🥀 « 𝙇𝙤𝙫𝙚 𝙄𝙣 𝙏𝙝𝙚 𝘿𝙖𝙧𝙠 »

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El día siguiente, sábado, también fue soleado. Cuando despertó por la mañana. Clyde se asomo a la ventana y se llevó una decepción al recordar lo que tenía que hacer. (por no mencionar que se aproximaba el torneo de las vacas de Denver contra las Pieles Rojas de Washington). Sin embargo el era capitán del equipo de fútbol americano, así que no podía renunciar.

Todo el desayuno se la pasó en un silenció total, que no pasó por desapercibido la hermana mayor.

—¿Qué sucede?—le pregunta.

—¡Es la culpa de Token que haya aceptado salir con ese rarito de mierda!.—murmura de mal humor.Dejando caer sus cubiertos.

—¿Saben que sigo aquí?.—preguntó un poco ofendido su padre.

La mayor de los Donovan lo mira confundida y le hace una seña a Clyde para que siga hablando.

—Ese chico de intercambio casi me  mata y aquí estoy; usándolo como escapé de Nichole.

Los presentes se quedaron con cara de «¿Ésto debe ser una broma?» y se ríen, al escuchar la razón de su molestia.

—Suenas tan rudo como un poni.— Niega la hermana y vuelve a concentrarse en su jugo de naranja.

Clyde frunció el entrecejo y se mordió el labio con enfadó. Esa no era la respuesta que buscaba.

—“No seas tonto”

El timbre sonó en el momento más inoportuno; solo entonces los hermanos dejan de hablar y toda la familia voltea a ver el portón principal ya que era demasiado temprano como para recibir visitas.

Roger deja su desayuno a un lado para ir atender. Se acomoda su castaño cabello detrás de la oreja y pone una auténtica sonrisa.

Después de un rato se escuchó pequeños taconasos acercándose al comedor: los hermanos se quedan pasmados en el umbral de la cocina.

—Demonios...—murmura,Clyde.

—No es por ser una mala persona enano, pero, creó que te vino a visitar la Novia de tu novio.—exclama

El padre regreso a la cocina y dió unos golpecitos en la mesa con el cuchillo y callaron de inmediato. Clyde hecho una ojeada a su padre. Parecía sorprendido, pero resultaba obvio que era por la chica que esperaba en la sala.

—Una jovencita está preguntando por ti Clyde... No la hagas esperar, después de Todo, es lo menos que se merece. La hermana le dio un codazo a su padre pidiendo discreción con él tema.

A Clyde le costó entenderlo; pero con miedo, nervios y malos pensamientos, salió de ese lugar, para caminar dirección a la “jovencita” de pelo rizado, con esa bella dermis chocolate y ese vestido amarillo que encajaba con su delgado cuerpo, vistiendo con un gran porte y elegancia.

—¡Querido!.—Exclmó la morena, estrechandolo entre sus brazos, regalándole dos besos en su par de mejillas.—No respondiste mi mensaje y me preocupé.

«¿¡Querido!? ¿¡Besos!?» Era mucho que procesar, se sentía asqueado por estar en la misma habitación que la novia de Token.

—Oh sí, el mensaje. Yo lo olvide, lo lamentó, pero no podré asistir a tu cena con Token— respondió Donovan, alejando sus venenosos brazos de encima.

Nichole hace un semblante de tristeza y seriedad, como si quisiera que Clyde le tuviera lastima y aceptará.

—Ya había rentado tu traje, aparte de cenar, iremos a un museo y me tomé la molestia de escoger lo que usarías;  sería de muy mala educación que me cancelaras.

El castaño se sintió avergonzado ya no sabía que más decir; solo un milagro podía ayudarlo a rechazar la invitación nuevamente... Y ese milagro era su hermana; quién había llegado ahuyentar a la “visita” con un comentario tan inapropiado como su comportamiento.