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—Está en el primer cajón, al fondo, detrás del maquillaje de Jimin —su voz sonó más grave y forzada.

Jungkook tomó el botiquín del cajón y de ahí sacó alcohol, agua oxigenada, algodón y gasas. Se agachó frente a él, tomó su mano y limpió la sangre con el alcohol y luego limpió la herida utilizando el algodón con agua oxigenada. Taehyung se quejaba en voz baja, Jungkook soplaba en la herida para que no le doliera tanto, para seguir con la curación.

Mientras Jungkook lo curaba, Taehyung se dedicó a observar. Detalló cada parte de su rostro y de su cuerpo. Vio su cabello negro algo desordenado, que estaba un poco largo caer libremente por su cuello y su frente. Bajó por su rostro viendo su piel clara y sus hermosos ojos negros que veían su mano. Sus largas pestañas dejaban pequeñas caricias en sus mejillas cada vez que parpadea. Tenía el ceño levemente fruncido ante la concentración. Sus labios estaban unidos en una línea y las comisuras de sus labios estaban algo elevados, marcando levemente sus hoyuelos.

Siempre le habían gustado los hoyuelos, en especial los de Jungkook.

El pelinegro terminó de limpiar la herida para luego tomar los vendas y vendar la herida, haciendo algo de presión para parar la hemorragia que todavía salía del corte. Levantó la mirada y se encontró con los ojos azules del mayor. Se miraron fijamente por varios minutos que, en el ambiente que ambos crearon, parecieron horas.

Taehyung abrió la boca para hablar, pero el duerte estruendo de la puerta del baño abriéndose los hizo sobresaltarse y salir de su ensoñación.

—¡Chicos! — Taehyung se levantó rápidamente, para alejarse de Jungkook. Jimin los miró coqueto— ¿Qué hacían? —preguntó con un tono cómplice. Tenía uno de sus comisuras elevadas en una media sonrisa y la ceja enarcada.

—Jungkook m-me estaba ayudando con la cortada.

—Cada quien se engaña con la mentira que más le guste—se rió de ellos.

—Es en serio, sólo le estaba curando la mano. Ni siquiera hablamos.

—¿Qué acaso me creen estúpido? —preguntó. Taehyung abrió la boca para responder, pero el bajito alzó la mano para cortarlo— ni se te ocurra decir lo que ibas a decir.

—Tú hiciste una pregunta y es de educación responder a ella.

—Cállate —Jimin lo miró enojado. Jungkook trataba de ocultar una sonrisa, pero fallaba notoriamente —¡Eres insoportable!

—¡Tú hiciste la pregunta, yo sólo quería ser cortés y responder a ella! Eso es lo que una persona normal haría —se excusó, el bajito se cruzó de brazos y salió del cuarto de baño— Oh, vamos, no te enojes —lo siguió saliendo por la puerta del baño. Jungkook suspiró y siguió a sus mayores.

El bajito caminó furioso hasta la sala, su pelo naranja resaltaba por encima de sus hombros descubiertos. Su pelo se movía de un lado a otro al caminar.

—Jimin, no seas infantil —él frenó de golpe, Taehyung trastabilló hacia atrás al detenerse tan repentinamente para no golpearlo, Jungkook lo sostuvo de la cintura para que no cayera.

Jiminse giró hacia él indignado.
— ¡Primero me dices estúpido y luego infantil! —le gritó furioso— Ya no hay respeto por los mayores.

El hijo de la luna (Vkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora