12. Natalie

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Finalmente llegó mi concierto. Y al terminar este, me dirigí rápidamente al camerino.

Durante el pasillo hasta llegar a él vi a varias personas de mi equipo felicitándome por la gran actuación que había hecho. Me quité el micro por el camino y varios de los cables que estaban en mi cuerpo para el sonido, etc. Y llegué hasta el camerino al cual solo Kamila y yo teníamos acceso. Entré extrañada por no haber visto a Zahra durante el trayecto. Pensé que quizá había tenido problemas para que le permitieran el paso pese a que expresamente pedí que la dejaran pasar. Planeaba tomar mi teléfono y llamarla. Pero mi sorpresa fue otra al entrar.

Mis ojos se abrieron inconscientemente y no era capaz de creer lo que veía. Mi camerino estaba absolutamente lleno de rosas blancas. Y en medio estaba ella, apoyada en la mesa mirándome con cariño y picardía.

Caminé hasta ella y la besé profundamente cuando noté un flash que me hizo sobresaltarme. Pero me relajé rápidamente al ver que era Kam quien había hecho la foto con una cámara instantánea.
—Sorpresa —me dijo Zahra.
—¿Has hecho todo esto?
—Ajá, Kamila me ha ayudado —sonrió. —¿Te gusta?
—¿Bromeas? Me encanta. Es precioso. Gracias.
—Pues me alegro, porque no veas para meterlas aquí —bromeó Kamila. —Os dejo chicas. Y ya sabéis. De puertas para afuera...
—Guardar las apariencias... —la interrumpí terminando la frase. —Tranquila.
—No es la única sorpresa —me dijo Zahra.
—Es verdad. Se me olvidaba —dijo Kamila. Zahra se acercó a la puerta del camerino.
—Et voilà —dijo abriéndola. Tras ella pude ver a Loreen, Ale y Käärijä.
—¡Sorpresa! —exclamaron al unísono y corrieron a abrazarme.
—¡Chicos! —exclamé abrazándolos con cariño.
—Eres brutal en el escenario —me dijo Käärijä.
—¿Me habéis visto?
—Por supuesto —dijo Loreen. —Tu energía es... De otro planeta cuando subes ahí.
—Tiene razón —dijo Alessandra. —Eres genial.
—Me vais a sonrojar —bromeé. —Muchas gracias por venir.
—A ella —dijo Ale señalando a Zahra.
—Gracias —le dije de corazón.
—No hay de qué —dijo colocándose a nuestro lado.
—¿Vamos de fiesta no? Estoy hay que celebrarlo —dijo Käärijä. Miré a Zahra inconscientemente y ella asintió.
—Claro —dije. —Conozco un sitio.

Fuimos a una discoteca bastante exclusiva de Londres. En ella conseguí rápidamente un reservado al que subimos.

Estábamos riendo entre copas cuando sonó "Alone" de Alan Walker. Käärijä fue el primero en levantarse y tirar de mí hasta la baranda desde donde se veía el escenario del DJ y la pista general.

Las chicas no tardaron en seguirnos y colocarse junto a nosotros.
—¡If this night is not forever
At least we are together
I know I'm not alone!

Nos cantamos los unos a los otros con tonos bastante poco afinados disfrutando de la canción y del estar todos juntos en ese lugar. Desde luego independientemente de quién fuera a ganar, este concurso había traído peso más a mi vida a las que esperaba no perder nunca.

—¡Anywhere, whenever
Apart, but still together
I know I'm not alone
I know I'm not alone!

Volvimos a cantarnos los unos a los otro con cariño y sentimiento. Y puede que también algo influenciados por el alcohol que habíamos tomado.

Las risas se hicieron presentes y tras varias canciones volvimos a sentarnos.
—¿Me acompañas al baño? —me preguntó Loreen.
—Claro —dije.

Ambas entramos al baño de los reservados y tras cerciorarnos de que nadie más estaba ahí Loreen me preguntó.
—¿Entonces?
—¿Qué?
—¿Estáis juntas?
—No lo sé... He desarrollado sentimientos muy rápido y...
—Lo sé... —dijo acariciando mi mejilla con cariño. —Pero no creo que sea "demasiado rápido" creo que es como debe ser. Fue ella quien me llamó para reunirnos y que te diéramos una sorpresa. Me dijo que ya tenía el sí por parte de Kamila y que quería hacer algo especial por ti. Me pidió que avisara a Ale y Käärijä.
—Estuve con ella en Francia... Fuí a verla actuar... En realidad hemos estado juntas todos los días desde que nos reencontramos...
—Me gustáis mucho juntas. Creo que os complementáis...
—No sé qué somos, me da algo de vértigo... ¿Crees que es mutuo?
—Pondría la mano en el fuego porque sí, cariño.
—Me siento como una adolescente —reí. —Sintiendo tan intensamente.
—Creo que es estupenda. Y creo que siente lo mismo por ti. La manera en la que se expresa de ti... Es sublime.
—¿Si? Cuéntame... —pedí.
—No no —rió. —No te contaré conversaciones privadas con ella.
—Loreen...
—Ah ah, pero confía en mí.
—Lo hago. Pero hacía tanto tiempo que no me sentía así...
—Pues disfrútalo, y olvida las preocupaciones. Lo que tenga que ser, será, cariño. Lo único que podemos hacer es disfrutar del presente que tenemos. El pasado ya fue y el futuro es incierto.
—Tienes razón... Gracias —dije abrazándola.

Cuando salimos del baño todos habían pedido otra ronda, habiendo pedido bebidas también para nosotras.

Tras varias horas, estábamos agotados.
—¿Vamos a mi casa? —pregunté. —Hay espacio de sobra.
—¿Segura? —me preguntó Loreen.
—Claro que sí, me encantará teneros allí.

Pedimos un taxi y todos fuimos a mi casa, al llegar nos dirigimos al salón y serví unos vasos de agua y unas piezas de fruta para terminar la noche e intentar rebajar la resaca que tendríamos al día siguiente. Al entrar al salón, pude ver cómo en este estaban todas las flores que había en mi camerino y la foto que nos había hecho Kam con la cámara instantánea estaba en aquel marco vacío de mi salón. Por un momento sentí profunda ternura y por otro pensé en que no sabía si Zahra querría que los chicos se enteraran. Pero ella reía junto a ellos y parecía no importarle.

—Chicas os dejo pijamas —dije a Ale y a Loreen. —Y Käärijä creo que tengo uno que se compré hace tiempo para cuando venían mis amigos, te lo bajo.

Bajé las cosas y les indiqué dónde cambiarse y ducharse para dirigirme a mi habitación y hacerlo yo también, seguida por Zahra. Entró tras de mí a la habitación y también se dio una ducha y cambió rápidamente.
—¿Has visto la foto del salón? —le pregunté.
—Sí... La habrá puesto Kamila. ¿No te gusta? Puedo quitarla si quieres y...
—No, me encanta. Solo... No quería que te sintieras incómoda. A mí no me importa que lo sepan solo... quería esperar para saber qué querías tú...
—No te preocupes —me dijo antes de darme un beso y sonreírme para dirigirnos de nuevo al salón.

FLOWERS IN THE BACKSTAGE (La Zarra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora