Llevábamos varios meses conviviendo juntos, y ya se acercaba mi cumpleaños.
El día de mi cumpleaños me desperté como cualquier otro, ese día no trabajaba, tenía libre asi que me dedicaría todo un día para mi, spa, masajes, tratamiento facial....
En fin, sería un día de relax solo para mi, con esos pensamientos me levanté y fui a desayunar, allí estaban todos, nadie me felicito, ni August. Estaba un poco decepcionada, no podía negarlo, pero ese era mi día no iba a echarlo a perder por unas estúpidas felicitaciones....
- Eiii Emma,¿me has escuchado? - me dijo Roja.
-mmmmm eh ¿qué? No perdona, que has dicho? - pregunté un tanto avergonzada.
-Cada día estás más en las nubes - me recriminó - decía que si te parecía bien que como hoy tenemos las dos libre podríamos ir a pasar un día de chicas ¿no?.
-Mmmm bueno, me parece bien, voy a cambiarme y ahora en un momento salgo.
Aún no me había felicitado pero al menos no pasaría el día de mi cumpleaños sola, así que me dirijí hacia mi cuarto, me puse algo un poco informal y salí.
Roja estaba en la puerta hablando con August y Colin.
- Ya estoy ¿nos vamos?.
- Claro - dijo con una sonrisa pícara en la cara.
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-Oye, he quedado con los chicos en ir después a comer y esta tarde ir al cine o algo - dijo Roja mientras caminábamos cargadas de bolsas de ropa, zapatos y accesorios.
- Vale , pero ¿podemos pasar por casa y dejar todo esto? Estoy muerta de tantas bolsas - dije un tanto desesperada.
- Esta bien y ya de paso vamos a por ellos- rió Roja.
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- ¡¿Chicas pero es que os habéis traído la tienda entera o que?. ¡Venís cargadas! - exclamó Colin - menos mal que no os hemos acompañado seguro que nos hubieseis cargado a nosotros, verdad August?.
-¿ehhh? Si si claro - respondió con rapidez el aludido, no pude evitar soltar una risita.
-Bueno chicos basta de chachara, ¿vamos o no ?- cortó Roja - pero esperad que coja una cosa.
- Esta chica.... Nunca cambiará- suspiró Garfio.
- Venga es mujer no la agobies - se burló August.
-¡¿PERDONA!? , ¡¿acaso tienes algo en contra nuestra?! - salté yo defendiendo a mi amiga y seguramente a todas la mujeres del mundo.
- Tranquila fiera, era un broma - se disculpó.
- ¡YA ESTOY! - gritó Roja desde la punta del pasillo.
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Después de comer nos fuimos a dar un paseo, miré mi movil y vi que tenía mensajes de mis padres
*Mama: hola cariño felicidades! , espero que pases un buen cumpleaños *
*yo: gracias mama te quiero *
*papa: hoal cielo, ya son 28 ehhhh, parece mentira que ya seas tan mayor y pensar que ayer te tenia que cojer para que alcanzaras la mesa..... Muchas felicidades, siempre seras mi pequeña*
* yo: woooo papa eso quedo muy lindo muchas gracias yo tambien te quiero ( cuanto has tardado en pensar esto? Jajajaja besos )*
*yo: ah y es hola, no hoal *
Bueno al menos alguien se había acordado de mi cumpleaños.
- Oye Emma ¿qué te parece si nos vamos a casa nos arreglamos más y esta noche salimos de fiesta?.
-Bueno no se Roja ya llevamos un día completo....
- Oh venga Emma casi nunca coinciden nuestros días libres por una vez..... - suplicó.
- Bueno esta bien - accedí un tanto contrariada.
- Estupendo nosotros nos adelantamos para que luego no ocupéis todos los baños y no nos dejéis entrar - comentó August.
Él y Colin se adelantaron y se dirigieron directamente hasta la casa, a mi, Roja me obligó a dar varias vueltas más diciendo que mirase algún vestido o que fuésemos por allá a mirar, por fin llegamos a la casa, me encaminé hacia la cocina para dejar algunas cosas que habíamos comprado que nos hacían falta y cual fue mi sorpresa al descubrir allí dentro a mis padres y a los chicos junto con una gran tarta de manzana.
- ¡FELICES 28 EMMA! - gritaron todos al unismo.
- Yo oh yo.... Gracias pensé que lo habíais olvidado - dije mirando a mis compañeros de piso.
-La idea fue de August, el mérito es suyo - confirmó Colin mirándolo con un gesto cómplice.
Me diriji a mi padre y nos fundimos en un abrazo.
- Oh cuanto los eché de menos, ¿como pudieron venir?.
-Bueno fue cosa de August, él nos dijo que te quería dar una sorpresa y nos pagó los billetes - dijo mi padre.
-Muchas gracias - dije acercandome a él y dandole un abrazo.
- Felicidades princesa - me susurró en el oído por lo que yo me sonrojé.
Cuando me separé de él fui a abrazar a mis otros compañeros.
- Mira en tu cuarto - me comunicó Roja mientras le abrazaba.
Fui a mi cuarto muerta de curiosidad y cuando abrí la puerta vi en medio de la habitación una caja enorme, me adelante para abrirla y cual fue mi sorpresa que escuché el ladrido de un cachorro en su interior, ilusionada la abrí y dentro vi un cachorro de dalmata, era precioso.
- ¿Cómo la llamarás?- preguntó una voz desde el marco de la puerta.
No me hizo falta girarme para saber que el que preguntaba era Garfio.
-Mmmmmm pues no se la verdad - contesté un poco aturdida.
El rió con esa risa que me volvía loca cada vez que la escuchaba.
-Bueno pues piénsalo bien, un nombre es para toda la vida, así que piensa uno bueno - diciendo esto se marchó con el resto.
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Después de una magnífica tarde, mis padres se fueron, muy a pesar mío.
-Bueno vamos a arreglarnos para esta noche ¿no? - empezó Roja.
- ¡¿Aún hay más?! - me asusté- ¿no era un treta para traerme a casa?
- En parte si, pero también era de verdad , venga vamos a arreglarnos que si no saldremos muy tarde y nos perderemos la diversión - me apremió la chica.
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-No se te ve muy animada - comentó el chico de la barra.
-Bueno es que hoy es mi cumpleaños y mis amigos me han dado ya demasiadas fiesta ja ja ja - contesté sin interés.
- ¿Te han dado ya los chupitos?.
- ¿Qué chupitos? - pregunté intrigada.
- Pues en los cumpleaños te ponen tantos chupitos como años cumplas.... ¿Qué edad cumples?.
-28- respondí un tanto cauta.
- Oh pues en tu caso deberás tomarte 28 chupitos, jajaja no te preocupes el truco está en tomártelos poco a poco - dijo mirando mi cara asustada - yo soy Neal.
- Yo Emma.
