Cansada

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-No se que hacer- repeti en voz baja.

-No te tortures a ti misma, no es tu culpa-intento calmarme Colin-por cierto, queria pedirte pedon por... bueno ya sabes por eso.

-Ya esta olvidado tranquilo, no te guardo rencor, te entiendo - le sonrei tristemente-Voy al hospital a pedirle disculpas al que le haya pegado.

-Te llevo- se ofrecio rapidamente.

-No, tienes que quedarte aqui, con Neal por si le pasa algo - le detuve- no quiero dejarle solo- añadi en voz baja.

Colin asintio levemente y me tendio las llaves de su coche.

Arranque el coche y antes de partir respire profundamente iba a ser un dia agotador y eso que solo eran las cuatro de la mañana.

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Llegue al hospital que me habia indicado el guardia, aparque y me diriji a recepcion.

-Buenas, ¿me podria decir en que habitacion se encuentra- lei el papel que me dio el guardia- Nicolas Graham?.

-No es horario de visita- dijo sin imutarse la recepcionista.

-Pero por favor, sera solo un momento.

Debio de ver algo de urgencia en mis ojos porque tecleo algo en el ordenador.

-Habitacion 237, suba hasta la segunda planta, cuando pase una puerta que hay azul al lado del ascensor siga recto hasta una maquina de refrescos, gire a la derecha y la del final del pasillo.-tome nota mentalmete- el paciente ha pedido estar alli - se excuso la recepcionista.

-Vale, muchas gracias.

Subi y realice todos lo pasos que me habia dicho y al fin vi la dichosa habitacion.
Toque suavemente y escuche un apagado adelante y abri.
Entre y fui a situarme al lado de la cama.

-¿¡Nick!?- exclame anonada.

-¿Emma?, ¿como sabias que estaba aqui?- él parecia incluso mas sorprendido que yo.

-Yo viene porque Neal le pego una paliza a uno y me dijeron que estaba en este hospital y vine a disculparme, pero no sabia que eras tu-le explique.

-Entiendo- dijo para si mismo.

-¿Estas bien?-le pregunte.

-Aparte de que me han dado el palizon de mi vida, tengo una pierna rota y estoy entero magullado, si estoy bn.

Nos reimos los dos a la vez.

-Oye yo casi mejor que me voy ya, no es horario de visita.

No dijo nada asi que me diriji hacia la puerta.

-Emma, me temo que no podre ir a nuestra cita del viernes.

Le sonrei.

-No importa, yo vendre aqui.

Y sin mas palabras sali de alli.

Estaba de camino a casa de Neal cuando me acorde de mi reportaje.

-Mierda- dije en voz alta.

Pise el acelerador hasta llegar a casa de Neal, Colin se habia quedado dormido en el sofa.
No me entretuve mucho, le deje una nota y sali de alli.

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Entre en la oficina medio corriendo.

-¡Emma, ya era hora!- dijo Mr Gold- ¿porque vienes asi? ¿estas bien? No parece que hallas dormido mucho, bueno mas vale que estes despierta, llega en veinte minutos, y arreglate el pelo.- se marcho de mi oficina.

Me desplome en el sillon, estaba agotada.
Cerre los ojos durante un momento y me levante direccion al baño para arreglarme.
Me maquille un poco para no parecer un zombi, y el pelo como era imposible dejarlo suelto, me lo recoji en un moño con algunos cabellos sueltos.

Sali y comence a preparar mi discurso, tenia diez minutos.

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-Emma, este es el señor Otto, señor, esta es Emma, mi mejor periodista- nos presento el señor Gold.

-Un placer señorita- beso mi mano, un saludo un poco a la antigua.

Procedi a contarles todo detalladamente, cambie algunos nombres para la intimidad de estos.
Despues de tres horar dialogando sali.

Al rato salio Mr Gold con una cara no muy feliz, me temi lo peor.

-Emma...-comenzo-¡gracias has salvado la empresa!.-me abrazo.

Me sentia tan feliz como él.

Me invito a un trago en su despacho lo que decline amablemente con intencion de irme a mi casa a dormir estaba exahusta.

I Will Never Forget You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora