FLOWERS IN THE BACKSTAGE (La Zarra)

22. Natalie

Tras casi un mes. Tenía trece canciones escritas y revisadas. Que formarían mi nuevo álbum.
"I miss you, I'm sorry"
"Just a little bit of your heart"
"Come back home"
"Cardigan"
"Come back... Be here"
"New"
"The heart wants what it wants"
"When I look at you"
"People you know"
"Set fire to the rain"
"Elastic heart"
"Only love can hurt like this"
"Go"

Eran las componentes. Kamila alucinaba.
—Eres alucinante —me dijo tras leer todas y cada una de las canciones.
—Gracias —le dije. —Solo he escrito lo que sentía.
—Le partiría la cara —rió.
—Yo no... —dije en mi balcón. —Aún la quiero, algún día dejaré de hacerlo, pero aún no ha llegado...
—Los de Universal han dicho que este disco era una obra de arte. Tienes libertad creativa para los videoclips. Confían en ti.
—Iré a París. Para grabar el videoclip de "Only love can hurt like this"
—¿Qué?
—Lo haré en el teatro donde fuí a verla por primera vez, en la calle donde nos besamos escondidas... Ella es parte del disco, es la que lo ha inspirado, para bien o mal...
—Has lo que sientas para sanar...
—Sé que en unos años miraré atrás y lo veré como una parte de mi vida... Quiero hacerlo de este modo.
—Te apoyo absolutamente.
—Gracias Kamila... nos vamos en dos días... He reservado para estar poco más de un mes en principio. Quiero llevar a cabo allí la publicación y hacer el estreno de la misma en ese teatro...
—Perfecto. Yo me ocupo de todo —dijo.
—Gracias.

Tras dos días estábamos grabando en París. Y en otros dos teníamos el videoclip grabado.

Durante la grabación, paseé por ese teatro, recordando cada momento. Acaricié los cimientos y paseé por el escenario y el backstage. En medio del escenario, en un plano detalle que se alejaba podían verse unas paniculatas rojas bastante maltratadas. Al final, era un reflejo de lo que había hecho con mi corazón.

Cuando terminamos las grabaciones y dije a mi equipo que se marchara, me senté en el escenario de ese teatro y me permití derramar un par de lágrimas en soledad, hasta que llegó Kamila.

—Cariño...
—Qué tan bajo he caído...
—No has caído bajo. Te han hecho daño y tienes todo el derecho a expresar tu arte del modo que quieras. No debes pedir disculpas por la manera en la que decides arreglar lo que otros rompieron —dijo abrazándome con fuerza.

Derramé otro par de lágrimas junto a ella y cuando me recompuse salimos del lugar.

Nuestro editor fue rápido y la canción se publicó ese mismo viernes rompiendo récords y siendo un éxito. Anunciando con ella la publicación de mi nuevo álbum.

Me encontraba en el escritorio del piso que había alquilado en París viendo de nuevo mi videoclip.

—¿Crees que le hará daño? —pregunté.
—No es idiota, en cuanto lo vea sabra que va para ella.
—No busco lastimarla. De verdad...
—No creo que le duela. No después de lo que hizo. Aún no lo entiendo.
—Pues yo menos...
—Lo digo en serio... Parecía tan... real... No lo sé.
—Yo también lo creía —dije. —Aún no puedo creerlo. Una parte de mí quiere creer que todo fue un mal entendido. Es imposible que todo lo que me demostró durante esos meses fuera falso... Creemos que conocemos a las personas que nos rodean hasta que... nos demuestran que no era así. Loreen me llamó ayer. Me dijo que tenía un presentimiento... Que estaba segura de que las cosas no eran como parecían... Una parte de mí quiere creerla y otra piensa que le doy pena.
—Loreen tiene un sexto sentido.
—Yo también lo creo. Aunque esto quizá sea solo desesperación.
—Tenemos fecha para el concierto.
—Sorpréndeme...
—En dos semanas, querida. Es lo que tienes para ensayar.
—¿No había una fecha más cercana? —bromeé.
—Quiero volver a londres.
—Y yo... Esta ciudad me produce demasiadas emociones —dije dirigiéndome a mi habitación.