Le conté todo lo que me había pasado desde que hablé por primera vez con Gretel hasta ese mismo día.
-No creo que lo hiciese a mala fe- me dijo cuando acabé de relatarle todo- me refiero al señor Gold.
-¿Acaso le conoces?.
-No, pero según mi opinión no creo que lo hicieses a mal.
Alcé mi mirada para volver a ver sus preciosos ojos y me sorprendí al encontrarme con los suyos fijos en mi.
Me sonrojé mientras bajaba la mirada, Colin me alzó la cabeza con suavidad.
-¿Por qué bajas la mirada?- me preguntó mientras acercaba su cabeza a mi.
Mi corazón comenzó a latir a mil por hora, pensaba que iba a salirse de mi pecho.
Colin sonrió socarronamente y me puse aún más roja de pensar que podría estar escuchando a mi corazón.
Se acercó aún más y entreabrimos los labios, ibamos a besarnos cuando me acordé de todo lo que me había pasado con él días antes y me levanté rápidamente de su regazo.
Ambos nos quedamos en silencio sin saber que decir.
-Mejor me voy, tengo que hacer algunas cosas- dijo rompiendo el silencio y levantandose.
-Espera- le detuve - Gracias- me dije.
Él simplemente me dedicó una sonrisa seductora y se marchó, al rato escuché como alguien cerraba la puerta del piso.
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Casi nos habíamos besado, me había dejado seducir otra vez por él.
Mi corazón volvió a latir deprisa al recordar el momento.
No podía negar lo obvio, seguía enamorada de él.
Decidí contarselo, esta vez mi orgullo no se interpondría entre nosotros.
Decididamente fui a su cuarto, pero allí no había nadie.
Le llamé para saber donde estaba, su teléfono sonó a pocos metros al lado mia.
Decidí ir a buscarlo, tenía una ligera idea de donde estaba.
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Entré al Jolly Roger, dentro no había nadie excepto Smee.
-Smee.
-¡Hola preciosa! ¿Como tú por aquí?- me saludó alegre.
-¿Has visto a Colin?- le pregunté.
-La última vez que lo vi salió por la puerta de atrás- se acercó un poco más a mi- entre tu y yo, creo que estaba borracho- me susurró.
-¿Hace cuanto más o menos?.
-Cosa de quince, diez minutos o asi- me contestó mientras continuaba limpiando la barra.
-Gracias Smee.
Fui hasta la puerta de atrás y salí, daba a un callejón bastante oscuro.
Un leve viento hizo que me envolviera aún más en mi abrigo.
Comencé a andar por el callejón.
Al rato vi a lo lejos a una persona alta, desde donde estaba no podía distinguirle bien ambos nos acercamos un poco más.
Era Colin, pero parecía que le habían dado una paliza, tenía un enorme moraton en el ojo y un labio roto al parecer.
Corrí hacia él le abracé con todas mis fuertas sin importarme el olor a alcohol que desprendía, él puso una mano en mi cabeza.
Escuché como soltaba un gemido de dolor.
Le solé y evalué su estado, estaba peor de lo que pensaba.
Tenía un ojo morado del que caía sangre, la nariz la tenía rota al igual que el labio y la mano contraria a la que me había puesto en la cabeza la tenía apoyada en las costillas.
-¿Qué te ha pasado?- le pregunté preocupada.
-Que me han dado la paliza del siglo- aún sonaba un poco borracho.
-Vamos, te llevo a urgencias- le dije- Apóyate en mi.
Colin hizo lo que le dije.
No llevabamos ni medio minuto andando y se derrumbó arrastrándome tras de si.
-Venga levantate Colin- le dije con temor a que se hubiese hecho aún más daño.
Se levantó pero volvió a caerse.
-Vamos tú puedes - le dije agachandome y pasando uno de sus brazo por mi hombro.
-Es inútil Emma- me dijo quitando su brazo de mis hombros- no insistas.
-Llamaré a una ambulancia.
-No llegarán a tiempo.
- No digas eso.
-¿No me ves que estoy hecho una mierda? Además creo que una de las costillas se me ha incrustrado en el pulmón- en ese momento me di cuenta de que hacía un ruido raro al respirar.
-Estarán aqui dentro de poco aguanta por favor- le dije mientras guardaba mi movil.
Me senté junto a él y le aparte el pelo mojado de la cara.
Me cojió la mano.
-¿Por qué lo haces?.
-¿Hacer el que?- le pregunté.
-Que por que después de todo lo que te he hecho, después de todo lo que has sufrido por mi culpa, te sigues preocupando por mi.
-Porque eres mi amigo- le mentí.
-No sabes mentir Swan- empezó una risa que acabó en tos.
