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Capítulo 8: Capítulo VIII

Capítulo VIII

Si pudiera encontrar una razón, que me ayude a entender, que no vas a volver.

Naraku sonrió, con un brillo de locura en sus ojos, le agradaba tener a la chica así, a punto de morir entre sus garras. Le recordaba a Kikyô muriendo en el suelo, creyendo que Inuyasha le había traicionado.

Kagome intentó apartar las manos de Naraku de su cuello con las suyas, pero no tenía la fuerza suficiente. Y ya casi no le quedó aire.

-Inuyasha, ven pronto, Inuyasha...

Naraku lo escucho, escucho el leve murmullo de la chica y aquello lo encolerizo más. ¡Estaba a punto de matarla! ¡¿Incluso entonces pensaba en el maldito y asqueroso hanyou?!

Se dio la vuelta y la soltó de golpe, sin ningún cuidado, de modo que Kagome se golpeo con las raíces del árbol al caer.

-Arfff...Agfff...Arfff...

Respiraba muy deprisa, pero su corazón aun lo iba más. La había intentado matar. ¿Por qué? No lo lograba entender. Tal vez se había equivocado ya Naraku no le quedó ni tan solo un poco de esencia humana.

¿Cómo podía seguir gustándole? ¿Por qué le dolía?

Agacho la cabeza mientras suaves lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas.

Cuando Naraku volvió a girar hacia ella, se encontró con la chica llorando mientras se tocaba el cuello con las manos y, algo dentro de él le golpeo. Nunca había sentido nada así.

¿Que diantre era eso? ¿Remordimiento?

-Mira que eres patética, ¿y ahora por que lloras? ¿Tanto miedo tienes de que te mate?

Ella calló, cosa que le sorprendió, ¿No debería estar gritándole lo mucho que le odiaba?

Se oyeron una serie de explosiones consecutivas y Naraku supo que el penúltimo de sus monstruos había sido destruido y que la energía del último tan solo alcanzaría a cubrir la suya mientras viviese, de modo que no le quedó mucho tiempo para acabar con la miko.

-Bueno, miko, ya casi no me queda tiempo, pero te haré un favor.

Aquello no significaba que fuera a dejarla vivir y Kagome lo sabía muy bien. ¿Que iba a hacer Naraku antes de matarla?

-Te dejo elegir de que forma quieres que te mate.

Aquello era siniestro, a la chica se le encogió el corazón. Pero sabía que el demonio hablaba en serio. Y si iba a morir...Al menos deseaba algo por última vez.

Se levantó del suelo, Naraku se puso alerta, por si encontró de escapar, pero ella comenzó a andar lentamente hacia él, mientras las lagrimas seguían cayendo. Cuando llego a su lado, se quedo frente a él y, agachando la cabeza susurro:

-Atraviésame el corazón con tus manos...Mientras me besas.

El demonio volvió a sentir aquel pinchazo de dolor dentro de él. ¿Kagome quería que lo besara por última vez mientras la mataba? ¿Por qué diablos le pedía algo así?

Silencio (Naraku x Kagome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora