🥀 « 𝙇𝙤𝙫𝙚 𝙄𝙣 𝙏𝙝𝙚 𝘿𝙖𝙧𝙠 »

11

Era otro día donde no lograba concentrarse, y se acercaba la fecha para el enfrentamiento de las Vacas de Denver vs las Pieles Rojas de Washington, así que debía encontrar la forma de mantenerse en si y dejar de pensar en estupideces.

Molestó se sentó en la mesa de Craig ignorando a todos los alumnos que compraban sus alimentos en la cafetería.
Su cara lo mostraba todo, cansancio y un notable insomnio que le dejaba como consecuencia unas terribles ojeras

—Te ves como la mierda.—Exclamó Tucker, dándole una mordida al sándwich.

Clyde se limita a encoger los hombros sin saber muy bien que responder.

—¡Gha! ¿Te sucede algo?.—Insiste Tweek preocupado.

Donovan iba a responder; Cuando alguien se sienta a su lado; dándose cuenta de que ese alguien es el mismísimo Token, haciendo que el apetito se le fuera de inmediato.

Los dos evitan mirarse, ignorando por completo la presencia del otro. Haciendo un ambiente algo incómodo para la pareja, quiénes solo se limitan a mirarse en silencio.

—¿Qué quieres?.—lo cuestiona Clyde.

—¡Qué!, ¿no puedo sentarme con mis amigos?—se ofende, sin si quiera verlo.

—No, no puedes.—Se recarga en la mesa estresado, regalándole una mirada furibunda.

—¿Cuál es tu problema Donovan?.—le pregunta con una absurda mueca.

Clyde sólo miro a otro lado intentando no caer en provocaciones sin sentido.

—Ni siquiera me percaté que estabas aquí.

Donovan no puede más y hartó de la situación toma su comida, mientras se para y comienza alejarse de la mesa,Token hace lo mismo y va detrás de él, pero por desgracia Nichole había visto todo y no dudó en acercarse a preguntar por lo sucedido, haciendo que lo perdiera de vista.

La única solución que por el momento les quedaba, o se les ocurría era alejarse uno del otro, hasta que sus almas negligentes pudieran con el riesgo de ser descubiertos.

Clyde camina por el pasillo central, tirando sus alimentos en un sesto de basura, sonriendo con ironía, al creer ingenuamente que Token lo seguiría. "Invisible" eso era lo que significaba para ese negro millonario; no era la primera vez que se comportaban de esa forma, llevaban algunos días discutiendo y peleando frente a sus amigos.

Apenas y se hablaban y cuando lo hacían era para agredirse. Clyde ya no estaba dispuesto a ser el remplazo o al que dejan plantado siempre: obteniendo como respuesta:"Ella es mi novia."
La decepción lo perseguía, al igual que la tristeza y mucho dolor sin duda.
Esa noche había sido el final para los dos o así lo sentían; sin embargo Clyde lo seguía queriendo como el primer día y aunque en realidad nunca tuvo nombre lo suyo, perderlo le destruyó el corazón en miles de pedazos, que aún seguían encarnados en su ser.

El caminó a casa fue "normal" : escuchando música con sus auriculares, sintiéndose el protagonista de esas novelas juveniles donde la chica siempre lloraban por sus tragedias amorosas.
Su cara de sorpresa se hace visible; cuando entra a su hogar, todos los muebles estaban tirados , nada estaba en órden, las macetas de su padre se encontraban regadas por todo el lugar y la puerta estaba semi abierta. Algún ladrón había enterado a su casa, pero no se llevaron nada valioso o eso pensaba al ver el televisor en el suelo. Estaba por subir los escalones a su habitación pero un ruido lo detuvo, pasó saliva con miedo y se fue acercando a la cocina, dejando que los nervios lo consumieran.
La boca le cae al piso cuando comprueba que evidentemente no estaba sólo, su hermana estaba sentada; con un ojo morado, aparentemente por un golpe y un cigarrillo en su mano.