buscam...