Capítulo XVII

Ya no tengo palabras, de todo y de nada, el tiempo se las llevó.

Se encontraba sentado en una roca, en el claro que había justo donde se aposentaba el árbol sagrado. A penas hacía unas horas que habían llegado a la aldea y Naraku se esfumo para no comenzar una pelea, mientras Kôga marchaba por su camino para ver a sus compañeros y asegurarse de que todo marchaba bien, jurando volver para hacerla su esposa.

Sus amigos Sango, Miroku y Shippô la recibieron muy contentos y empezaron a contarle lo muy preocupados que habían estado por ella, echándole miradas de reproche a Inuyasha por no haberlos llevado a salvar a su amiga.

Al cabo de cierto tiempo, les pidieron disculpas y pretextando ir a ver a su familia, cosa que provocó que Inuyasha le lanzara una mirada rara, tomo rumbo al bosque sagrado, en donde se había reunido con Naraku, que estaba incluso más impaciente que sus amigos.

Intentó abrazarla al verla, pero Kagome se disculpo y le pidió que la escuchara antes de decir una sola palabra más.

Tras relatarle todo lo que sucedió durante su captura y absolutamente todo, sin obviar ningún detalle ni omitir la noche que Sesshômaru la tomó, se quedó en silencio, esperando a saber que pensaba ahora Naraku de ella, si se sentía traicionado o si deseaba repudiarla por lo que había echo.

Este tenía la mirada sobre ella, con un brillo inescrutable en sus ojos carmesíes y la boca en una posición neutral, sin dejar entrever ninguna emoción o pensamiento.

-Es lógico.

-¡Qué?!- de todas las cosas que podría haberle dicho, desde traidora hasta desgraciada, aquello era completamente inverosímil, ni siquiera se asomaba una chispa de celos en su voz- ¡¿Qué es lógico lo que ocurrió?!

-Si. A ver, ¿tú amas a Sesshômaru?

-Que pregunta tan tonta- lo miro. No, no era una pregunta tonta y él exigía una respuesta sincera- No.

-¿Y te parece atractivo?

-¡Naraku!

-Contesta y di la verdad, aunque de todos modos ya la se.

-Pues… Si. Lo siento…

-No te disculpes, es normal. Bien, el hecho de que te atraiga sumado a que nuestro hijo fue el que le entrego el control de tu cuerpo te dispensa de toda culpa.

- ¿? No entiendo nada. ¿Cómo que mi bebe le dio el control de mi cuerpo? ¡Que soy su madre!

-Y yo su padre. ¿Recuerdas como soy, Kagome? No me parezco en nada a Inuyasha ni a Sesshômaru y para mi el orgullo es algo insignificante que puedo pasar por alto con el fin de lograr mis objetivos. Intuyo que mi hijo tiene las mismas ideas. Y también mis mismas cualidades.

-¿? ¿? ¿Quieres decir que mi bebe dejo que Sesshômaru me…? ¿Por qué?

-Por que se estaba, muriendo en el momento que eso sucedió. Algo de alma debió quedarle para bloquear tu cuerpo y salvarse la vida.

-Sigo sin comprender.

-Yo absorbo demonios para hacer más fuerte mi cuerpo, el bebe suficiente también puede hacerlo y absorbió lo de la esencia de Sesshômaru como para fortalecer su alma y vivir. No te culpes por lo que paso, le salvaste la vida, Kagome.

Silencio (Naraku x Kagome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora