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Capitulo XV

Que difícil se ha vuelto, seguir respirando, sabiendo que ya no estas.

Algo le golpeo el pecho con fuerza, deteniendo al instante la loca carrera que seguía junto a dos demonios más.

Aquella sensación amarga llego también a su boca y casi diría era superior a un presentimiento terrible. ¿Qué había ocurrido?

-¡Oye tú! ¡Se puede saber que demonios te pasa?! ¡Tenemos que ponernos en marcha de nuevo!

-Kagome…

-¡Qué?! ¡Le ha ocurrido algo a Kagome?! ¡Contesta idiota!

El hanyou lo alzo obligándolo a encararlo. Inuyasha estaba sumamente nervioso por la actitud de Naraku. Si Kagome era su mujer y de eso no podía tener duda, él sabría cuando le ocurría algo.

-¡Dime si le ha pasado algo!

-No… Ella esta bien.

Ahora fue Kôga el que salto, también alarmado por al situación. Por un momento se había temido lo peor.

-¡Entonces para que te pones así! ¡Que susto nos has dado, estúpido!

-He dicho Kagome esta bien, pero el bebe ha muerto.

Los dos lo miraron horrorizados. Los ojos de Naraku brillaban de la furia y la ira que lo embargaba. Incluso Inuyasha pensó que no querría enfrentarse a un Naraku así.

Alzó la mirada y se encontró con Sesshômaru, que la miraba con aparente frialdad y desinterés. ¿Que había pasado? Entonces lo comprendió todo, al ver las garras del demonio manchadas de sangre.

Avanzo con sus ojos hacia el suelo y se paro en el cuerpo de la youkai de pelo rosa que yacía allí, inerte, con los ojos vacíos y la marca de unas garras en su cuello.

Sesshômaru había matado a la "curandera", pero, ¿Por qué?Por Kami, quien entendiese al Taiyoukai allí presente que fuera que le daría un premio, por que no lograba comprender nada de nada. Se sentía más perdida de lo que había estado cuando veía a Inuyasha con Kikyô.

-Sesshômaru, ¿Por qué lo has…?

Las palabras murieron en sus labios cuando recordó algo importante. Demasiado importante como para tener en cuenta cualquier otra cosa que sucediese. Su bebe. ¿Qué había pasado con su hijo? ¿Había llegado a matarlo la youkai o no había podido completar la extracción de su alma?

Concentro sus pensamientos en su vientre y rezo por que su aura de sacerdotisa detectará a su hijo, como antaño. Sin embargo, nada de esto sucedió, constatando que efectivamente, el alma del niño había desaparecido.

¿Por qué lo había echo? Empezaba a fastidiarle muy seriamente la sensación de que perdía el control cuando la humana estaba cerca, sobre todo teniendo en cuenta que hacía cosas que nunca jamás habría echo en su sano juicio. Primero, la había raptado, en lugar de matarla como todo su instinto le sugirió que hiciese. Segundo, permitió que fuera alimentada como era debido en lugar de la comida que se les daba a los prisioneros. Y en tercer lugar, apenas capto que la curandera la estaba haciendo sufrir, lo remedio a las bravas, sin importarle que el niño muriese o no.

Silencio (Naraku x Kagome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora