Capítulo 2: Capítulo II

Capítulo 2

Notas de la autora (o sea, yo): Mmm… Vaya, cuantos vistas. Y eso que pensaba que los NaxKag estaban poco atendidos.

En fin, este fanfic lo tengo escrito entero, así que iré actualizando cada poco tiempo. Siento no poder responder a los comentarios, pero apenas tengo tiempo en si para escribir.

Como ya os habréis dado cuenta, colgó de golpe unos cuantos fics.

Capítulo 2.

Solo queda la noche en mi interior y este frío de amor.

Durante tres días, no pudo moverse de la cama. Aquello era como una tortura, ya que, quieta como estaba, no podía evitar que los recuerdos volviesen a su cabeza con mayor intensidad y se pasaban las noches llorando.

Por el día, al menos, lograba estabilizarse distraída, aunque estaban mirando como el aire movía las hojas de los árboles por la ventana.

Naraku le había echo un par de visitas.

En la segunda, ella se atrevió a preguntarle que le había echo y entonces sus dudas quedaron despejadas. Para que la herida pudiera cicatrizar, le había dado un trozo de su carne, muy poco, pero al mezclarse con ella, la marca había surgido inevitablemente.

Aquello la tenia tan tranquila como intranquila.

Empezaba a tener una idea extraña de Naraku, primero la hería y después la curaba. Pero, para su desgracia, eso no era lo más alarmante, si no el hecho de que NO LE HABÍA QUITADO LOS FRAGMENTOS DE LA SHIKON NO TAMA.

Al cuarto día, por fin pudo levantarse de la cama y empezar a andar. Se dedico a caminar por los pasillos del palacio.

Se le hacía raro estar allí, en aquel palacio tan hermoso y tranquilo. No había rastro de maldad tampoco, se vieron demonios, tan solo de vez en cuando se cruzó con alguno de los "hijos" de Naraku: Kagura, Hakudoshi, el de los espejismos, Kanna, estaban todos...

Y por supuesto, tenía siempre cerca a su guardián: Kohaku. Este le había informado de que Naraku le había dado órdenes de seguirla por todos los lados para que no escapara.

Era extraño, nunca se hubiera imaginado que Naraku fuera capaz de vivir en un lugar tranquilo y bonito, por los palacios que habían "atacado" de él, ninguno se parecía a aquel.

Kohaku siempre trató de mantenerla distraída y por lo general, hablón a veces de Sango. Kagome llegó de convencerlo de que volviese con ella y él se negara.

-Auque recuerde, no puedo volver con ella.

Aquellas palabras habían puesto punto y final al tema y no lo había intentado volver a sacar.

Y la noche del décimo tercer día, fue "invitada" a "charlar" con Naraku.

Que horror. ¿Pero que demonios estaba pasando allí? Aquello no podía ser normal, tenía que haber una explicación para todo eso. Si es que lo que estaba viviendo no se lo podría haber imaginado ni en sueños.

Desde que salio de la cama, no había vuelto a ver a el amo y señor del castillo, pero imagino que aquella"charla" sería para aclarar las cosas de una vez por todas e incluso podría enterarse de que diablos estaba planeando Naraku hacer con ella , pues la compasión no era uno de sus fuertes y seguro que tenía algún plan maquiavélico.

Cuando Kagura se lo dijo, se estaba riendo como una loca. Y lo peor es que minutos después llego Kanna con un "vestido digno para la charla" y se puso a reír los cuatro, ellas tres y Kohaku.

Silencio (Naraku x Kagome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora