A la mañana siguiente, Taehyung se despertó y se levantó de la cama con pereza. Salió de su habitación y se dirigió a la cocina por algo de comer. Se estaba acercando lentamente a la cocina, escuchando el murmullo de dos personas que hablaban en voz baja en la sala. Se acercó despacio y se quedó en la puerta de la sala al oír su nombre.
—No me gusta nada esto.
—A mi tampoco, por eso voy a hablar hoy con mi padre en busca de algo que relacione lo de TaeMin con la carta que recibió Taehyung. Espero que no tenga nada que ver, pero quiero estar seguro. —Susurró. Ambos estaban sentados en el suelo frente al sofá, uno frente al otro, hablando en voz baja. Taehyung todavía estaba muy dormido así que no entendió muy bien sobre lo que hablaban.
Se rascó el ojo izquierdo y entró a la cocina, se hizo un sándwich con jamón y queso y se hizo un té. Salió de la cocina todavía algo aperezado y se sentó en la pequeña isla que había afuera de la cocina y comenzó a comer tranquilamente. Jungkook y Jimin seguían conversando en la sala, en su propio mundo, ni siquiera notaron su presencia. Frunció el ceño y siguió comiendo. Tomó un trago de su té de hierbas y los examinó. Jungkook estaba sentado apoyado en el costado sofá dándole la espalda, vestía una de sus pijamas, dado que al quedarse a dormir necesitaba de un cambio de ropa y como ambos medían lo mismo y tenían casi la misma contextura, no tuvo problema en prestarle una de sus camisetas y un pantalón de pijama. La camisa le quedaba un poco pequeña ya que él era más delgado y Jungkook hacía más ejercicio que él. Jimin, en cambio, están recostada en el sofá, con su cabeza apoyada en una de sus rodillas, su cabello naranja, que estaba recogido en una pequeña coleta al ya tenerlo bastante largo, sobresaltaba por encima de su pijama negra con un estampado de conejitos. La expresión en sus rostros era seria, Jimin tenía la vista fija en el televisor, sin decir nada, simplemente escuchando a Jungkook hablar.
No alcanzaba a escuchar su conversación, pero veía sus expresiones. El té comenzó a hacer efecto en él, así que terminó su desayuno y, con té en mano, se acercó a ellos.
—¿Me pueden explicar de qué tanto hablan ustedes dos? —Jimin se sobresaltó y lo miró con los ojos de par en par. Jungkook levantó la mirada y se giró hacia él. Lo inspeccionó. Su pelo oscuro se encontraba desordenado y su ojos de color azabache lo miraban alarmado.
—¿Qué sucede? ¿Pareciera que acaban de ver a un muerto?
—¿Qué tanto has escuchado? —preguntó Jimin, parándose en su lugar.
Taehyung abrió la boca para responder, sin embargo se quedó un rato en silencio pensando en sus opciones. Honestamente, no había escuchado gran cosa de la conversación y lo que había escuchado era inentendible para él, pero eso no lo tenían que saber ellos. Si jugaba bien con sus cartas podría descubrir el misterio que se cargaban esos dos. Podría hacer que ellos solos le dijeran de lo que estaban hablando.
—Lo suficiente.
Jimin miró a Jungkook, alarmado, sin saber que decir, no obstante Jungkook no apartaba su mirada de él, una mirada tan penetrante que lo ponía algo nervioso. Carraspeó tratando de mantener la compostura.
—¿Alguno va a dignarse a decirme de qué va todo esto?
—Estamos preocupados por ti. Lo de ayer no fue normal.
—¿Ayer? ¿Lo del vaso? —preguntó confundido, ellos asintieron. Él rodó los ojos y suspiró— eso no fue nada, simplemente se me resbaló el vaso. Soy torpe por naturaleza, eso suele suceder.
Jimin negó algo dudoso.
—Bueno, puede que sea verdad, pero ayer fue diferente.
—¿Cómo diferente?
—Estabas ansioso. Tus manos temblaban de sobremanera y tu voz sonaba quebrada, como si algo te hubiera provocado pánico.
Taehyung recordó la carta que había llegado a su nombre el día de ayer. Rememorar las palabras escritas en la parte trasera de la imagen le provocó un escalofrío que recorrió toda su columna vertebral. Trago el nudo que se había formado en su garganta y tomó una bocanada de aire.
—¿Qué... qué acaso te volviste psicólogo? —intentó que sus voz no temblara al hablar, cosa que falló en el intento. Dos pares de ojos lo veían atentos, él se paró firme y levantó la mirada. Ocultar sus emociones era algo que había aprendido a hacer desde pequeño, no podía resultar tan difícil— Por favor, Jeon. Tú no sabes nada.
—Tae, te conozco desde que éramos unos niños, y sé que lo que sucedió ayer no fue algo normal.
Una oleada de cólera lo embargo, frunció el ceño antes de hablar—: No, no me conoces nada, Jungkook. Desde que qué te alejaste de nosotros, he cambiado, todos hemos cambiado, ¡hasta tu! Ya nos somos los niños de doce años que éramos antes. Las personas crecen, Jungkook. Nadie es igual a como era antes. Tú te alejaste y te olvidaste de nosotros. Cambiaste.
—No es verdad. Te conozco, se que lo hago. Y yo sigo siendo el mismo Jungkook de hace cinco años, ¿cómo no puedes verlo?
—El Jungkook de hace cinco años... el Jungkook que yo conocía nunca se hubiera alejado de nosotros —Taehyung suspiró y cerró los ojos, no queriendo ver la mirada dolida que ahora se reflejaba en los orbes color ónix del menor. Se volvió sobre sus pies para encaminarse a su habitación. Paró un segundo en el rellano de la puerta, y sin volverse hacia los otros dos dijo—: él nunca nos hubiera dejado de lado.
La figura del castaño se perdió por el pasillo. Jungkook tenía la mirada perdida y algo apagada. Jimin colocó su mano en el hombro del menor. Al no recibir respuesta, rodeó el pecho del pelinegro con sus brazos y lo abrazó desde atrás, colocando su barbilla en el hombro del mismo.
—Dale tiempo. Él te perdonará.
—Pero, ¿y si no lo hace?.
—Créeme, lo hará. Taehyung sólo está dolido. A él le dio muy duro tu cambio de actitud y el que te alejarás de nosotros sin decirnos el porqué lo destrozó. Él pensaba que eran amigos, que siempre se contaban todo, y que tú te alejarás, especialmente, de él sin ninguna explicación generó un vacío y un cambio en él.
Jungkook se giró hacia al pelinaranja y lo apretó entre sus brazos. Escondió su rostro en su cuello, sin saber qué decir.
—Él de verdad te quiere, Jungkook. Solo dale tiempo y verás que las cosas mejorarán entre ustedes dos.
El sonido del timbre del apartamento los hizo sobresaltarse.
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El hijo de la luna (Vkook)
FanficTaehyung pensaba que su único problema sería ver al chico del cual estaba enamorado todos los días sin poder decirle lo que siente, no obstante, todos sus problemas amorosos se ven opacados cuando un serie de asesinatos empiezan a tomar lugar en el...