24. La Zarra

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Tras un día de dar una y otra u otra vuelta a mi cabeza, compré el primer vuelo a París y decidí irme. Ahora o nunca.
—Me voy —dije a mi madre.
—¿Qué? —preguntó.
—¿Me enviáis la maleta? No tengo tiempo de hacerla, el vuelo es en cuatro horas, debo llegar al aeropuerto y tengo una escala en España. Chao —dije subiendo a mi habitación. Me cambié y me marché a toda prisa.

El taxi llegó rápidamente al aeropuerto. El vuelo fue largo y cansado y aún debía recorrer el aeropuerto de Madrid para coger el siguiente avión.

Llegué a París agotada. Me dirigí a mi casa y traté de dormir mientras giraba de un lado para otro en la cama.

Pasé todo el día siguiente buscando entradas en alguna reventa de alguien que al final no pudiera ir o incluso ofreciendo a compradores su precio triplicado.
Conseguí una de las tan codiciadas entradas y cuando era la hora, me dirigí a ese teatro que ya conocía pensando para mí misma que se me había ido por completo la olla.

No podía ser que estuviera yendo a ver la presentación se su nuevo álbum después de todo.

Entré, y tras unos minutos apareció, imponente en el escenario como de costumbre. Tras la primera nota, mi corazón volvió a romperse una vez mas si es que eso era posible, sentía que el alma se me encogía cada vez que cantaba.

Antes de que terminara, me dirigí a la entrada del backstage cuando un guardia de seguridad me paró.
—La Zarra —me dijo con una sonrisa reconociéndome.
—Hola —le dije tratando de sonreír y de ocultar la vorágine de emociones que me golpeaba.
—¿Tienes acceso?
—Algo así... ¿Podrías llamar a Kamila?
—¿A Kamila?
—Ajá, es la manager.
—Sí, sé quién es. Deme un segundo —me dijo.

A los pocos minutos me dejó pasar. Caminé hasta los camerinos del backstage encontrándome a Kamila.
—¿Cómo tienes la poca vergüenza de venir aquí? —me dijo notoriamente molesta, cosa que me descolocó por completo.
—¿Disculpa?
—¿No te es suficiente con el daño que ya le hiciste?
—¿El daño que le hice? Soy yo la que ha sufrido.
—Sí, claro...
—Kamila... No sé de qué hablas...
—¿Para qué has venido?
—¿Para qué he venido? Parece que me está llamando a gritos. Paniculata roja, rosas blancas... El bar de Londres, este teatro...
—Está intentando arreglar lo que tú rompiste.
—¡¿Lo que yo rompí?! ¿Pero te has vuelto loca? ¿Cómo eres capaz de decir eso? ¿Qué se supone que he hecho?

En ese momento Kamila sacó su móvil y me enseñó la captura de pantalla de un mensaje.

"Natalie, quizá este mensaje te tomé por sorpresa, aunque no creo que deba hacerlo. Hemos pasado un buen tiempo juntas, pero es momento de aceptar que se acabó. Llevo días pensando en cómo decírtelo, no quería desconcentrarte en el concurso a si que decidí esperar.
Ahora puedo decirlo. He conocido a alguien, creo que le quiero.
Tú y yo lo pasamos bien, pero ambas sabemos que era algo pasajero, jamás funcionaría a largo plazo. Solo fue un buen rato para liberar la tensión que el concurso nos provocaba. Me he marchado, pues no podía decirte esto en persona. No quería hacerte daño y siento si he podido hacer parecer cosas que no sentía.
Espero que tu vida transcurra favorablemente y que encuentres a alguien con quien compartir tu vida.
Por favor, no me llames, no me escribas. Es momento de aceptar que nuestros caminos están destinados a separarse aquí. Estoy intentando escribir un nuevo capítulo de mi vida.
Te deseo lo mejor."

