D U N I A

6- W A R D A

Cuando Karl vio por primera vez a Nour sintió que quería alejarse de ella. La miraba asombrado, embobado, le veía como si fuese la pieza de cristal más valiosa del mundo, si la tocaba podría romperla o incluso rayarla. Sintió que tenía que cuidar de aquella chica.

Era absurdo, el jamas había pensado aquello de ninguna niña. Ni siquiera de Lina y para el era la chica más bella que jamás pudo conocer.

Solo era un niño de 6 años, el no entendía mucho de aquello.

—Hola —lo saludo ella con amabilidad al ver como se había quedado mirandola. El corrió y se escondió tras Oskar sin poder dejar de verla.

Aquello hizo que Nour se sintiese algo mal. ¿Asustó al niño?

—Saluda Karl, no seas irrespetuoso —le dijo Oskar acariciando su cabello igual de blanco que el suyo.

Nour volvió a sonreír esta vez algo más relajada viendo a su alrededor. La caseta era increíblemente bonita, echa de madera con enredaderas en el techo. Había un pequeño sofá en el centro y a su alrededor varios juegos de niños.

—El lugar es muy lindo —susurro paseando por el ante la atenta mirada de los niños que tras verla unos segundos volvieron a jugar tranquilamente.

Karl seguía escondido detrás de las piernas de Oskar que se agachó a verlo.

—¿Que te pasa campeón? —pregunto el revoloteando su cabello despeinandolo más de lo que ya estaba.

Miro como sus mejillas se sonrojaban y bajaba la mirada apenado —Se va a romper —susurro mirandola de reojo —Es tan bella, parece un cristal traslúcido —volvió a ver a Oskar que sonrio enternecido —¿Es una reina? —pregunto con ilusión.

—¿Lo es? —pregunto el volteando a verla, ese día llevaba una falda de color azul marino que llegaba hasta sus tobillos, una camisa blanca lisa y su velo del mismo color que la falda. Caminaba con elegancia, tranquila, como si fuese un soplo de viento aliviante —Si lo es —dijo suspirando como un completo bobo. Volteo a ver al niño que al igual que el entreabria los labios mirandola caminar —Aun eres pequeño para esto niño —le golpeo la nariz con suavidad, el lo miró molesto —Ve a saludarla como un buen niño, quieres.

Oskar se levantó y tomó la mano de Karl para acercarlo a Nour.

El se quejo por unos segundos pero cuando estuvo enfrenté de ella se volvió a quedar inmóvil mirandola con temor de que desapareciese.

Nour lo miro con curiosidad sin dejar la sonrisa de lado, luego miró al mayor de todos que sonreía moviendo la mano del niño para que se animales a decir algo.

El pequeño trago duro y se animo a hablarle —¿Quieres ser mi novia? —Oskar abrió los ojos con sorpresa alejando al niño de aquella chica que lo miraba sorprendida queriendo empezar a reírse por aquella inocente declaración.

—Que dices niño malcriado —se quejo Oskar molesto.

—Estoy siendo educado —se quejo el más pequeño entre susurros.

—De qué vas con tus saltos de madurez —volvió a golpearle la nariz con suavidad —Solo saludala con amabilidad, no te sobrepases —le riño realmente celoso de lo que acababa de escuchar.

Si un niño caía ante ella tan fácilmente, ¿Que sería de él?

Karl se quejo y cuando vio que Nour se le acercaba curiosa el se sintió aún más avergonzado y salió corriendo de ahi.

—¿Que le pasa? —pregunto ella confundida.

—Es un crio, no le hagas caso —susurro molesto.

—Uh... se parecen un poco —señaló con diversion —Tienen el mismo color de cabello y el mismo tono de ojos.