Ambos fueron a la tienda y regresaron a la mesa con tres bandejas repletas de comida. Una de ellas era solo para Jimin y las otras dos para los demás. Nadie dijo nada al respecto porque sabían cómo era él con su comida.
La última persona que intentó robarle comida recibió un golpe —con la bandeja— en la cabeza. Eso fue cuando tenía once años y desde entonces nadie se atrevió a hacerlo de nuevo.
Jimin y él se conocían desde que tenían diez años, que fue cuando él llegó a la ciudad con su familia. Un año antes, la madre de Jimin había muerto por un cáncer en el cerebro, su padre no aguantaba vivir en un lugar en el que cualquier cosa le recordaba a su esposa fallecida, así que decidió dejar su país de origen, para vivir en un lugar nuevo, diferente. Jimin llegó a su colegio, al principio era muy alejado de todo el mundo... principalmente porque los demás le temían —él incluido—, sin embargo, un día les tocó hacer un trabajo de arte juntos, con eso empezaron a hablar y notaron la cantidad de cosas que tenían en común. Jungkook y él ya eran mejores amigos para ese entonces, así que sólo fue cuestión de tiempo para que se volvieran muy unidos.
Llegaron a la mesa en donde se encontraban sus amigos y dejaron las bandejas repletas de comida encima de la misma. Jimin se sentó junto a Namjoon, dejando el único puesto disponible junto a Jungkook. Taehyung rodó los ojos y, a regañadientes, se sentó junto al pelinegro.
—¿De qué nos perdimos? —habló Jimin mientras agarraba un pedazo de torta de chocolate de la bandeja para luego darle un mordisco.
—Jungkook nos estaba contando sobre su nuevo apartamento, es un loft. Tenemos que ir a visitarlo y ayudarlo con la decoración, dado que recién se mudó —Namjoon tomó uno de los sándwiches que habían en la otra bandeja y se lo llevó a la boca.
—¿Apartamento? —Preguntó confundido— pero me habías dicho que una de las razones por las que te habías quedado en la ciudad era por tu madre y tu hermano, ya que tu padre se quedaba en la comisaría la mayor parte del tiempo y no querías dejarlos solos.
Jungkook le devolvió la mirada.
— Esa era la idea, es solo que mi padre de dio unas condiciones para quedarme y una de ellas era un apartamento. Él quería que yo consiguiera un apartamento que me quedara más cerca a la universidad, después de todo la casa de mis padres queda muy alejada de aquí. Él dijo que tener una viviendo cerca de la universidad me facilitaría las cosas para la carrera que voy a iniciar.
—¿Al final si vas a estudiar criminología cómo nos dijiste cuando...? — cuando éramos amigos. Estuvo a punto de decirlo pero las palabras se atoraron en su garganta. Frunció los labios creando con ellos una línea recta— ¿... co... cómo nos dijiste antes?
—Eh... yo, si —respondió algo incómodo. La sombra de una sonrisa estaba tratando de mostrarse en sus labios. No podía creer que Taehyung todavía se acordara de eso— Mañana empiezo.
—Entonces, ¿cuando te gradues vas a ver cuerpos mutilados? Quieres ser un... ¿cómo se llama?... ¿médico forense? —preguntó Lena limpiándose los restos de chocolate de los labios.
Jungkook rió.—Algo así. Quiero ser detective. A lo que tú te estás refiriendo con lo de médico forense es a los criminalistas. Lo que yo voy a estudiar es criminología no criminalística.
Jimin frunció el ceño y dejó su batido de fresa a un lado para observar al pelinegro.
—¿Qué no es lo mismo?
—No. La criminología es la que estudia al criminal y a la relación que este tiene con el crimen y sus víctimas. La criminología busca prevenir. En esta se analiza al criminal, a la escena del crimen y a la víctima. Un criminólogo busca entender y explicar el comportamiento de un criminal para así poder detenerlo antes del crimen o de su próximo crimen —Jungkook tomó de su botella de agua antes de continuar—. En cambio en la criminalística se analizan las pruebas físicas que se obtienen de una escena del crimen con el objetivo de estudiar el delito y entender cómo este se produce con una mirada más científica —Jungkook suspiró y levantó la mirada de la mesa para encontrarse con la mirada de todos sus amigos sobre él—. Bueno, es fácil confundirse, son parecidas, pero no son lo mismo.
—Oh...
El celular de Jungkook comenzó a sonar, interrumpiendo la conversación. El pelinegro los miró apenado y sacó su celular del bolsillo de su pantalón para contestar.
—¿Hola? ¿Papá? Sí, ¿qué pasa?—se levantó de la mesa y se alejó un poco del barullo de la cafetería para hablar con mayor tranquilidad.
Se empezaron a escuchar murmullos fuera de la cafetería y luego la voz del rector se hizo presente por los altavoces—: Buenas tardes, queridos estudiantes. Lamento informarles que las clases quedan canceladas por el resto del día. Espero pasen un gran día hoy y mañana podamos retomar el curso de las clases.
El murmullo se hizo más audible, dando paso a las docenas de estudiantes que empezaron a salir de la cafetería para irse a sus respectivos hogares.
—Vaya —Jimin se encogió de hombros y se levantó de la mesa con bandeja en mano—. Bueno, día libre, ¿vamos a mi casa?
—¿No les parece extraño? —preguntó Taehyung, confundido. Se levantó lentamente de la mesa. Jimin rodó los ojos.
—¿Y eso a quien le importa? ¡No hay clases! Deberíamos ir a beber algo. Podríamos ir a mi apartamento y ver una película.
—Pero...
—Pero nada, Tae —él lo miró de mala manera—. Deja de darle tantas vueltas a las cosas. ¡Por eso sufres de migraña! Relájate un poco. ¡Vive la vida!
—Está bien.
—¿Qué está bien? —Jungkook llegó junto a ellos. Tenía una sonrisa plasmada en los labios, no obstante su ceño estaba levemente fruncido.
—Esta bien que vayamos a mi apartamento —respondió el bajito—. ¡Hay que ir a celebrar que se cancelaron las clases!
—No creo que el que no hayan clases sea un motivo para celebrar —dijo Jungkook frunciendo el entrecejo.
—¿Cómo que no? ¡Cualquier motivo es para celebrar! —reprochó el bajito.
Taehyung rodó los ojos y miró a Jungkook con preocupación. Habló, ignorando el anterior comentario de su mejor amiga—: ¿por qué lo dices, Jeon? ¿Sucedió algo?
Jungkook se quedó un momento en silencio, buscando las palabras adecuadas para hablar sobre lo que le acababa de comentar su padre. Tomó una bocanada de aire y miró los rostros de sus amigos que lo veían con atención.
Habían comenzado a caminar fuera de la cafetería, no había nadie a su alrededor. Se detuvo haciendo que los demás lo hicieran también. Quería asegurarse que nadie más aparte de ellos escuchara lo que estaba apunto de decir. Él sabía que si alguien más lo escuchaba se iba a generar pánico y eso no estaba entre sus planes.
—Esta mañana, los Yoon fueron al cementerio para despedirse de hijo, el que murió en el accidente automovilístico la semana pasada, el mayor. Estaban cavando al lado del gran árbol de roble y... —suspiró— encontraron un cuerpo enterrado.
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El hijo de la luna (Vkook)
FanficTaehyung pensaba que su único problema sería ver al chico del cual estaba enamorado todos los días sin poder decirle lo que siente, no obstante, todos sus problemas amorosos se ven opacados cuando un serie de asesinatos empiezan a tomar lugar en el...