—¿Te refresca la memoria? —preguntó molesta.
¿Qué? —dije sin entender. —¿Quién le mandó eso? —pregunté y ella rió.
—Pues tú, querida.
—¡¿Qué?!
—Oh vamos... —dijo. —Deja de hacerte la tonta conmigo.
—Kamila yo no mandé ese mensaje. ¿De cuándo es?
—De la noche de la final, llegó tras la gala porque el teléfono de Nat estaba apagado pero por la hora fue enviado durante el directo. Y es tu número...
—Yo no tuve mi móvil durante la gala... Lo había perdido... —dije sin entender la situación.
—¿Cómo? ¿Entonces por qué no dijiste nada ni contestaste el teléfono?
—Julian me dijo que mi número fue filtrado y lo cambió, además me dijo que os dio el nuevo. Y, además... Fuiste tú la que tuvo la idea de que no nos habláramos.
—¡¿Que yo qué?!
—Yo quería celebrar con ella pero Julian me contó cómo le pediste que estuviéramos al menos una semana sin tener ningún contacto la una con la otra para evitar a los periodistas. Y además. Es ella la que tenía una relación paralela.
—¿De qué estás hablando? —me preguntó. Entonces saqué mi teléfono y le enseñé el titular que me había mandado a mí misma desde el teléfono de Julian en el que salía Natalie con otro hombre. Además le expliqué claramente todo lo que me había dicho Julian que había pasado durante este tiempo. —¿Qué? Ese titular es falso, jamás salió.
—¿Cómo?
—Ese es su ex, rompieron hace más de un año —dijo, como si fuera la mayor obviedad del mundo. —Está claro que han cogido las fotos e intentado crear un titular para meterte ideas en la cabeza.
—¿Qué?
—¿Quién encontró tu móvil tras la gala?
—Julian...
—¿Te dijo que lo llamé? Que le exigí hablar contigo porque Natalie estaba destrozada por tu mensaje y que me dijo que no. Que no querías hablar con nosotras. Que estabas feliz con la nueva persona a la que habías conocido. ¿Te contó que incluso Ale, Loreen y Käärijä llamaron y que ninguno obtuvo respuesta?
—No... Claro que no... ¿Cómo sé que no mientes?
—¡¿Qué hace ella aquí?! —exclamó Käärijä andando hasta nosotras.
—Käärijä relájate —dijo Alessandra andando tras él acompañados por Loreen.
—¿Que me calme? Has visto el infierno que ha pasado, Ale.
—Sí pero no es como creíamos —dijo Kamila. —Ella no es la culpable solo una víctima más.
—¿A qué te refieres? —preguntó Alessandra.
—Le hicieron creer que Nat estaba con alguien más... Que fue ella quien la echó de su vida.
—¿A qué te refieres? —preguntó Loreen y Kamila le enseñó el titular dejándolos boquiabiertos.
—¿Quién haría algo así? —preguntó Alessandra.
—Julian —afirmé. —Mi manager. ¡Joder! Estoy segura de que fue él quien envió ese mensaje al móvil de Nat. Después cambió las tarjetas para que no pudierais rastrearme, con la excusa de que habían filtrado mi número y de que todos teníais el nuevo... Siempre supe que no le gustaba en especial mi relación con Natalie pero jamás pensé que fuera capaz de algo así... Siento todo el daño que haya podido causar a Nat. Pero yo también he sufrido pensando que no le importaba una mierda y que estos meses habían sido una farsa. Pero cuando escuché la canción... Cuando vi el videoclip... Supe que tenia que venir... Joder ahora todo tiene sentido... Por eso... Joder, mierda...
—Joder —dijo Loreen y fue la primera que caminó hasta mí para abrazarme con fuerza. —Cuanto lo siento —dijo sin soltarme. Y al abrazo se unieron Ale, Käärijä y Kamila.
—Como me alegro de que no seas una zorra —me dijo Käärijä apretándome con fuerza.

—Yo me alegro de que esta mierda se haya acabado y aclarado —dijo Kamila. —Tienes que hablar con ella. Tienes que contárselo todo.
—Sí, despediré a Julian y... Espero que Nat lo entienda.
—Claro que lo hará.
—No lo sé, si ha sufrido tanto como yo... No lo sé.
—Y aún así tú estás aquí —dijo Loreen.

FLOWERS IN THE BACKSTAGE (La Zarra)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora