23. La Zarra

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Mis ojos no eran capaces de dar crédito a lo que estaban viendo, ni mis oídos a lo que escuchaban.

—Va a presentar su disco en Francia. Seguro que hace gira... —dijo mi hermana desde el sofá. Y hecho de su fanatismo por la persona que me había causado tanto daño, me abrumaba.
—Seguro que sí —le dijo mi madre. —¿Tú no puedes preguntarle? —me preguntó.
—¿Yo? —pregunté.
—Concursaste con ella —afirmó.
—¿Y qué? —pregunté. —Concursé con muchos, eso no significa que seamos amigos.
—Pues en los reportajes se os veía a todos muy unidos —dijo mi hermana.
—Fingíamos —mentí.
—Mira, acaba de salir su nuevo videoclip —dijo mi hermana.
—Has escuchado esa canción incontables veces —dije.
—Pero no he podido ver el vídeo —se quejó poniéndolo.

Llevé mi vista a mi teléfono móvil para evitar ver su cara en el gran televisor del salón y me metí en mi página de Instagram para ver y compartir cualquier cosa en la que me etiquetaran mis seguidores.

—Se dice que tuvo un romance dentro del programa y que por eso sacó este disco —dijo mi hermana a mi madre, cosa que traté de ignorar. —Además en esta también salen esas flores rojas...

Ante esas palabras por parte de mi hermana despegué la vista de mi teléfono móvil y la llevé a la pantalla. Estaba petrificada. Un plano detalle de un ramo de paniculata roja pisoteado en el suelo. Y mientras el plano se alejaba pude reconocer ese teatro. Si la primera vez pensé que no había sido coincidencia, esta acababa de confirmarlo.

Me quedé estática, mi teléfono se resbaló de mis manos y cayó sobre mis piernas. Fuí incapaz de quitar los ojos de ese televisor.

"But it's the sweetest pain
Burnin' hot through my veins
Love is torture, makes me more sure
Only love can hurt like this"

Sonaba a través de los altavoces. Algunas lágrimas habían subrayado mis ojos y amenazaban con salir en cualquier momento rodando por mis mejillas.

"Only love can hurt like this
Only love can hurt like this
Must've been a deadly kiss
Only love can hurt like this"

Mi corazón se había acelerado, mi respiración era más agitada, notaba como cada parte de mi cuerpo sudaba en frío mientras intentaba mantener la compostura en ese salón acompañada por mi hermana y por mi madre.

"Only love can hurt like this
Your kisses burn into my skin
Only love can hurt like this
(Only love can hurt like this)"

Mi mentón temblaba ante cada palabra, cada acorde y cada melodía. Cada imagen era más dolorosa que la anterior. La paniculata destruida y esparcida y ella recorriendo esos lugares donde fuimos felices, o al menos eso creí, eso quise creer, eso me hizo creer.

"Only love can hurt like this
(Only love can hurt) save me, save me
Only love, only love
'Cause only love can hurt like this
And it must've been a deadly kiss"

Noté como una única lágrima humedecía mi mejilla izquierda resbalando por ella. Esa lágrima que tanto había amenazado con salir, al fin lo había hecho cuando la música cesó y la canción terminó.

—Hija ¿te encuentras bien? —dijo mi madre sin previo aviso poniendo su mano en mi frente. —Te has quedado muy pálida. ¿Será una bajada de azúcar?
—Estoy bien —dije eliminado la lágrima de mi mejilla y levantándome rápidamente. —Solo debo coger un poco de aire. Me he mareado de repente. Voy a... a respirar fuera —dije saliendo de la casa.

Me senté en el porche y tomé un profundo suspiro. Quería entender por qué hacía esto pero mi mente no lograba encajar el porqué detrás de sus indirectas. Era ella quien se había marchado, quien había jugado conmigo. No entendía qué pretendía. Quizá Julian tenía razón y lo único que buscaba era hacer daño, quizá estaba aburrida... Pero no podía ser, unas letras tran llenas d sentimiento no podían ser fruto de aburrimiento o mera provocación.

Había escuchado sus nuevas canciones, por supuesto que lo había hecho. Y no solo porque mi hermana las escuchara todo el día, sino porque una parte de mí esperaba encontrarme a mí misma entre alguna de las letras, en alguna estrofa tonta de domingo de resaca.

Pero para mi sorpresa no había sido así, no me encontré solo en alguna letra casual, en alguna estrofa perdida. No, me encontré en casa una de sus canciones, en sus vídeos y palabras. Era imposible que el destino estuviera jugando de este modo conmigo, debía significar algo, estaba segura de que debía hacerlo.

Busqué información sobre su presentación del disco y la haría en ese teatro que salía en el videoclip, en ese en el que fue a verme cantar por primera vez. Esto iba más allá de cualquier broma macabra del destino, estaba hecho a consciencia, estaba segura de ello. Aunque no llegaba a comprender la razón detrás de todo. Quizá quería jugar conmigo, ver hasta donde podía estirar antes de que yo reaccionara.

O quizá simplemente todo había sido un horrible mal entendido, en el fondo pagaría porque así fuera, por conocer que todo lo que nos hirió y separó fue en realidad una serie de errores y equívocos y que nada fue en realidad como lo creí. Que ella jamás estuvo con él... Pagaría por saber que no lo hizo, que no me mintió. Aunque tras poco más de un mes sin contacto, pensaba que quizá sí hubiera querido contactarme lo habría hecho. Que quizá sí de verdad fuera mentira como quería que lo fuera, me lo habría aclarado. Me habría llamado y me habría desmentido esa noticia. Pero no, no fue así. No apareció, no llamó, no dejó un mensaje ni contestó el teléfono, desapareció de mi vida como quiso sin importarle en absoluto las vivencias y promesas que teníamos.

Me permití derramar un par de lágrimas acumuladas, aunque no demasiadas.

Quizá era eso lo que más dolía, sentir que para alguien que significaba tanto para mí, yo no signifiqué lo mismo, saber que aparentemente signifiqué nada en su vida, cuando llegué a creer que ella era la razón de la existencia de la mía.

FLOWERS IN THE BACKSTAGE (La Zarra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora